Triunfo migrante en EE.UU.: la administración Trump retrocede con la deportación de cientos de niños guatemaltecos​

El intento de deportar en secreto a centenares de niños guatemaltecos en Estados Unidos terminó en un vuelco judicial y político inesperado. Tras días de tensión, el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) reconoció que los argumentos con los que justificó la expulsión de estos menores no tenían sustento.

El operativo nocturno para deportar en secreto a cientos de niños de Guatemala

La controversia se desató durante el fin de semana del Labor Day, cuando decenas de niños, de entre diez y 17 años, fueron despertados en plena madrugada en albergues federales y trasladados de urgencia hacia un aeropuerto en Texas. Allí, los esperaba un avión rumbo a Guatemala. Según reconstruyó Courthouse News, la maniobra formaba parte de un operativo más amplio que incluía a más de 600 menores para ser repatriados.

La administración Donald Trump presentó el procedimiento como una “reunificación familiar”, supuestamente solicitada por las familias en Guatemala. Sin embargo, los abogados defensores de los niños denunciaron que no se trataba de un regreso voluntario, sino de deportaciones masivas sin acceso a audiencias, abogados ni evaluaciones de riesgo.

La jueza federal Sparkle Sooknanan, alertada de urgencia en la madrugada, emitió una orden temporal de suspensión que frenó la salida de los vuelos. Horas después, amplió la medida a todos los menores guatemaltecos, lo que garantizó que ninguna aeronave despegara mientras continuaba la audiencia.

Guatemala negó la versión de “reunificación familiar” y el DOJ reconoció la falta de pruebas

Días más tarde, cuando el Departamento de Justicia se vio obligado a admitir ante el tribunal que no existían pruebas que respaldaran la versión oficial. Según indicó Politico, el propio gobierno de Guatemala informó que, de las familias localizadas, ninguna había pedido la repatriación de sus hijos. Incluso, muchas expresaron molestia y rechazo cuando fueron contactadas por funcionarios en sus hogares.

En una audiencia posterior, la abogada del DOJ Sarah Welch reconoció que el argumento inicial debía considerarse “retirado” y calificó de “lamentable” la manera en que los niños fueron sacados de sus camas y llevados al aeropuerto en plena noche.

“Fue desafortunado que los menores fueran asustados y sacados en medio de la noche”, admitió Welch ante el juez Timothy Kelly, designado por Trump y encargado de decidir el futuro del caso.

La retractación contrastó con las acusaciones que la Casa Blanca y aliados republicanos habían lanzado contra la jueza Sooknanan. Durante días, la señalaron como responsable de impedir la reunificación de familias y de “obstruir” el deseo de los padres. No obstante, el informe del Ministerio Público de Guatemala dejó sin sustento esa narrativa.

Las pruebas que desmintieron la “reunificación familiar” de niños guatemaltecos

La información proporcionada por el gobierno guatemalteco fue clave para dejar en evidencia la falta de sustento de los argumentos federales:

Se contactó a 115 familiares en Guatemala.Solo 50 dijeron estar dispuestas a recibir a sus hijos.Ninguna solicitó que el gobierno estadounidense deportara algún menor.Muchas familias mostraron incomodidad y rechazo hacia los funcionarios que intentaron entrevistarlos.

Estos datos, citados en la documentación judicial, evidenciaron que el operativo no respondía a pedidos familiares, sino a una estrategia de expulsiones rápidas sin las garantías mínimas.

El impacto en los niños guatemaltecos que Trump quería deportar: miedo, traumas y riesgo de violencia

Más allá de la batalla legal, los testimonios de los propios chicos pusieron en evidencia la magnitud del daño. Según declaraciones recogidas por Courthouse News, varios menores detallaron que la experiencia nocturna los llenó de terror.

Una niña de un refugio en McAllen, Texas, vomitó del miedo y pidió hablar con un especialista cuando la obligaron a subir al autobús.

Por su parte, un adolescente, cuya hermana había sido asesinada en Guatemala el año anterior, contó que temía correr la misma suerte si era devuelto a su país natal.

Otros jóvenes relataron antecedentes de violencia familiar, abusos sexuales o explotación por trata, razones que habían motivado su salida de la nación centroamericana en busca de asilo.

Estos relatos sirvieron para reforzar el pedido de los abogados de los niños, quienes argumentaron que el daño irreparable de las deportaciones justificaba frenar no solo los casos individuales, sino todo el grupo de menores bajo riesgo.

​ El DOJ de EE.UU. frenó una deportación masiva de niños guatemaltecos y abrió un giro inesperado tras un proceso presentado como “reunificación familiar”.  Migraciones 

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