Buscan cerrar el cerco sobre Joe Biden: más demócratas piden que baje su candidatura
WASHINGTON.– Al menos cuatro demócratas de alto rango de la Cámara de Representantes dijeron hoy a sus colegas en privado que era hora de que el presidente Joe Biden pusiera fin a su campaña, durante una reunión virtual para discutir el futuro de su candidatura después de un desempeño desastroso en el debate, según tres personas informadas sobre la sesión.
El diario The New York Times dijo que las conversaciones privadas reflejaron una creciente sensación de pánico entre los principales demócratas sobre la viabilidad de la candidatura de Biden en medio de crecientes preguntas sobre su edad, agudeza mental y aptitud para el cargo, y mientras él rechaza desafiantemente las sugerencias de que abandone la carrera.
Entre los principales demócratas que le dijeron a sus colegas que Biden debería hacerse a un lado estaban los representantes Jerrold Nadler, de Nueva York, el demócrata de mayor rango en el Comité Judicial; Adam Smith, de Washington, el miembro de mayor rango del Comité de Servicios Armados; Mark Takano, de California, el miembro de mayor rango del panel de Asuntos de Veteranos, y Joseph D. Morelle de Nueva York, el demócrata de mayor rango en el Comité de Administración, según las fuentes, incluidas dos que estuvieron presentes en la reunión y todas las cuales insistieron en el anonimato para discutir una reunión virtual confidencial sobre un tema delicado.
Un quinto legislador, el representante Jim Himes de Connecticut, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia, también expresó incertidumbre sobre el camino a seguir de Biden, dijo una de las personas.
El representante Hakeem Jeffries, de Nueva York, el líder de la minoría, convocó la reunión de alto nivel como una sesión de consulta para decidir cuán agresivos y públicos querían ser los demócratas al expresar sus preocupaciones ante la postura desafiante del presidente de que “solo la intervención divina” podría obligarlo a abandonar la carrera.
Él y otros líderes se mantuvieron en gran parte en silencio mientras se desarrollaba la reunión, y los legisladores se turnaron para compartir sus pensamientos sobre la viabilidad de Biden, y algunos señalaron que sus electores querían que se retirara.
Otros legisladores dijeron que ellos mismos sentían que debía hacerlo.
Los participantes no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios sobre lo ocurrido durante la llamada privada.
La reunión se produjo mientras los miembros del Congreso se preparaban para regresar a Washington después de un receso de una semana para enfrentar preguntas sobre la viabilidad de Biden como candidato y sus propias posibilidades de mantener el Senado y recuperar la Cámara en noviembre.
Si bien ningún líder demócrata del Congreso ha pedido públicamente a Biden que se haga a un lado, cinco demócratas de la Cámara de Representantes lo han hecho, y la ansiedad ha comenzado a surgir también entre los senadores.
En otro orden, Bill Stevenson, exmarido de Jill Biden, se dijo “preocupado”. Joe Biden “debería someterse a un test cognitivo” porque parece que “tiene problemas”, dijo en una entrevista con el New York Post.
Stevenson, que estuvo casado con la primera dama de 1970 a 1975, dice no obstante que espera que Biden “permanezca en la carrera y sea derrotado por Donald Trump. Sería mejor para el país. Mi vida era mejor, la economía era mejor, todo fue mejor con Trump”.
En este contexto, Biden instó a sus seguidores a mantenerse unidos en torno de su postulación en un apasionado servicio religioso en el que el pastor aludió a las enseñanzas bíblicas afirmando que “nunca hay que descartar a José”, y culpó a la envidia de intensificar la presión de algunos demócratas para que abandone su candidatura a la reelección.
Hablando desde un escenario flanqueado por el sol procedente de las vidrieras en la iglesia de God in Christ de Mount Airy, en el noroeste de Filadelfia, Biden, de 81 años, bromeó por las preocupaciones sobre su edad, y dijo “sé que aparento 40, pero llevo haciendo esto mucho tiempo”.
“Sinceramente, nunca he sido tan optimista sobre el futuro de Estados Unidos si permanecemos unidos”, afirmó. No utilizó “teleprompter” –un apuntador electrónico para leer un texto preparado–, algo cada vez más habitual desde su desastroso desempeño en el debate del mes pasado, sino que habló con un discurso redactado.
El presidente hizo estas afirmaciones después de que el pastor Louis Felton lo comparara con José y la historia bíblica de su “capa multicolor”. José fue vendido como esclavo en Egipto por sus envidiosos hermanos, para acabar obteniendo un alto cargo en el reino del faraón y hacer que sus hermanos le rogaran ayuda sin haberlo reconocido.
“Nunca descarten a José”, rogó Felton. Luego, refiriéndose a los demócratas que han pedido a Biden que se aparte, dijo: “Eso es lo que pasa, señor presidente. La gente está envidiosa de usted. Envidiosa de su firmeza, envidiosa de su favor. Envidiosa de la mano de Dios sobre su vida”.
Biden se reunió más tarde con miembros de sindicatos y demócratas locales en Harrisburg, capital del disputado estado de Pensilvania, antes de regresar a Washington, donde los líderes de los países de la OTAN se reunirán en una cumbre de tres días a partir del martes para conmemorar el 75° aniversario de la alianza militar.
Agencias AP y diario The New York Times
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