En una lucha contra la tracción a sangre, creó eco-triciclos y los intercambia a recicladores por sus caballos​

“A Estrella la tuvimos dos años, era muy linda, muy obediente y jovencita. Llegó a casa de más pequeña y creció un poco conmigo en el tiempo que la tuve, pero no iba a crecer mucho más”, recordó David Emanuel Costello, de 27 años, un reciclador hace cuatro años. “Yo a Estrella se la compré a un muchacho que la usaba mucho para trabajar. La encontré en pésimas condiciones, estaba muy mal, fue una especie de rescate el mío, pero al tiempo, vi que podía salir por este lado, por el triciclo. Me di cuenta de que ella podía tener una vida mucho mejor de la que yo le podía dar”, expresó el trabajador quien vive en Quilmes.

Costello sale todos los días y a toda hora a recolectar, menos cuando llueve. Hace ocho meses intercambió a Estrella por un Torky, un eco triciclo de carga trasera que no dificulta la visibilidad y que es liviano para pedalear. Él recibió el vehículo a cambio de Estrella para que la yegua pudiera ser enviada a un refugio de caballos. Ese fue el trato.

A pesar de que en la Argentina está prohibida la tracción a sangre, todavía existen recicladores que utilizan animales para impulsar sus carros que transportan gran peso en materiales: en este contexto, Juan Ignacio Guajardo creó Torky Mobility.

“Torky surgió en 2016 cuando decidí desarrollar un vehículo liviano a pedal y que sea accesible para la mayoría de las personas. El primer prototipo de vehículo fue de paseo, de madera para dos personas pedaleando uno al lado del otro. En ese proceso creativo me fui cruzando con muchos cartoneros a pie y a caballo, fue entonces cuando me pregunté: ‘¿Cómo puede ser que no exista un vehículo que les facilite la tarea de logística de recolección?’. A partir de ahí decidí que iba a desarrollar un vehículo de carga trasera para que no dificultara la visibilidad, que sea liviano para pedalear, cómodo para que no genere dolores por usarlo 6 a 8 horas diarias y con muy bajo costo de mantenimiento para los recicladores puedan mantenerlo”, explicó Guajardo, quien ya entregó más de 290 triciclos a recicladores.

El proceso de diseño del vehículo fue clave para lograr un producto que se adapte realmente a las necesidades de los recicladores, pero al mismo tiempo sea ecológico y económico: “Fue tomando forma en paralelo que iba conociendo y charlando con recuperadores en las calles, preguntándoles cómo trabajaban, qué molestias físicas les generaban los carros a pie o a caballo, cuántas cuadras diarias recorrían y en qué tiempo, cuánto peso podían llevar, entre otros detalles”.

“Toda esta investigación fue dándome parámetros para poder volcar los al diseño del vehículo que iba a reemplazar la tarea de los carros a pie y a caballo”, explicó Guajardo, quien trabaja junto a la Asociación Civil Cambio de Huella, quienes se encargan de identificar y conversar con los carreros a caballo y explicarles por qué es una mejor opción realizar la recolección a pedal que sometiendo a ese esfuerzo a los caballos.

Por otro lado, Cambio de Huella también se encarga de localizar campos donde los caballos pueden vivir libres y recibir los cuidados necesarios para que tengan salud.

Según contó Guajardo, los primeros años que Torky intentó entrar en el mundo de la recolección, los recuperadores eran muy reacios a probar un vehículo a pedal, “porque suponían que iba a ser pesado para pedalear, y que las ruedas no iban a resistir el peso”.

“Los que tienen más contacto con los carreros son los municipios y los proteccionistas de caballos, pero nosotros sabemos que no es tanto lo que ellos dicen de que no hacen esfuerzo, va más por el lado de la cuestión cultural de desarraigo”, señaló. Y explicó: “Algunos trabajadores sienten que no pueden entregar el caballo porque ellos tienen algo que defender. Es algo casi combativo: ‘No, no me van a sacar el caballo porque no me van a sacar de mi oficio. Y si me dan otro vehículo es como que me están cambiando mi forma de trabajar”.

Aunque destacó: “Actualmente ya son muchos los que conocen los beneficios del Eco Torky, así que estamos contentos por haber insistido para romper ese mito de que no iba a funcionar.

No obstante, a David, Torky le llamó la atención desde un primer momento: “Llegué a conocerlo por un folleto que vi colgado afuera de un colegio donde anunciaban que se entregaba un triciclo a cambio de un caballo. Fue ahí donde empezó todo, me contacté con la gente de Torky y de la ONG, que fue la que me lo entregó, y ahí hicimos el intercambio”.

