Misterioso robo en el departamento del padre de una adolescente violada y asesinada por policías
Dos corbatas anudadas imitando una cuerda de ahorcamiento fue lo primero que vio y que le generó una horrible sensación a Gustavo Melmann, el padre de Natalia Melmann, la adolescente de 15 años secuestrada, torturada, violada y asesinada en febrero de 2001 en Miramar por policías bonaerenses, luego de encontrar la puerta de su departamento violentada y entreabierta.
Se desesperó y continuó revisando rincón por rincón. Todo estaba revuelto, principalmente papeles de trabajo y apuntes y fotocopias de la causa del asesinato de su hija que atesora desde hace 23 años, cuando la asesinaron de manera brutal. De inmediato advirtió que le faltaban su notebook marca Levon, una Tablet BGH y dos remeras nuevas y un par de zapatillas Puma, obsequios que recibió por su cumpleaños.
El marco de la puerta estaba destruido porque los intrusos hicieron palanca y le arruinaron también la cerradura. Siguió recorriendo el inmueble mientras llamaba al número de emergencias 911 y esperaba la llegada de la policía que constató el robo. Por supuesto dejó todo como estaba y le remarcó a los agentes cuando llegaron a su domicilio de la zona de Tribunales, en la ciudad de Buenos Aires, el hallazgo de esas dos corbatas prolijamente anudadas como si se tratara de una soga para ahorcar a alguien, y dejadas estratégicamente a la vista en los cajones semiabiertos de su escritorio.
En lo que insistió Melmann ante los uniformados fue en que los ladrones se tomaron el trabajo de sacar las corbatas del placard, atarlas y exhibirlas para que él se diera cuenta, apenas entrara.
“Alguien puede pensar que esto solo pasa en las películas, pero me acaba de suceder a mí y me dejó impresionado porque apenas llegué me pregunté ‘¿Y esto cómo llegó hasta acá, quién perdería tiempo después de robar en hacer algo así? Encima ese día me había ausentado de mi casa a las 13 horas y llegué después de las 24, tuvieron mucho tiempo. Para colmo venía de dos manifestaciones por los crímenes de Ezequiel Demonty y Mariano Wittis, asesinados por policías, igual que le pasó a mi hija. Y asocié, estos me dejaron una advertencia tipo mafia, ya que a Natalia la mataron ahorcándola con el cordón de sus zapatillas”, explicó a LA NACION Melmann.
Melmann recuerda que él y su familia vienen sufriendo amenazas constantes de parte de los policías condenados a reclusión perpetua por “secuestro, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio agravado criminis causae”, como reza la carátula del homicidio de su hija.
“Ricardo Suárez, uno de los policías me dijo en la cara cuando nos encontramos casualmente en un trámite judicial: ‘Cuando esté libre te mato’, así que tengo motivos para sentirme preocupado y amenazado. Es muy violento, enseña kickboxing en el penal de Batán donde está preso”, sostuvo el padre de la adolescente asesinada.
El robo al padre de Natalia Melmann coincide con el momento en que se están concediendo libertades transitorias a otros policías condenados por el crimen, como ocurrió hace un mes con Ricardo Anselmini. Dicho beneficio basado en las evaluaciones de su conducta realizado por el servicio penitenciario bonaerense fue autorizado por la Cámara de Apelaciones en lo Penal N° 1 del Departamento Judicial Mar del Plata integrada por los jueces Gastón De Marco y Esteban Viñas, y consiste en salir libre domingo por medio y cumplir con un curso de “deconstrucción de masculinidades”. Lo que advirtió Melmann es que cuando goza de libertad compartiría el domicilio con otros policías sentenciados por abuso sexual que se encuentran en libertad condicional.
En las últimas horas, según informó el sitio de noticias 0223.com.ar, Anselmini fue visto en un parque del barrio Jorge Newbery de Mar del Plata y fue escrachado por vecinos que lo reconocieron.
Anselmini incumplió las condiciones que le fijaron cuando le otorgaron el beneficio de las salidas transitorias, porque el tiempo que pasaba fuera de la cárcel debía estar en el domicilio que fijó ante las autoridades judiciales y no debía caminar por el aire libre.
Mientras tanto se siguen resolviendo más pedidos de libertades de condenados en la causa del homicidio de Melmann, como la que se tramitó en una audiencia celebrada la semana pasada por parte de los abogados defensores del policía Oscar Echenique, que en principio fue denegada por el Juzgado de Ejecución Penal a cargo del Juez Ricardo Perdichizzi.
Dicha resolución fue apelada por los letrados del suboficial y ahora deberá resolver la mencionada Cámara de Apelaciones en lo Penal N°1 del Departamento Judicial Mar del Plata que le acaba de otorgar el beneficio a Ricardo Anselmini. “Por eso intuimos que se lo van a dar favorable y así van a seguir saliendo uno por uno antes de tiempo, ya que fueron condenados a reclusión perpetua en 2002 y todavía le faltarían tres años para cumplir los veinticinco en prisión”, explica Melmann, y agrega: “Otro que se viene el pedido de Ricardo Suárez, otro policía que mató a Natalia, y nadie le pone freno a esto, no les importa el dolor de los seres queridos de las víctimas que venimos sufriendo hace más de 23 años”.
La semana pasada, Melmann dio a conocer el robo, que ocurrió el 21 de este mes, en una entrevista con el programa de streaming El extremo. En el reportaje dio detalles cómo encontró revuelto su departamento. Ya es el segundo asalto que padece en su vivienda, el anterior fue hace seis años cuando se realizaba el juicio oral a Ricardo Panadero, uno más de los agentes que terminaron como culpables del crimen de Natalia. En esa oportunidad también entraron al mismo departamento barreteando la puerta de ingreso. “Por eso creo que este robo tiene que ver con la causa, si no me van a dejar las corbatas atadas para asustarme”, afirmó.
Gustavo Melmann, la víctima, denunció que el móvil del asalto tuvo que ver con la causa del crimen de su hija Seguridad
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