El Gobierno activó un operativo especial frente a la hipótesis de que podría haber incidentes​

El gobierno nacional maneja información de posibles desmanes, hoy, en las inmediaciones del Congreso de la Nación, donde se debatirá el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria. La manifestación, convocada por distintas organizaciones, está prevista para las 12, pero las estimaciones ubican a las 13 como el punto de mayor afluencia, en lo que se espera que haya unas 10.000 personas. “Va a participar Camioneros y aportará un grueso de gente”, pronosticaron fuentes al tanto del tema.

Los hechos se dan una semana después de que haya habido incidentes en la última concentración, también por reclamos en el tema previsional, con más de 30 heridos y dos detenidos.

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En el operativo especial diseñado para este miércoles por el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, estarán las fuerzas federales en pleno: la Policía Federal, la Prefectura Naval, la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. También se sumará a la prevención la Policía de la Ciudad. El número de efectivos es reservado, por razones de seguridad, y se aplicará el protocolo anti-piquetes.

También habrá un comando unificado de todas las fuerzas y en el Departamento Central de Policía habrá dos unidades para posibles traslados de detenidos. Además habrá controles de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) y controles en las estaciones de trenes.

El gobierno porteño, por su parte, supervisará que en la zona no haya escombros y quitará las bicicletas del sistema de la Ciudad, que tiene base en la Plaza del Congreso. También removerá los contenedores de basura de la zona, para evitar que sean usados por los manifestantes en caso de desmanes.

Las fuerzas de seguridad tendrán una dificultad extra: la cantidad y disparidad de puntos de concentración de los sindicatos, organizaciones, movimientos sociales y colectivos que se movilizarán. Los puntos de convocatoria son Rivadavia y Rodríguez Peña, Alsina 1223, Avenida de Mayo y Lima, Callao al 200, Hipólito Yrigoyen y Solís, San Juan y Entre Ríos y el propio Congreso.

El único corte programado es el de la avenida Rivadavia entre las calles Entre Ríos y Riobamba, para el ingreso en condiciones seguras de los diputados que participarán de la sesión.

De acuerdo a la información que maneja el Gobierno, esperan provocaciones a las fuerzas de seguridad “con el objetivo de encontrar una excusa y lograr que se levante la sesión. Las estimaciones más audaces arriesgan que los sectores más radicalizados “llevarán elementos incendiarios e instigarán a la violencia”.

Sobre ese panorama trabajan en el ministerio a cargo de Bullrich, con la idea de prevenir incidentes. El Gobierno da por seguro que sectores sindicales y políticos “están planificando actos de violencia para la movilización frente al Congreso”. Para las autoridades libertarias, varias de las organizaciones tienen “grupos violentos”.

Entre quienes convocan a la manifestación de este miércoles está Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC); el colectivo Ni una menos; Argentina Humana (por una patria justa y soberana). El Gobierno también espera se movilice el “sindicalismo combativo”, con la CGT y las dos vertientes de la CTA. Se prevé, incluso, la participación de gobernadores de la oposición, con Axel Kicillof a la cabeza.

La CGT y los movimientos sociales confían en una masiva convocatoria para oponerse al veto de la ley jubilatoria. Se sumarán los gremios de UTEP, CTA, Frente Sindical de Pablo Moyano, la Corriente Federal de Sergio Palazzo, de los trabajadores bancarios, la mesa de organizaciones de derechos humanos y agrupaciones de izquierda. Incluso, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) hará un paro de 24 horas.

En reserva, en Balcarce 50 señalaban a Pablo Moyano, dirigentes de ATE y las CTA y agrupaciones de izquierda entre los “interesados en pudrir” la movilización en las inmediaciones del Congreso. “Van a hacer lo de siempre, los tirapiedras, provocarán e instigarán al delito. Y la policía va a actuar”, advirtieron las fuentes.

En un informe de “fuentes abiertas” que realizó el Ministerio de Seguridad se relevan declaraciones de los últimos días en distintos espacios y medios, por parte de referentes sindicales y de movimientos sociales; además de expresiones en las redes. Se consigna el antecedente de 2017 cuando en el Congreso se debatía la reforma jubilatoria, durante la presidencia de Mauricio Macri. Los incidentes lograron que se levantara la sesión, lo que la administración libertaria no quiere .

“A nosotros no nos van a correr como pasó en ese momento. Nos vamos a encargar de que no se frene nada y se concluya la sesión”, dijeron en la Casa Rosada. Admitían como probable “un escenario de batalla campal”.

Y agregaban: “Sabemos que vienen a pudrirla, pero para vamos a estar preparados”, mientras se ultimaban preparativos y se desarrollaban reuniones para delinear el operativo.

En la Casa Rosada existe confianza en el accionar de Bullrich, una de las ministras de mayor confianza del presidente Javier Milei. A ella le atribuyen el logro de que, a partir de diciembre, dejaron de haber cortes en las calles.

​ Aseguran que habrá manifestantes que se movilizarán para provocar a las fuerzas de seguridad y lograr que se levante la sesión parlamentaria; el antecedente de 2017 que se busca evitar  Política 

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