Un estudio determinó por qué los perros pueden juzgar a sus dueños
No hay dudas de que los perros son los mejores amigos del hombre e, incluso, muchos dan cuenta de que el comportamiento de un canino puede estar directamente relacionado con el de su dueño; sin embargo, lo que es extraño es que puedan juzgarnos, una conducta que creíamos hasta hace poco imposible.
Un estudio realizado en 2022, determinó que las mascotas son sensibles al comportamiento humano, ya que prestan atención a lo que sus dueños hacen; a raíz de esto podrían “emitir juicios de valor” sobre ellos. Pero para llegar a esto, los especialistas realizaron colocaron perros en frente de dos personas: una de estas, sacaba objetos de un recipiente, mientras que otro lo hacía sin éxito.
Tras esto, se determinó que los perros que entendieron que había un poco de comida dentro de los contenedores pasó una mayor cantidad de tiempo observando a las personas que lograron cumplir con su tarea. Además, el grupo de investigadores descubrió que las hembras tenían una mayor probabilidad de acercarse a estos, denominadas por los expertos como “competentes”.
“Descubrimos que las perras miraban significativamente más tiempo que los machos cuando una persona que era competente en abrir contenedores con cebo manipulaba un recipiente que el perro desconocía previamente”, expresaron.
Asimismo, indicaron que las hembras “se acercaban perfectamente” a los miembros considerados como “competentes”, algo que les dio a entender que la dirección en la que volteaban a ver ayudaba a predecir “su comportamiento de elección posterior”.
Por último, determinaron que aquella conducta, a su vez, sugiere que las hembras valoran la competencia cuando es necesaria, como cuando los recipientes tenían comida en su interior. Pero cuando estos estaban vacíos, ni ellas ni los machos parecieron mostrar interés en la habilidad de los seres humanos por abrirlos.
Entre otras características impactantes de los caninos se encuentra la de fingir que están enfermos. Es que en algunas oportunidades, estos parecen incapaces de caminar con una de sus patas o adoptan un aspecto visiblemente triste, pero lo curioso es que cuando se deja de observarlos vuelven a la normalidad, como por arte de magia. Aunque nos cueste creerlo, se trata de un llamado de atención.
Según explica el veterinario Richard Pitcairn, en su libro Natural Health for Dogs and Cats, esta conducta puede ser una señal de que el animal necesita más cuidados de los que está recibiendo. El experto sostuvo que, por ejemplo, cuando un can se siente resfriado y comienza a toser, sus dueños suelen acercarse para reconfortarlo. El animal pronto entiende que esa es una forma efectiva de captar la atención, por lo que puede repetir el comportamiento hasta sentirse satisfecho, aunque en realidad no esté enfermo.
Esta conducta es conocida como síndrome de Münchhausen, un término originalmente utilizado para describir casos en humanos que fingen o provocan síntomas de enfermedad para atraer cuidados. Sin embargo, es necesario también determinar si verdaderamente nuestra mascota está sufriendo algún tipo de enfermedad. Si se observa una herida visible, si presenta vómitos o problemas para desplazarse como lo hace habitualmente, lo mejor es visitar a nuestro veterinario de confianza para que puedan examinarlos.
Un estudio realizado en 2022 comprobó que principalmente las hembras son propensas a tener este tipo de comportamiento; los detalles en la nota Mascotas
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