Una mujer creyó que tenía un erizo bebé, pero cuando fue al veterinario se sorprendió al descubrir qué era​

En un sorprendente episodio en Gales, una mujer descubrió a un lado de la ruta lo que parecía ser un erizo bebé. Movida por la compasión, decidió llevarlo a su casa para ofrecerle alimento y refugio. Sin embargo, tras horas de cuidado sin que el supuesto animal tocara la comida ni mostrara signos de movimiento, ella empezó a sospechar que algo no estaba bien. Al pensar que podría estar enfermo, lo llevó al veterinario para una revisión.

La visita al especialista trajo consigo una revelación inesperada: lo que había rescatado no era un erizo, sino un pompón de lana de un gorro. La doctora Janet Kotze, quien atendió a la mujer en el centro de fauna salvaje Lowe Moss Wood, le comentó al periódico The Independent que la señora, quien ya era de avanzada edad, había actuado con las mejores intenciones y proporcionado un cuidado ejemplar a lo que ella creía que era uno de estos animales insectívoros necesitado. “No lo tocó en absoluto: lo metió en una caja, le puso comida para gatos y lo dejó en un lugar cálido y oscuro. Además, apenas lo miró para no estresarlo. Lamento que solo sea una bolita de lana”, expresó la profesional.

Cómo cuidar de un erizo

Aunque el erizo no fue el protagonista de la noticia, es un buen momento para recordar la importancia de cuidar correctamente a estos animales únicos. Los erizos son mamíferos que requieren cuidados especiales, sobre todo en lo que respecta a su alojamiento y alimentación. Considerados insectívoros, estos pequeños animales tienen predilección por bichos como los gusanos de harina y los grillos. Aunque en cautiverio se los alimenta comúnmente con estos insectos, la base de su dieta debe consistir en un tipo de alimento procesado, diseñado específicamente para satisfacer sus necesidades nutricionales únicas. Es importante, además, complementar esta alimentación con vegetales.

Muchos dueños optan por alimentar a sus erizos con comida para gatos, pero esto no es lo ideal, ya que no contiene harina de sangre ni quitina, elementos importantes en la dieta natural de estos animales. Además, su entorno debe contar con una rueda de ejercicio grande y cerrada, ya que estos son muy activos por la noche y pueden correr varios kilómetros. También es crucial que tengan un escondite, un plato para comida y una botella de agua. La rueda debe mantenerse limpia para prevenir infecciones.

Los erizos requieren bastante ejercicio y espacio para mantenerse saludables y felices. Si no se les proporciona la cantidad adecuada de actividad física, pueden volverse depresivos, engordar y desarrollar llagas en los pies. Aunque están cubiertos de espinas, estas criaturas pueden ser amigables y disfrutar del contacto humano, especialmente si se les acostumbra desde jóvenes. Por lo general, no les gusta que les acaricien la cabeza y se enrollan en una bola si se asustan.

En cuanto a la higiene, ya que los erizos no son muy aficionados al agua, si se necesita limpiar sus patas, se puede intentar ponerlos en un baño poco profundo que solo cubra sus pies.

​ El hecho sucedió en Gales, donde una señora creyó que encontró y rescató uno de estos animales al costado de la ruta; qué dijo la especialista en animales sobre la actitud de la supuesta rescatista  En las redes 

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