Vio un pedido de ayuda para una gata, la rescató y cuando la acarició supo que había llegado justo a tiempo: “Yo solo la acompañé”​

Era una tarde calurosa de febrero en la oficina donde trabaja. Después de una jornada agitada, cargada de tareas y que todavía no había terminado, decidió hacer una pausa y navegar por las redes sociales. “En un momento de desconexión en la oficina, de esos que todos necesitamos, vi un aviso con un pedido de rescate: tenía una foto y la información del lugar donde estaba ella, una gatita recostada en un estacionamiento”, recuerda Fernanda Di Candia.

No supo qué fue exactamente lo que la conmovió hasta las lágrimas al ver aquella imagen. Miró una y otra vez la publicación y se decidió: “cuando salga de la oficina, voy a buscarla. Si está ahí, me la llevo”, pensó con firmeza. No era la primera vez que ayudaba a un animal necesitado. Manejó desde la ciudad de Buenos Aires hasta Pilar.

Pensó que tenía familia y lo salvó de ser atropellado pero horas más tarde seguía en la calle: “Me miró con ojitos tiernos y tristes”

“Era invisible y nadie la ayudaba”

“Llegué al lugar luego de varias horas, y la gatita tricolor todavía estaba recostada en el mismo lugar, como si no se hubiera movido. La gente caminaba al lado de ella, pasaba de largo, pagaba su estacionamiento, pero nadie la observaba ni mucho menos se detenía a preguntarse qué hacía allí. Era invisible para la mayoría”.

Se acercó con cuidado, la tomó entre sus brazos y la subió al auto. En cuanto llegaron a la casa, Fernanda armó todo lo necesario para que la gata pudiera reponerse del abandono. La bautizó Clarita. “Lo primero que hizo fue comer, luego dormir y volver a comer. Pedía mimos, las pulgas caminaban por su cara. Poco a poco se dejó acariciar y, al recorrer su cuerpito delgado pude notar que tenía la pancita más grande que lo normal. Y de pronto comprendí todo: Clarita estaba preñada y sus crías se movían dentro del vientre”.

El embarazo en las gatas suele durar entre 63 y 65 días, aunque puede oscilar entre 58 y 70 días. Suele transcurrir con tanta discreción, sobre todo durante las primeras fases, que resulta difícil darse cuenta, excepto para los más experimentados. No es hasta la última etapa de la gestación que empieza a notarse y el único indicio es un aumento de peso del animal concretamente en la zona del abdomen, indican desde Purina ProPlan.

Fernanda supuso que faltaría al menos una semana para que diera a luz. “Mi ansiedad e inexperiencia me llevaron a ver videos de partos, de alimentación en esa etapa, de la importancia de desparasitar al animal y más. Debo decir que uno se siente responsable y gana el estímulo por aprender. Una veterinaria de esas que no abundan me recomendó no invadirla con estudios ya que ellas son sabias y hacen todo solas”.

“Yo solo la acompañé”

Así fue. A la semana nacieron cinco gatitos sanos y diferentes: tres hembras y dos machos. Una vez en trabajo de parto, generalmente los gatitos nacen bastante rápido con un pequeño esfuerzo abdominal de su madre. La mayoría de las gatas limpian el gatito, cortan el cordón umbilical y comen la placenta sin necesidad de intervención humana. Normalmente dan de mamar al primer gatito y a los siguientes durante el proceso de alumbramiento. “Yo solo acompañé a Clarita y, tal como me habían anticipado, ella hizo todo. Yo solo le daba agua y miraba asombrada. Hicimos una suerte de sincronización: Clarita se ocupaba de sus bebes y yo de ella, fuimos el equipo perfecto. Me sentía orgullosa de nuestro logro”.

Los gatitos fueron creciendo y al cumplir los 40 días Fernanda buscó adoptantes para ellos. Pero su tarea no había terminado ahí: “debía esterilizar a Clarita para también buscarle un hogar y yo seguir con mi granito de arena de ver menos animales sufriendo en la calle”. Clave en el control de la sobrepoblación de perros y gatos, la castración previene que las gatas sufran enfermedades y que se reproduzcan de forma geométrica, lo que representa un grave problema en la actualidad.

“Desde los siete meses hasta los diez a doce años las gatas pueden quedar preñadas. La gestación dura dos meses y cada hembra puede parir entre uno y seis gatitos -aunque el promedio por camada es entre tres o cuatro-. Las gatas pueden quedar embarazadas hasta cuatro veces por año, por lo que a lo largo de su vida pueden tener más de cientos de gatitos. Y aunque estos números dependen de varios factores como la raza, el tamaño y el estado de salud de los gatos, es importante tenerlo en cuenta para concientizar acerca de la necesidad de esterilizar a los animales”, asegura Carlos Vázquez, veterinario de Purina.

Sin duda, el paso de Clarita por la vida de Fernanda marcó un antes y un después. “Fue una experiencia que me llenó el alma y me ayudó a planificar cómo serán mis futuros años: Clarita me enseñó que hay pequeños proyectos que nos dan motivo para seguir en este mundo tan adverso”.

