Todo lo que hay que saber sobre San Martín y el feriado del 17 de agosto​

Este 17 de agosto es el Paso a la Inmortalidad del General San Martín, feriado que coincide con la efeméride de su muerte, razón por la que la figura de este prócer se subraya y surgen preguntas acerca de la vida de quien es considerado el “Padre de la pPatria”.

En 2024, la fecha que celebra al también llamado “Libertador de América” coincide con un sábado, por lo que el feriado no será extensivo a la mayor parte de la población. De todas formas, constituye una oportunidad inmejorable para interiorizarse sobre distintos aspectos de su persona y su rol en la historia.

Dónde nació San Martín

José Francisco de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en la localidad de Yapeyú, en la actual provincia de Corrientes. Era el hijo del militar y político español don Juan de San Martín, teniente gobernador de aquella ciudad desde 1774, y su esposa Gregoria Matorras. El prócer fue el menor de cinco hermanos, una línea que integraba una hermana, María Elena, y otros tres varones: Juan Fermín, Manuel Tadeo y Justo Rufino.

A los tres años, San Martín abandonó su localidad de nacimiento para trasladarse con toda la familia a Buenos Aires, donde como recuerda el historiador Felipe Pigna, su padre fue comandado por el virrey Vértiz a hacerse cargo de la instrucción de los oficiales del batallón de voluntarios españoles. La familia vivió en la actual capital nacional —entonces capital del Virreinato del Río de la Plata— hasta fines de 1783, cuando regresaron a la patria ibérica de Don Juan y se instalaron en Málaga.

Por qué San Martín es considerado el “Padre de la Patria” y “Libertador de América”

Si bien tuvo una carrera militar en el ejército español que comenzó con su ingreso al regimiento de Murcia como cadete a los 11 años, llegando a destacarse en 1808 en la batalla de Bailén donde se derrotó al ejército napoleónico, San Martín siempre siguió atentamente los sucesos ocurridos al otro lado del Atlántico.

Luego de la Revolución de Mayo, pidió el retiro del ejército realista, y comenzó a integrar los círculos de pensadores sudamericanos que debatían la independencia de las colonias en el continente. Finalmente, en 1812 San Martín regresó al país que lo había visto nacer: “Yo serví en el ejército español desde la edad de 13 a 34 años, hasta el grado de teniente coronel de caballería. En una reunión de americanos en Cádiz, sabedores de los primeros movimientos de Caracas, Buenos Aires, etc., resolvimos regresar cada uno al país de nuestro nacimiento a fin de prestarle nuestro servicio en la lucha”, contó el mismo prócer en una carta recogida por el sitio especializado El Historiador.

La primera tarea del teniente coronel a las órdenes del Primer Triunvirato de las Provincias Unidas de la Plata fue la formación de un cuerpo militar de élite, siguiendo los conceptos que San Martín había aprendido en Europa. Así nació el Regimiento de Granadero a Caballo cuya tarea asignada fue la custodia de las costas del Paraná entre Zárate y Santa Fe, zona que controlaban los realistas.

El bautismo de fuego de esta unidad sería el combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813. Gracias a tareas de inteligencia desarrolladas los días previos, San Martín supo que las fuerzas al mando del capitán Antonio de Zabala desembarcarían en las cercanías del convento franciscano de San Carlos y allí la tomó por asalto.

El combate, que terminó en una decisiva victoria del Regimiento de Granaderos a Caballo, duró aproximadamente 15 minutos y tuvo consecuencias estratégicas significativas, como recuerda el sitio oficial de la Casa Rosada, ya que luego de San Lorenzo no se realizaron más campañas de los realistas de Montevideo hacia el río Paraná.

Tras el prestigio obtenido en ese combate, San Martín fue encomendado por el segundo triunvirato a hacerse cargo del Ejército del Norte, que había comandado hasta entonces Manuel Belgrano. Aleccionado por las derrotas del creador de la bandera en el Alto Perú (hoy Bolivia), San Martín comenzó a preparar el plan del cruce de la cordillera de los Andes para liberar Chile y luego dirigirse en barco al bastión realista de Lima, hoy capital de Perú.

Con este fin, fue nombrado gobernador de Cuyo, con capital en la ciudad de Mendoza desde la cual realizó, con gran apoyo social, el aprovisionamiento y preparación del Ejército de los Andes. A principio de 1817 comenzó la travesía militar que le daría la gloria a San Martín y la independencia a buena parte del continente.

El 12 de febrero de 1817, las fuerzas al mando de San Martín lograron derrotar a los españoles en la cuesta de Chacabuco, iniciando la independencia del país trasandino, pero el 19 de marzo del año siguiente sufrieron una derrota en Cancha Rayada. Poco después, el 5 de abril, el Ejército de los Andes definió la autonomía del territorio al vencer a los realistas en la batalla de Maipú.

En paralelo a estos acontecimientos, la situación en la Banda Oriental se complicaba por la invasión portuguesa y los combates civiles entre el Directorio, poder centralista de Buenos Aires, y los Pueblos Libres asentados en el Litoral del Paraná, que eran comandados por José Artigas. Convocado por el director Pueyrredón a regresar a la capital para tomar parte en estos enfrentamientos, San Martín se mantuvo firme en su objetivo de lograr la independencia del poder colonial con la memorable línea “el general San Martín jamás desenvainará su espada para derramar sangre de hermanos”.