“Mi impresión fue muy buena porque vi por primera vez un triciclo a pedal y justo podía hacer el cambio, fue algo muy lindo. La idea me gustó mucho, pude hacer el intercambio porque estaba convencido de que iba a ser mejor para mí y para Estrella. Estoy agradecidisimo”, expresó David, quien vive en Quilmes junto a su esposa y sus tres hijos.

Dardo Bertone, tiene 37 años y es de la ciudad de Santo Tomé, ubicada en la provincia de Santa Fe. Él forma parte de la única cooperativa de Eco Recolectores que existe en la ciudad mencionada.

“Nosotros empezamos a reciclar más que nada plástico porque acá no había nadie que lo trabaje. Acá se dedicaban todos a los que es cartón, vidrio, metales, pero el plástico quedaba fuera. Fue entonces cuando decidimos hacernos cargo de esta problemática que es muy grande en la ciudad”, recordó Bertone.

Y sobre los valores de la cooperativa detalló: “Lo que buscamos siempre fue seguir en la misma línea de pensamiento y de acciones que realizamos. Siempre tratando de reducir la huella de carbono, movilidad sustentable y todo lo relacionado con esa propuesta”.

“Nosotros generalmente las cosas las buscábamos en bicicleta porque no hacemos el trabajo en la calle: nos vamos caminando por la calle o recorriendo. Trabajamos con puntos verdes en diferentes lugares, como clubes, vecinales, domicilios particulares que se prestan para eso. Así fue como buscando en las redes, tratando de conocer más de esto, nos aparece Torky”, contó Bertone.

Y continuó: “Hace más de dos años que crucé el primer mensaje con Juan de Torky, desde ahí fuimos yendo y viniendo, pero nunca concretamos nada porque no llegábamos con la plata. Como nosotros nos solventamos de manera independiente, se nos hacía un poco más difícil, pero estábamos fascinados con la idea”.

“Después de unos años, apareció Eric, que es el dueño de una empresa de Sauce Viejo. Él había visto como los cartoneros en Buenos Aires trabajan con caballos o tirando de los carros ellos mismos y optó por comprar un montón de Torkys, habló con nosotros y nos dio un comodato”, contó Bertone con entusiasmo.

Los recolectores de la cooperativa trabajan con estos vehículos hace casi seis meses y aseguran que después de dos años de buscarlo la recolección se les facilitó de gran manera: “Si bien teníamos la otra bicicleta, los volúmenes de plástico que llevamos ahora no los podíamos transportar antes. Quizás podíamos llevar un bolsón, más no. En cambio, en el Torky podemos llevar dos bolsones, tres inclusive. Y el tema del peso también, nosotros tenemos por ahí que buscar cartones, vidrio también, porque si bien nos dedicamos al plástico, recibimos cualquier tipo de material y lo hemos llegado a cargar con 250 kilos y el vehículo respondió sin problema”.

“Podemos hacer todo con mayor liviandad, es más práctico y cómodo”, detalló. Y destacó: “La rapidez en todo esto es increíble porque lo que a nosotros por ahí nos llevaba toda la mañana, ahora nos toma menos tiempo. Arrancábamos a las ocho de la mañana y terminábamos a las doce del mediodía de dar la vuelta que teníamos estipulada. Ahora, en dos horas ya está hecho. Eso es impagable”.

Las características del vehículo

“Se tomó la decisión de que el vehículo sea de tres ruedas para evitar el uso de suspensión, ya que pese a la irregularidad del terreno los triciclos siempre apoyan sus 3 ruedas. La tracción es delantera, para simplificar la mecánica, ya que no hay que llegar con la cadena hasta el tren trasero”, describió Guajardo.

Sobre las comodidad del triciclo detalló: “El asiento es del tipo recumbent, osea que en vez de usar un asiento típico de bicicleta, diseñamos un asiento donde el conductor o conductora puede apoyar la cola y espalda, evitando lesiones en próstata, cuello, lumbares, codos y muñecas porque esta posición deja de ejercer el peso en todo el tren superior y permite pedalear en una posición relajada como si estuviese sentado en un sillón”

“El material del asiento es una estructura de caño de acero y un tejido elástico con cordones de PVC, similar al del asiento de un colectivo, lo que permite la higiene, la respiración y la suspensión, logrando una posición ergonómica. La carga es trasera para no tapar la visión por los grandes volúmenes de carga que implica la recolección de materiales reciclables. Las ruedas tienen llantas, rayos y mazas reforzadas, además de cámaras y cubiertas de moto para transitar por todo tipo de terreno y resistir hasta 250kg de carga, más el peso del conductor”, señaló el creador de Torky.

​ Torky Mobility es un emprendimiento que busca darles a los recuperadores urbanos una alternativa amigable con el medioambiente;  Sociedad 

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