Es la verdura que más se consume en el país, tiene infinidad de usos en la cocina y puede ser parte de tu huerta​

El nombre científico de la papa es Solanum tuberosum y es un cultivo de estación fría. Producir una hortaliza tan humilde en casa puede ser poco tentador, pero una papa fresca, recién cultivada y cosechada, tiene un sabor muy diferente al de una papa que ha estado almacenada. Si bien el tubérculo resiste sin deteriorarse (una de las ventajas que lo hizo tan popular en la historia de Occidente), los almidones de la papa sufren transformaciones con el paso del tiempo, produciendo una textura y sabor menos deseables. De hecho, existe la denominación “papa nueva” para aquella cosechada levemente antes de tiempo, de piel delgada, menor tamaño y sabor apenas dulzón. Dura menos en buen estado, y es por eso que difícilmente la encontremos comercializada.

Cultivo en casa

El momento ideal para iniciar un cultivo es la primavera, pero si el invierno es suave y sin heladas puede comenzarse un poco antes. Las papas crecen en tierra suelta, con buen drenaje y ligeramente ácida (pH 5-6); no se dan bien en condiciones de inundación y hay que cuidar que la zona radicular tenga un drenaje adecuado. El tubérculo mismo es el punto de partida necesario para hacer una nueva planta: cuando se planta una pieza del tubérculo se le llama una “semilla” de papa. ¿Cómo se obtienen? Los tubérculos de papa tienen “ojos” en la superficie de la piel, a partir de los cuales crecen brotes. Los tubérculos están listos para ser cortados, del tamaño de un huevo cada una, cuando uno o más ojos comienzan a germinar. Pueden cortarse antes de que broten en su totalidad: el corte causará que más ojos en la semilla germinen.

Una vez listas, las “semillas” se plantan a entre 20 y 25 cm de profundidad, dejando 35 cm entre ellas. No requiere grandes cuidados más allá de retirar a menudo las hierbas y malezas y, de ser posible, fortificar con potasio a través de fertilizantes. El cultivo de papa sigue un itinerario conocido: etapa de brote, crecimiento vegetativo, iniciación del tubérculo, llenado del tubérculo y maduración. Durante la primera parte (aproximadamente un mes), los ojos de una papa previa brindan sus brotes, que emergen de la tierra. El tubérculo semilla es la fuente principal de energía y nutrientes en esta etapa de desarrollo. El crecimiento vegetativo dura entre un mes y 55 días. En esta etapa se forman las hojas, los tallos y el sistema de raíces de la planta, que se prepara para el almacenamiento de nutrientes en los tubérculos, cuya iniciación demanda de 55 a 70 días y comienza en el extremo de los estolones (tallos subterráneos), aunque aún no “engordan” en ese momento.

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Esto normalmente ocurre antes de que las plantas florezcan. La absorción de nutrientes aumenta rápidamente durante esta etapa de desarrollo. Los tubérculos recién tomarán mayor volumen en la siguiente etapa, que lleva de 2 a 3 meses según la variedad. Es importante el aporcado para su cultivo, es decir, cubrir con tierra la base de la planta a medida que los tubérculos empiezan a crecer, para evitar que queden expuestos.

Si el aporcado falla, las papas pueden verdearse y resultar incluso tóxicas. La absorción de nutrientes en esta última etapa disminuye, mientras los almidones y azúcares se acumulan. Finalmente, la maduración de los tubérculos los conduce a su máximo tamaño, mientras las partes superiores de la planta se secan y mueren. El transporte de nutrientes a los tubérculos sigue contribuyendo al endurecimiento de la piel, que prolongará luego su vida útil ya almacenada. Los tubérculos de papa están latentes de forma natural durante un período después de la cosecha: significa que no tienen actividad como semilla, no brotarán. Estos tubérculos latentes se pueden almacenar unos días, en la luz, a temperatura ambiente para “romper latencia” si queremos aprovecharlos para un nuevo ciclo de cultivo. Nunca deben guardarse expuestos directamente al sol.

Tarta con base de papa

Esta idea sale bien con cualquier relleno. Como es una base delgada, es preferible idear tartas bajas, que no resulten demasiado frágiles y que no opaquen el sabor suave de la papa. Queda muy bien para tarta de espinacas: 2 atados de hojas verdes bien lavadas, salteadas con dos cebollas transparentadas en oliva y sal, escurridas y mezcladas con 250 gramos de ricota, también muy bien escurrida, y 2 huevos.

Ingredientes (para tartera de 22cm):

Base:

1 papa grande o 2 pequeñasAceite c/nSal y pimienta

Relleno:

2 atados de hojas verdes lavadas2 cebollas250 gr de ricota2 huevos

Preparación:

Si la papa es orgánica, puede usarse lavada y con piel; caso contrario, mejor pelarla. Cortarla en láminas lo más finas posible (lo ideal es con mandolina). Aceitar el molde de tarta y disponer las láminas de papa de forma tal de forrar toda la base y las paredes, intercalándolas un poco como para que no queden grietas ni agujeros. Salpimentar.Llevar a horno medio a fuerte por diez minutos, hasta que los bordes de la papa se doren.Retirar y colocar el relleno sobre la base.Para el relleno: saltear la cebolla con oliva y sal, agregar las verdes y cocinar. Retirar del fuego, colar y agregar los huevos y la ricota.Retornar al horno por el tiempo que requiera el relleno deseado (el sugerido necesitará unos 30 minutos) y desmoldar cuidadosamente una vez cocido.

Sopa crema de papa y repollo

Ingredientes:

1 cdta. de Garam masalaAceite de oliva o manteca c/n1 cebolla mediana2 papas medianas1 repollo blanco o colorado grande (600 g aprox.)2 tazas de agua2 tazas de leche o caldoSal, pimientaOpcional: gotas de vinagre

Preparación:

Calentar muy lentamente el aceite con las especias en la olla para la sopa. Cuando esté caliente, agregar la cebolla picada y saltear. Salar. Agregar la papa pelada, en cubos, y saltear un poco más.Picar todo el repollo en juliana. Separar un tercio y reservar. Agregar a la olla los otros dos tercios. Salpimentar, revolver, dejar aflojar los vegetales. Si usan salsa de soja, agregar un chorrito. Incorporar el agua, tapar y dejar cocinar unos minutos.Mientras tanto, en una sartén con aceite de oliva, saltear el tercio de repollo en juliana que reservamos hasta dorarlo. Salpimentar. Volver a la olla de la sopa: agregar la leche vegetal (o lo que elijan), el vinagre si lo desean y cocinar unos 10 minutos más.Mixear la preparación y servir la sopa cremosa con un poco del repollo extra salteado por arriba.

​ Natalia Kiako ofrece dos recetas para disfrutar de la papa.  Revista Jardín 

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