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Si tenés una historia de adopción, rescate, rehabilitación o ayudaste a algún animal en situación de riesgo y querés contar su historia, escribinos a bestiariolanacion@gmail.com

​ Era una tarde calurosa de febrero en la oficina donde trabaja. Después de una jornada agitada, cargada de tareas y que todavía no había terminado, decidió hacer una pausa y navegar por las redes sociales. “En un momento de desconexión en la oficina, de esos que todos necesitamos, vi un aviso con un pedido de rescate: tenía una foto y la información del lugar donde estaba ella, una gatita recostada en un estacionamiento”, recuerda Fernanda Di Candia.No supo qué fue exactamente lo que la conmovió hasta las lágrimas al ver aquella imagen. Miró una y otra vez la publicación y se decidió: “cuando salga de la oficina, voy a buscarla. Si está ahí, me la llevo”, pensó con firmeza. No era la primera vez que ayudaba a un animal necesitado. Manejó desde la ciudad de Buenos Aires hasta Pilar.Pensó que tenía familia y lo salvó de ser atropellado pero horas más tarde seguía en la calle: “Me miró con ojitos tiernos y tristes”“Era invisible y nadie la ayudaba”“Llegué al lugar luego de varias horas, y la gatita tricolor todavía estaba recostada en el mismo lugar, como si no se hubiera movido. La gente caminaba al lado de ella, pasaba de largo, pagaba su estacionamiento, pero nadie la observaba ni mucho menos se detenía a preguntarse qué hacía allí. Era invisible para la mayoría”.Se acercó con cuidado, la tomó entre sus brazos y la subió al auto. En cuanto llegaron a la casa, Fernanda armó todo lo necesario para que la gata pudiera reponerse del abandono. La bautizó Clarita. “Lo primero que hizo fue comer, luego dormir y volver a comer. Pedía mimos, las pulgas caminaban por su cara. Poco a poco se dejó acariciar y, al recorrer su cuerpito delgado pude notar que tenía la pancita más grande que lo normal. Y de pronto comprendí todo: Clarita estaba preñada y sus crías se movían dentro del vientre”.El embarazo en las gatas suele durar entre 63 y 65 días, aunque puede oscilar entre 58 y 70 días. Suele transcurrir con tanta discreción, sobre todo durante las primeras fases, que resulta difícil darse cuenta, excepto para los más experimentados. No es hasta la última etapa de la gestación que empieza a notarse y el único indicio es un aumento de peso del animal concretamente en la zona del abdomen, indican desde Purina ProPlan.Fernanda supuso que faltaría al menos una semana para que diera a luz. “Mi ansiedad e inexperiencia me llevaron a ver videos de partos, de alimentación en esa etapa, de la importancia de desparasitar al animal y más. Debo decir que uno se siente responsable y gana el estímulo por aprender. Una veterinaria de esas que no abundan me recomendó no invadirla con estudios ya que ellas son sabias y hacen todo solas”.“Yo solo la acompañé”Así fue. A la semana nacieron cinco gatitos sanos y diferentes: tres hembras y dos machos. Una vez en trabajo de parto, generalmente los gatitos nacen bastante rápido con un pequeño esfuerzo abdominal de su madre. La mayoría de las gatas limpian el gatito, cortan el cordón umbilical y comen la placenta sin necesidad de intervención humana. Normalmente dan de mamar al primer gatito y a los siguientes durante el proceso de alumbramiento. “Yo solo acompañé a Clarita y, tal como me habían anticipado, ella hizo todo. Yo solo le daba agua y miraba asombrada. Hicimos una suerte de sincronización: Clarita se ocupaba de sus bebes y yo de ella, fuimos el equipo perfecto. Me sentía orgullosa de nuestro logro”.Los gatitos fueron creciendo y al cumplir los 40 días Fernanda buscó adoptantes para ellos. Pero su tarea no había terminado ahí: “debía esterilizar a Clarita para también buscarle un hogar y yo seguir con mi granito de arena de ver menos animales sufriendo en la calle”. Clave en el control de la sobrepoblación de perros y gatos, la castración previene que las gatas sufran enfermedades y que se reproduzcan de forma geométrica, lo que representa un grave problema en la actualidad.“Desde los siete meses hasta los diez a doce años las gatas pueden quedar preñadas. La gestación dura dos meses y cada hembra puede parir entre uno y seis gatitos -aunque el promedio por camada es entre tres o cuatro-. Las gatas pueden quedar embarazadas hasta cuatro veces por año, por lo que a lo largo de su vida pueden tener más de cientos de gatitos. Y aunque estos números dependen de varios factores como la raza, el tamaño y el estado de salud de los gatos, es importante tenerlo en cuenta para concientizar acerca de la necesidad de esterilizar a los animales”, asegura Carlos Vázquez, veterinario de Purina.Sin duda, el paso de Clarita por la vida de Fernanda marcó un antes y un después. “Fue una experiencia que me llenó el alma y me ayudó a planificar cómo serán mis futuros años: Clarita me enseñó que hay pequeños proyectos que nos dan motivo para seguir en este mundo tan adverso”.Compartí una historiaSi tenés una historia de adopción, rescate, rehabilitación o ayudaste a algún animal en situación de riesgo y querés contar su historia, escribinos a bestiariolanacion@gmail.com  Lifestyle 

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