Habló el padre de uno de los paracaidistas a los que les tiraron cal viva en su iniciación​

Luego de que se conociera la “ceremonia de bautismo” de 35 paracaidistas egresados del Regimiento 14 del Tercer Cuerpo de Ejército, donde los oficiales les arrojaron cal viva provocándoles heridas de distinta gravedad a los oficiales recibidos, la fuerza de seguridad dijo que hubo “un error” y que se confundió ese material típico de la construcción con harina. “Eso es lo más increíble”, afirmó el padre de uno de los soldados afectados. “Estoy muy alejado de la construcción, pero entiendo lo que es la harina y lo que es la cal”, añadió el hombre, descontento con la respuesta oficial.

“Hubo alguien que consiguió la cal. Pasó por muchas manos y por eso llegó hasta ahí. Es increíble que nadie se haya dado cuenta”, agregó el padre en diálogo con TN. E ironizó: “No sé a quién mandaron a comprar”. El hecho ocurrió el pasado 17 de mayo.

“Gracias a Dios no pasó a mayores, porque fue muy grave”, criticó Víctor que, para resguardar a su hijo de posibles represalias prefirió solo dar su nombre.

El padre de uno de los 35 soldados voluntarios afectados, de entre 20 y 25 años, contó lo que la cal viva, mezclada con la sidra que también les arrojaban y la propia transpiración de los paracaidistas, les hizo. “Los quemó literalmente, por fuera y a muchos por dentro. Entre 10 y 15 de ellos terminaron internados en el Hospital Militar. A algunos les tuvieron que hacer lavajes de estómago, otros sufrieron quemaduras en las vías aéreas respiratorias”, detalló Víctor.

“Se quisieron tapar estas costumbres arcaicas”, denunció el hombre, indignado, y contó que a su hijo “le afectó poco” a la salud el incidente, pero, sin embargo, cuestionó que al joven y a otros colegas no los dejaran salir del cuartel pese a que no estaban internados. “Me comentaron que empezaron una investigación interna, que los hicieron declarar a todos, pero nadie de los supuestos culpables fue apartado o sancionado. Hasta donde yo sé el tema está tapado, no quieren que se sepa”, arremetió.

La investigación por lo sucedido está en manos del fiscal federal Carlos Casas Nóblega, que la recibió de su par Maximiliano Hairabedian, quien tomó declaración a dos de las víctimas, a las que citó. La denuncia fue hecha por un tercero que no estuvo involucrado directamente en el hecho.

“La idea era, con ellos formados en fila, que les gritaran ‘¡paracaidistas!’, ellos respondiera ‘¡siempre!’ y les arrojaban un puñado de harina y un chorro de sidra. Pero en vez de harina les tiraron cal viva en la cara, en la boca”, detalló el martes a este diario el abogado de una veintena de las víctimas, Jerónimo Argañaraz.

Desde el Ejército confirmaron los hechos ocurridos en el campo de instrucción de Córdoba. “Se ordenó el inicio de actuaciones disciplinarias internas, en el marco de las cuales se determinó la existencia de una falta disciplinaria por ausencia de control. A todos los responsables se les impusio las correspondientes sanciones disciplinarias”, añadieron las fuentes consultadas.

“Son vejaciones porque terminan siendo una tortura totalmente innecesaria a unos subordinados que no pudieron abstraerse voluntariamente porque fue emitida una orden”, arremetió además el abogado en declaraciones a radio Mitre. En su opinión, el error al que se refiere el Ejército “está totalmente descartado”.

“¿Cuánto esperaste vos para darte cuenta de que en realidad no estabas tirándole harina sino que era cal? Se aprecia en el video que los muchachos se levantan, uno vomita, tosen de manera desmedida”, agregó Argañaraz.

​ “Estoy muy alejado de la construcción, pero entiendo lo que es la harina y lo que es la cal”, añadió el hombre, descontento con la respuesta oficial de que había habido “un error”  Seguridad 

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