Mauricio Macri colaboró para voltear el decreto sobre gastos reservados para la SIDE y escala la tensión con el Gobierno
En una demostración de que está dispuesto a tensar su vínculo con la Casa Rosada, Mauricio Macri instruyó al bloque de diputados de Pro que diera quorum en la sesión especial que se desarrolló hoy y rechazara el decreto presidencial 656/24, por el que se incrementó en $100.000 millones los gastos reservados para el sistema de inteligencia. De esta manera, Macri se mostró alineado con la oposición más intransigente para ponerle un freno al Gobierno, en una nueva señal de diferenciación de la gestión de Milei.
El expresidente optó por oponerse a la medida de Milei tras una cumbre de la mesa ejecutiva del partido, que integran Macri, los gobernadores, intendentes y referentes legislativos. La maniobra provocó un fuerte cortocircuito en el seno del bloque que conduce Cristian Ritondo, ya que los diputados que responden a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, promovían la idea de no ayudar a los sectores más duros de la oposición a reunir el número para habilitar la sesión.
Tras el revés que sufrió Milei en el Congreso, el Pro emitió un comunicado para argumentar la decisión de la cúpula partidaria. Lo titularon “Esto no es el cambio”. “Desde el inicio de esta gestión, apoyamos al Gobierno en todas las medidas que apuntalaban al cambio en la Argentina (la Ley de Bases, la ampliación de datos genéticos para seguridad, y más). Pero este DNU de $100 mil millones para inteligencia, en un contexto en el que “no hay plata”, y sin aclarar el uso de los fondos, no es el cambio”, apuntaron las autoridades del partido de Macri.
Y remataron: “El progreso económico requiere instituciones fuertes y transparentes, y de un gobierno austero. En el Pro esos valores son innegociables”.
Mientras que los leales a Macri consideraron que la sesión de hoy era una ocasión ideal para diferenciarse y marcar límites -hay malestar con Santiago Caputo, principal asesor de Milei, por su renuencia a trenzar un acuerdo integral con Pro y, sobre todo, por la discusión que derivó en la designación del senador nacional Martín Lousteau (UCR) como titular de la Comisión Bicameral de Inteligencia-, los bullrichistas miraban de reojo esa postura confrontativa. Y pedían evaluar la opción de la abstención para no colaborar con el kirchnerismo y el sector más crítico del radicalismo.
La votación del decreto exhibió las grietas en Pro. Los bullrichistas Damián Arabia, Laura Rodríguez Machado y Patricia Vásquez desoyeron la orden de la cúpula del partido y votaron en contra de declarar nulo el decreto de necesidad y urgencia (DNU) de Milei. De esa forma, actuaron en sintonía con La Libertad Avanza (LLA). Lo mismo hizo Aníbal Tortoriello, de Río Negro.
ESTO NO ES EL CAMBIO
Desde el inicio de esta gestión, apoyamos al gobierno en todas las medidas que apuntalaban al cambio en la Argentina (la Ley de Bases, la ampliación de datos genéticos para seguridad, y más). Pero este DNU de $100 mil millones para inteligencia, en un…
— PRO (@proargentina) August 21, 2024
En cambio, Silvana Giudici, secretaria parlamentaria del bloque de Pro y dirigente que orbita cerca de Bullrich, y Fernando Iglesias, optaron por la abstención. En tanto, Hernán Lombardi, Sabrina Ajmechet y Gerardo Milman se ausentaron en el momento de la votación. En total, hubo once ausencias en la bancada de Ritondo, quien se encuentra en el exterior por una visita a Silicon Valley, en San Francisco.
Ayer, una mayoría del bloque de Pro, que tiene 37 integrantes, se inclinaba por la alternativa de no dar quorum en la sesión especial para declarar la nulidad del decreto sobre los fondos reservados para la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para tomar distancia del movimiento de la oposición más férrea al Gobierno -la movida fue promovida por Encuentro Federal, el espacio de Miguel Ángel Pichetto, el radicalismo, la Coalición Cívica, de Elisa Carrió, y contó con la asistencia de Unión por la Patria- y, de esa manera, blindarse de pagar un eventual costo frente a su electorado.
