Un estudio reveló qué tenían que tener las personas para ser de clase alta hace 4000 años​

Miles son las preguntas que nacen sobre nuestros antepasados; para ello, las diferentes ciencias del mundo estudian exhaustivamente cómo se dio gran parte de la historia con el correr de los años. Una de las convergencias sociales a lo largo de las civilizaciones fue el estatus de una persona y, según el período, esto se modificaba levemente. Un grupo de investigadores llevó adelante un estudio en el que se descubrió qué debía tener alguien para ser considerada de clase alta hace 4.000 años.

Miles de años atrás, la concepción de la vida era totalmente diferente a la actual; sin embargo, también existían desigualdades sociales en los que un selecto grupo de personas tenían acceso a más privilegios que el resto. Así lo pudo comprobar un grupo de investigadores que tuvo que analizar miles de datos para determinar qué le daba estatus a ciertas personas.

La encargada de realizar este estudio científico fue la institución Roots Cluster of Excellence, a cargo de Johannes Marzian, investigador del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW Kiel). En esta investigación, se logró demostrar cómo era la desigualdad social casi desde los comienzos de la historia.

Para lograr este resultado, se tuvo que analizar la dinámica de flujos de riqueza en sociedades de Europa Central. ¿Cómo? Lo primero que realizaron fue recopilar los datos de 5.000 túmulos funerarios individuales y, en consecuencia, se calculó el volumen de túmulos como medida de la riqueza de las personas enterradas.

En este sentido, Johannes Marzian señaló: “En nuestro estudio podemos aproximarnos a la riqueza de cada uno de los pueblos prehistóricos. También tengo la perspectiva que permite obtener conocimientos completamente nuevos sobre las diferencias de riqueza dentro del segmento superior de las sociedades de aquella época”.

Además, otro de los que se refirió a este estudio fue el doctor Julian Laabs, segundo autor principal, quien es asistente de Arqueología Digital en la Universidad de Leipzig. El autor aseguró que el conjunto de datos les permitió medir “no solo la riqueza material, sino también la participación de una persona en las redes o la influencia dentro de una comunidad”. “Cualquiera que pudiera construir un túmulo más grande que el de su vecino, obviamente tenía una mayor capacidad económica y política para movilizar a la gente y recursos”, concluyó.

Además, los investigadores analizaron las fosas planas o con menos cúmulo de tierra, donde en la parte de arriba tenían más personas enterradas que en aquellos que eran más alto. Es decir, la gente con mejor estatus social tenían el beneficio de ser enterrados de manera individual. En este sentido, Laabs remarcó: “Pudimos vincular estos cambios a lo largo del tiempo con ciertos avances tecnológicos, cambios climáticos y demográficos o cambios sociopolíticos”.

En resumen, los científicos llegaron a la respuesta de que hay una creciente desigualdad dentro del segmento social más alto gracias al análisis de los tumultos funerarios individuales. Asimismo, la desigualdad y las tensiones resultantes en los sectores más altos pueden tener un impacto en toda la sociedad, según indicó el autor principal.

​ Un grupo de científicos a cargo de Johannes Marzian llevaron adelante un exhaustivo análisis sobre la vida antigua e hicieron una impactante revelación  En las redes 

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