Un pacto que pega de lleno en el sector de los laboratorios nacionales
El acuerdo comercial con Estados Unidos impacta de lleno en el sector de los laboratorios farmacéuticos, ya que facilita la introducción de nuevas patentes y, además, explicita que para el control de calidad de esos productos no será necesario el visto bueno del órgano de control local, sino que bastará con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, según las siglas en inglés).
En efecto, uno de los puntos que se refiere a este tema, en la “Declaración conjunta sobre el marco para un acuerdo entre Estados Unidos y Argentina sobre comercio e inversiones recíprocos”, es el que corresponde a “Normas y evaluación de la conformidad”. Allí se indica que “la Argentina permitirá el ingreso de productos estadounidenses que cumplan con las normas estadounidenses o internacionales aplicables, las regulaciones técnicas estadounidenses o los procedimientos de evaluación de la conformidad estadounidenses o internacionales, sin requisitos adicionales de evaluación de la conformidad, y continuará eliminando las barreras no arancelarias que afectan el comercio en áreas prioritarias”.
En el mismo punto, se indica que “la Argentina aceptará la importación de vehículos fabricados en Estados Unidos que cumplan con las Normas Federales de Seguridad de Vehículos Automotores y las normas de emisiones estadounidenses, y aceptará los certificados de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y las autorizaciones previas de comercialización para dispositivos médicos y productos farmacéuticos”.
El otro punto que impacta en la industria farmacéutica es el que hace referencia a “Propiedad intelectual”. En este sentido, el texto señala: “Argentina ha emprendido acciones contra un importante y notorio mercado regional de productos falsificados y seguirá reforzando la aplicación de la ley contra la falsificación y la piratería, incluso en el entorno digital”.
También se destaca allí que “Argentina se ha comprometido a abordar los desafíos estructurales señalados en el Informe Especial 301 de 2025 de la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos, entre los que se incluyen los criterios de patentabilidad, el retraso en la tramitación de patentes y las indicaciones geográficas, así como a trabajar para armonizar su régimen de propiedad intelectual con las normas internacionales”.
Consultados sobre este tema, en Cilfa, la cámara que agrupa a los laboratorios nacionales, expresaron: “Los anuncios se refieren a las bases para un acuerdo marco cuyo contenido completo se conocerá con el texto final del acuerdo. En consecuencia, hasta que ello ocurra, será difícil prever sus impactos en el sector”.
Además, Cilfa agregó: “Estamos a favor de un acuerdo comercial que promueva el comercio y la inversión, en términos de reciprocidad en materia de regulación sanitaria de productos farmacéuticos, y que fije las bases de una mayor competencia, acceso a medicamentos y una propiedad intelectual balanceada”.
En tanto, desde la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala), expresaron que quieren “analizar [el acuerdo] detenidamente” antes de opinar.
Por su parte, los laboratorios extranjeros agrupados en Caeme (Cámara Argentina de Especialidades Medicinales ) no se pronunciaron al cierre de esta nota.
Este tema había sido adelantado por LA NACION en abril. En esa nota, Francisco Olivera informaba que Estados Unidos había endurecido su reclamo sobre las patentes farmacéuticas argentinas. Y se hacía referencia también al Informe Especial 301, que se hace desde 1989 y debe su nombre a la famosa “Sección 301” de la Ley de Comercio de Estados Unidos, sancionada en 1974, que autoriza al Representante Comercial de ese país a tomar medidas contra países extranjeros con prácticas comerciales injustas o discriminatorias.
Según se publicó en ese momento, el asunto más ríspido era el sector farmacéutico. En el informe mencionado, un párrafo describía las dificultades que, según interpretaba la autoridad estadounidense, tienen las empresas extranjeras para patentar productos en la Argnetina. Se trata de un tema de conversación recurrente entre la Argentina y Estados Unidos desde que Donald Trump anunció el aumento de aranceles para todo el mundo.
La Oficina de Comercio norteamericana lo decía así: “Una deficiencia clave en el marco legal siguen siendo las limitaciones excesivamente amplias sobre la materia elegible para patentes, incluyendo directrices de examen de patentes que rechazan automáticamente las solicitudes para categorías de invenciones farmacéuticas que son elegibles para patentabilidad en otras jurisdicciones”.
Pero hubo además otro indicio de que posiblemente las barreras existentes para las empresas extranjeras a la hora de patentar productos en el país pudieran eliminarse. Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación, redactó a principios de año un borrador de decreto que se proponía derogar esa resolución.
Esa resolución, que en virtud del nuevo acuerdo podría ser eliminada, es restrictiva y, con la excepción de Venezuela, única en la región. En general, en la mayoría de los 76 países que tienen legislación de resguardo de propiedad intelectual para esta industria, las objeciones a las patentes se hacen después de que éstas son emitidas. En la Argentina, en cambio, la norma en cuestión permite que ni siquiera sean aprobadas.
Se eliminarán obstáculos que actualmente dificultan a las empresas de EE.UU. patentar sus productos en la Argentina Economía


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