Sin embargo, el grueso de la bancada de Ritondo entendía que, en caso de que se lograra el número para sesionar, debían rechazar el decreto de Milei porque era “invotable”. Consideran que el Gobierno no justificó ni explicó los motivos de la asignación de fondos reservados de 100.000 millones de pesos a la SIDE, que conduce Sergio Neiffert, un hombre de confianza de Caputo, el influyente estratega del Presidente. Es decir, creen que los funcionarios nacionales deberían haber argumentado las razones que motivaron un giro de esa magnitud.
“No se entiende la impericia de este Gobierno y por qué no quieren que trabajemos medianamente en conjunto”, despotrica uno de los referentes de Pro que luce más proclive a ayudar a la gestión de Milei.
Días atrás, Maximiliano Ferraro, titular de la CC, denunció que la SIDE ya había gastado, en apenas 21 días, el 80% de los 100.000 millones de pesos en fondos reservados que asignó Milei. No obstante, el Ejecutivo argumentó que aún esos fondos no fueron erogados.
Durante la reunión por Zoom de la mesa ejecutiva de Pro, el expresidente, el jefe porteño, Jorge Macri, y el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, instaron a sus pares a adoptar una postura más combativa y ordenarles a los diputados que dieran quorum y voten en contra de la asignación de recursos para el servicio de inteligencia.
Macri ejecuta la jugada después de que hiciera públicas sus críticas al “entorno” de Milei y la capacidad de gestión del Gobierno. El expresidente considera que el asesor todoterreno del Presidente es el responsable de obturar la chance de discutir un acuerdo institucional con Pro ya sea para conformar una alianza electoral o nutrir a organismos clave de la administración pública -luce interesado en las áreas de transporte, infraestructura y energía- con dirigentes macristas que cuentan con experiencia en la función pública, como Javier Iguacel o Guillermo Dietrich, entre otros.
El exmandatario machaca con que se cansó de ofrecerles a Milei y Caputo la chance de acercar a cuadros técnicos de Pro para que ocupen puestos en segundas y terceras líneas de la administración nacional que están vacantes. No obstante, percibe que Caputo prefiere tender puentes con el peronismo antes de explorar un pacto con Pro.
Hace apenas tres semanas, Macri reapareció en público para relanzar Pro, el partido que fundó hace veinte años y atraviesa ahora una profunda crisis de identidad por el inesperado ascenso de Milei en el poder. En su regreso al centro del ring, Macri expresó un fuerte apoyo al rumbo de la gestión de Milei, pero apuntó contra su “entorno”, cuestionó que “muchos organismos” sigan “en manos de Sergio Massa” y calificó como “un error” la postulación de Ariel Lijo a la Corte.
“Pudimos ayudar a pesar de su entorno”, enfatizó. Luego, en un raid mediático, confirmó que se refería a Caputo y al exjefe de Gabinete Nicolás Posse. En la intimidad acusa al asesor presidencial por el destrato que recibió durante la firma del Acta de Mayo en Tucumán y los intentos por quitarle protagonismo a Pro en la nueva configuración del tablero de poder. También deslizó que la gustaría conocer con mayor profundidad a Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia.
Macri había mantenido un largo encuentro con Milei en Olivos antes de encabezar su acto partidario. En esa charla, le adelantó el contenido de su discurso y sus cuestionamientos a los manejos de Caputo. La semana pasada, según consignó LA NACION, el expresidente volvió a cenar con el jefe del Estado en la quinta presidencial. Trascendió poco y nada de esa conversación, pero en Pro se especulaba con un acercamiento para que ingresen a cuentagotas más dirigentes macristas en puestos codiciados de la administración nacional.
Lo definió el presidente de Pro tras una cumbre virtual con los gobernadores y jefes partidarios; el sector de Patricia Bullrich desoyó la orden y se agudizan las grietas en el bloque; “Esto no es el cambio”, advirtió la cúpula macrismo Política
Leave a Comment