El Alzheimer estaría vinculado más a un factor clave de la vida moderna y no al alcohol o la obesidad​

Un reciente estudio realizado por investigadores del Rush University Medical Center de Chicago reveló que la exposición a la luz artificial durante la noche es un factor ambiental que puede influir en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer (EA).

De hecho, los investigadores afirman que ese factor posee un nivel de prevalencia mayor para el desarrollo del alzheimer que otras variables usualmente estudiadas como el abuso de alcohol, la enfermedad renal crónica, la depresión, la insuficiencia cardíaca y la obesidad.

Los responsables del estudio caracterizaron como “sorprendente” el hecho de que la exposición a la luz nocturna se asoció más fuertemente con la prevalencia de Alzheimer en los menores de 65 años que cualquier otro factor covalente examinado.

En esa línea, destacaron que la influencia de la exposición a la luz nocturna en ese grupo de edad demostró tener mayor influencia aún que las covariantes típicamente más influyentes como la fibrilación auricular, la diabetes, la hiperlipidemia, la hipertensión y el accidente cerebrovascular.

Alzheimer: más años de vida, más exposición a la contaminación lumínica

El estudio, que se publicó en la revista Neurosci, se planteó analizar la conexión entre la exposición a la luz y la incidencia de Alzheimer, porque los expertos comprendieron que si el incremento en la esperanza de vida constituye un factor relevante para el incremento de la patología durante los últimos 100 años, también en ese lapso la contaminación lumínica se ha incrementado.

“Hoy en día, la mayoría de las personas que viven en áreas urbanas y suburbanas no pueden ver la luz celeste natural debido a la contaminación lumínica y hasta el 80 % de la población mundial sufre ese fenómeno”, precisaron los investigadores, quienes advirtieron que si bien el efecto en la salud de este factor se estudió para diversas patologías, “quedó demostrado que “existe una asociación positiva entre la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer y la intensidad media de la luz nocturna al aire libre en los Estados Unidos”, para todos los grupos de edad, así como su rol preponderante en los menores de 65 años.

Asimismo, según detallaron las comunidades amish, que poseen menor exposición tienen una menor prevalencia de deterioro cognitivo en individuos de edad avanzada en comparación con la población general.

A la hora de detallar cuáles son los mecanismos por los cuales la exposición a la luz durante la noche puede influir en el desarrollo o la progresión de la enfermedad de Alzheimer, los científicos explicaron que:

La exposición a la luz por la noche se asocia con la interrupción del sueño. Esto puede promover la inflamación y alterar negativamente la eliminación de la beta amiloide que se asocia con la pérdida de neuronas.La exposición a la luz por la noche puede alterar los ritmos circadianos que preceden a los síntomas de la EA en los humanos. “Los ritmos circadianos regulan los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día. La palabra circadiano significa “alrededor de un día”. Proviene de las palabras latinas “circa” (alrededor) y “diem” (día), detallan desde el Departamento de Salud y Servicios Humanos de USA.

“En conjunto, existen numerosos mecanismos por los cuales la exposición a la luz durante la noche puede afectar la EA, las contribuciones relativas de estos mecanismos requerirán investigación adicional”, concluyeron.

​ Un estudio reciente sugiere que el Alzheimer podría estar más vinculado a un factor clave de la vida moderna, como el estrés crónico o la contaminación, que a factores como el alcohol o la obesidad, afectando significativamente a menores de 65 años.  Cuidado del cuerpo y belleza 

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