Trump llega a Tokio con honores imperiales, en la víspera de una posible tregua comercial con China
TOKIO.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió una bienvenida real este lunes en Japón, en la última etapa de un viaje de cinco días por Asia que espera culminar con un acuerdo sobre una tregua en la guerra comercial con el presidente chino, Xi Jinping. En agenda tiene una reunión prevista para el martes con la flamante primera ministra Sanae Takaichi.
Trump, que realiza su viaje más largo al extranjero desde que asumió el cargo en enero, anunció una avalancha de acuerdos sobre comercio y minerales críticos con cuatro naciones -Malasia, Vietnam, Filipinas y Singapur- del Sudeste Asiático durante su primera parada en Malasia y tiene previsto reunirse con Xi en Corea del Sur el jueves. Allí, ambos líderes podrían anunciar una tregua parcial en la guerra comercial que desde hace meses sacude los mercados internacionales.
Según fuentes del Departamento de Comercio citadas por agencias internacionales, los negociadores estadounidenses y chinos perfilan un marco de entendimiento que permitiría pausar los aranceles más altos impuestos por Washington y suavizar los controles chinos sobre la exportación de tierras raras. La noticia ya tuvo un efecto inmediato: las bolsas asiáticas alcanzaron máximos históricos el domingo, horas antes de la llegada de Trump a Tokio. “Tengo mucho respeto por el presidente Xi y creo que vamos a llegar a un acuerdo”, declaró el mandatario en el Air Force One antes de aterrizar.
El despliegue en Tokio fue digno de una visita imperial. Miles de policías custodiaron las calles de la capital japonesa tras la detención, el viernes, de un hombre armado con un cuchillo frente a la embajada de Estados Unidos. En el distrito de Shinjuku, grupos pacifistas convocaron una protesta anti-Trump, mientras el helicóptero presidencial sobrevolaba la ciudad rumbo al Palacio Imperial, donde el mandatario fue recibido por el emperador Naruhito.
El encuentro duró más de treinta minutos y replicó el de 2019, cuando Trump se convirtió en el primer líder extranjero en reunirse con el monarca tras su entronización. “Es una gran persona”, comentó Trump al salir del palacio. Según observadores japoneses, la visita buscó subrayar el respeto mutuo y reforzar la imagen de una alianza “inquebrantable” entre Tokio y Washington, en vísperas de las negociaciones bilaterales con la primera ministra Sanae Takaichi.
Comercio e inversiones estratégicas
Trump llega a Japón con una promesa bajo el brazo: una inversión japonesa de 550.000 millones de dólares en Estados Unidos, pactada a cambio de una reducción temporal de los aranceles a las importaciones niponas. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, y su par japonés, Ryosei Akazawa, artífices del acuerdo arancelario firmado en julio, se reunieron el lunes en un almuerzo de trabajo donde discutieron posibles cooperaciones en infraestructura energética y redes eléctricas.
Para el martes está prevista una reunión formal entre Trump y la primera ministra Sanae Takaichi, quien asumió el cargo la semana pasada como la primera mujer en liderar Japón. Fiel aliada del fallecido exprimer ministro Shinzo Abe, Takaichi busca retomar el impulso económico de su mentor y fortalecer la alianza militar con Washington. Según fuentes del gobierno japonés, planea anunciar nuevas compras de soja, gas y automóviles estadounidenses, además de un acuerdo de cooperación en la industria naval, un sector prioritario para Trump en su proyecto de “Flota Dorada” para contrarrestar el avance marítimo chino.
La premier japonesa también prometió aumentar el gasto en defensa al 2% del PIB en los próximos seis meses, un año antes de lo previsto, como gesto hacia su par estadounidense. Entre las medidas adicionales figura el incremento de la contribución japonesa al mantenimiento de las tropas estadounidenses estacionadas en el país, unas 50.000 personas. “Crearemos un sistema que permita a Japón defenderse de manera independiente”, declaró Takaichi días antes de la llegada de Trump, en línea con su lema político, “Japan First”.
También se espera la firma de acuerdos para armonizar regulaciones y estándares sobre inteligencia artificial, además de impulsar proyectos conjuntos de investigación y desarrollo.
La visita tiene un fuerte componente estratégico. Trump busca que Japón y otros aliados de la región aumenten su gasto en defensa y alineen sus políticas con Washington frente a la expansión militar y tecnológica de China. Para Tokio, el desafío es mantener el apoyo estadounidense sin quedar atrapado en una eventual negociación entre Trump y Xi que redefina las prioridades de Washington en Asia. “La reunión del jueves entre Trump y Xi podría cambiar el tablero”, señaló un diplomático japonés citado por la agencia Kyodo. “Japón teme quedar relegado si Estados Unidos opta por aliviar la presión sobre China a cambio de concesiones comerciales”.
Trump partirá el miércoles hacia Gyeongju, en Corea del Sur, para reunirse con el presidente Lee Jae-myung. Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el marco de un nuevo acuerdo comercial con Seúl “ya está listo”, aunque no se espera que se cierre esta semana. La cita culminante será el jueves, cuando Trump y Xi se vean cara a cara en una cumbre que podría redefinir las relaciones entre las dos mayores economías del mundo.
Agencias ANSA y Reuters
El mandatario estadounidense se reunirá con la primera ministra Sanae Takaichi antes de su esperado encuentro con Xi Jinping en Corea del Sur El Mundo


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