Real Madrid, un campeón bíblico en Wembley, el templo del fútbol
El fútbol hizo el cruce de caminos que faltaba, una asociación que trasunta prestigio y leyenda: Real Madrid campeón de la Champions League en Wembley. Nunca había ocurrido en los 14 títulos anteriores ganados por el rey de la competencia. Uno de los mayores templos mundiales del fútbol cobijó al fin a un campeón bíblico. Amén.
Sexto título europeo en los últimos diez años. Una enormidad, una hegemonía infrecuente en tiempos en los que las fortalezas físicas y mentales fluctúan, en los que aparecen amenazas y enemigos desde el rincón menos pensado.
Borussia Dortmund fue un gran rival durante el primer tiempo, pero Real Madrid es experto en quedarse con los momentos de la verdad, cuando se definen las historias. En esos instantes suele arrogarse la última palabra, que normalmente es la del ganador. No le da vértigo manejarse en las alturas, casi que se siente en su hábitat natural.
Fue victoria por 2-0, cimentada en el segundo tiempo, cuando Real Madrid le hizo sentir su categoría y personalidad a un adversario que no solo había hecho un gran desgaste en la primera etapa, sino que había merecido irse en ventaja, porque había jugado mejor y tenido más situaciones de gol. Pasó lo de otras veces: Real Madrid tiene vidas extras y suele estar en buenas manos. A veces son providenciales, como las de Andriy Lunin ante Manchester City o Bayern Munich. Para la final volvieron las tenazas que habían estado en reparación: las de Thibaut Courtois. En la tarde de la definición, el belga disputó su primer partido de esta Champions, de la que estuvo alejado por una rotura de ligamentos en una rodilla y una posterior lesión en los meniscos. Con algunos minutos en la Liga de España para ponerse en forma, Courtois volvió en su nivel.
Borussia Dortmund no se sintió menoscabado ni le afectó la autoestima que el favorito fuera Real Madrid. Ya se había manejado bien, con firmeza y autoridad, cuando tampoco fue el candidato en las series contra Atlético de Madrid y Paris Saint Germain. Desde un segundo plano saltó a la consideración general. Pocos imaginaban que llegaría tan lejos, posiblemente hasta el propio Dortmund no se veía capaz de tanto, pero fue ganando en consistencia y convencimiento a medida que avanzó en la competencia.
Lo más destacado de Real Madrid 2 – Borussia Dortmund 0
Le plantó cara al Madrid en los primeros 45 minutos. Con Enre Cam, Sabitzer y Brandt se adueñó del mediocampo, defendió lejos de su área y fue incisivo para buscar las espaldas de la defensa del Madrid. Siendo bueno, lo del Dortmund no fue completo. Insuficiente ante un Madrid que creció en el segundo tiempo, que se sintió más cómodo y agresivo cuando Kroos se paró de volante central y Camavinga se soltó en tres cuartos de campo.
Dejar crecer a Real Madrid es ver venirse encima a una bestia. Vinicius empezó a zafarse de la marca de Ryerson como no había podido antes, Bellingham estuvo más participativo, Rodrygo dejó algunas intervenciones de su sello. El Dortumd ya resistía más de lo que proponía, pero de todas maneras no se iba del partido. En realidad, lo fue empujando el equipo de Ancelotti, lo fue midiendo a medida que llegaba el “momento Real Madrid” de todo partido. Muchas veces son los últimos minutos, pero esta vez acortó el suspenso y el dramatismo.
Carvajal ya había avisado con un cabezazo que se fue apenas por encima del travesaño, tras uno de esos córneres de Kroos en los que pone la pelota donde quiere. Minutos después se repitió la fórmula: córner del alemán y cabezazo del lateral, uno de los dos españoles de la formación titular. Un jugador con personalidad para los grandes partidos. En la final de hace dos años frente a Liverpool, se encargó de anular a Luis Díaz, que venía bailando a todos los laterales. Este sábado, cuando todo estaba 0-0, le sacó el gol a Adeyemi, que había gambeteado a Courtois. Cuando Real Madrid cayó en crisis de zagueros centrales por las lesiones Militao, Alaba y Nacho, Carvajal también fue un bombero en el centro de la defensa. El seleccionado de España también le saca provecho a Carvajal, autor del último penal ante Croacia en la final de la Nations League.
En desventaja, el Dortmund quedó aturdido. Cayó en equivocaciones hasta ese momento impensadas, como el pase del lateral Maatsen hacia adentro, interceptado por Bellingham, que asistió a Vinicius. De todas las maneras que tiene el brasileño para sorprender, esta vez lo hizo con una definición de pique al piso, muy difícil de leer para el arquero Kobel.
Vinicius sigue haciéndose un lugar cada vez más amplio en la galería de los futbolistas determinantes del Madrid. Hace dos años hizo el gol de la victoria 1-0 sobre Liverpool. A propósito, esta final cortó la serie de cuatro 1-0 consecutivos en las definiciones precedentes.
Con el 2-0, se anticipó la despedida de Kroos, un académico del fútbol, un jugador excelso, cuyos toques de pelota ya pasan a engrosar varios capítulos del manual del mediocampista.
El Madrid completó su camino al título sin derrotas. Es más una máquina de sacar resultados positivos que de jugar. Todavía resulta difícil explicar cómo eliminó a Manchester City, está presente lo que sufrió ante Leipzig, tuvo el agua hasta el cuello contra Bayern Munich y el Dortmund lo zamarreó durante un rato. Pero el Madrid es un gran escapista, casi siempre lo hace hacia la victoria cuando parece que está por perder.
Wembley saludó por primera vez al gran campeón europeo. Era una cita pendiente desde el primer título, en 1956. La Champions estrenará en la próxima temporada un nuevo formato, con sistema de liguilla. Este pasa a la historia, nada más justo que archivarlo con Real Madrid campeón.
El equipo de Ancelotti venció 2-0 a Borussia Dortmund, con goles de Carvajal y Vinicius, y conquistó por 15a vez la Champions League, el principal título europeo de clubes Fútbol
Leave a Comment