En agosto de 1820 partió desde el puerto chileno de Valparaíso con destino a Perú y el 12 de septiembre la flota fondeó frente al puerto de Pisco. En paralelo, una división al mando del General Arenales se dirigió hacia el interior del Perú con el objetivo de sublevar a la población y obtuvo la importante victoria de Pasco el 6 de diciembre de 1820, mientras otras fuerzas a cargo de San Martín bloqueaban el puerto de Lima. Asediado en todas las direcciones, el virrey De la Serna se rindió el 10 de julio de 1821, jornada en la que San Martín desfiló victorioso por la capital virreinal.

El 28 de julio de 1821, el prócer declaró la independencia del territorio y se formó un gobierno independiente que lo nombró Protector del Perú. En este cargo, con plena autoridad política y militar, realizó acciones como la abolición de la esclavitud, la garantía de la libertad de imprenta y de culto, la creación de escuelas y la biblioteca pública de Lima, al tiempo en que avanzaba en las luchas independentistas.

Entre los días 26 y 27 de julio de 1822, se encontró con el prócer Simón Bolivar, que realizaba un avance sobre los terrenos coloniales desde el norte, en Guayaquil, actual Ecuador. Desgastado por años de lucha y la conflictiva relación que mantenía con el gobierno de Buenos Aires, San Martín eligió retirarse de todos sus cargos, dejarle sus tropas a Bolívar y regresar a su país.

En 1823 cruzó los Andes por última vez y llegó a Mendoza. El poder unitario de Buenos Aires, detentado por Bernardino Rivadavia como ministro de gobierno de Martín Rodríguez, le hizo saber que no sería bien recibido en la capital por haberse negado a combatir a los federales del Litoral. De toda formas, el prócer regresó a la ciudad por las noticias de que su esposa estaba enferma, aunque ella murió antes de su llegada. San Martín tomó entonces la decisión de abandonar el país que había ayudado a liberar, entonces envuelto en las guerras civiles que lo asolarían por décadas, y emprender en compañía de su hija pequeña un exilio voluntario en Europa.

Con quién se casó San Martín

Poco antes del combate en San Lorenzo, San Martín se casó conaMaría de los Remedios Carmen Escalada, nacida en Buenos Aires el 20 de noviembre de 1797. Como recuerda el Museo Nacional era la hija de “Antonio José de Escalada, miembro de una familia patricia y patriota, que ocupó altos cargos públicos, así como fue su posición social y su riqueza, con un profundo compromiso hacia la Revolución de Mayo de 1810″.

En El matrimonio de San Martín, el historiador Héctor Juan Piccinal narra que “los Escalada eran el centro de la alta sociedad de aquella época gloriosa”. Más adelante expresa que las cartas de Remedios dan cuenta de “la elegancia y claridad de su estilo, como era de esperar viniendo de una familia principal y porque la buena educación era un hecho corriente en Buenos Aires, en la época…”. Para mostrar su compromiso con la independencia sudamericana, Piccinali cuenta que su nombre aparece en la Gaceta Ministerial del 26 de junio de 1812, entre el de otras damas, “como donantes de un fusil cada una para los ejércitos de la Patria”.

Cómo estaba compuesta la familia de San Martin

En 1816, mientras era gobernador de Cuyo, San Martín y Remedios de Escalada tuvieron en Mendoza a la que sería su única hija: Mercedes Tomasa de San Martín, que pasaría a la historia como “Merceditas”. Debido al cruce de los Andes, y por consejo del prócer, las mujeres de San Martín viajaron a la casa de Remedios en Buenos Aires, donde enfermó gravemente de tuberculosis pulmonar, conocida entonces como tisis.

Tras la muerte de Remedios en 1823, Mercedes y su padre emprendieron el exilio del prócer a Londres, recalando al poco tiempo en Bruselas, la capital de Bélgica, donde inscribió a su hija en un instituto de señoritas. En enero de 1828, San Martín viajó a la localidad francesa de Aix- la- Chapelle para aliviar sus dolencias respiratorias con aguas termales.

Luego de un frustrado intento por regresar a Buenos Aires, San Martín comprendió que su exilio sería definitivo y se mudó a Francia, país en el que residiría hasta su muerte. Entonces, padre e hija vivieron en París, en una casa sobre la Rue de Provence.

En 1832 Mercedes se casó con el médico y diplomático Mariano Severo Balcarce, unión que amplió la familia del “Libertador de América” con la llegada de dos nietas: María Mercedes, nacida en una visita de la familia a Buenos Aires el 14 de octubre de 1833, y Josefa Dominga, que llegó al mundo el 14 de julio de 1836, en la residencia que por entonces tenía la familia en Grand Bourg, Francia.

Como murió San Martin

A comienzos de 1848, estalló en París el movimiento revolucionario que instauró la Segunda República en Francia. Ante este ambiente caldeado, San Martín decidió instalarse con su familia, compuesta entonces por su hija, su yerno y sus dos nietas, en la ciudad portuaria de Boulogne Sur Mer.

Como recuerda Felipe Pigna, para entonces el prócer estaba “gravemente enfermo: sufría asma, reuma, úlceras y estaba casi ciego”. En esas condiciones, su estado de salud se agravó hasta morir, rodeado de sus seres queridos, el 17 de agosto de 1850.

Dónde descansan los restos del General San Martin

Los restos del General San Martín fueron repatriados en 1880, a bordo del vapor ARA “Villarino”, y actualmente descansan en el mausoleo de la Capilla Nuestra Señora de la Paz, en la Catedral Metropolitana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

​ El llamado “Padre de la Patria” falleció en esa fecha del año 1850, razón por la que su figura se subraya con la efeméride y sirve de excusa para contar parte de su vida, tan clave en la independencia latinoamericana  Sociedad 

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