Traición, familia y poder: las similitudes entre el imperio mediático de Rupert Murdoch y la serie Succession​

El martes 17 de septiembre comenzó el juicio por el que el magnate Rupert Murdoch intentará ordenar como prefiere la sucesión de su imperio mediático en manos de sus hijos, en otro capítulo de una impactante historia familiar cargada de manejo de influencias, poder, dinero, traición e injerencia en la política estadounidense y global, que ha sido frecuentemente comparada con la trama de la exitosa serie Succession, de HBO.

El litigio de Murdoch se produce en respuesta a que el empresario de 93 años intenta invalidar un fideicomiso “irrevocable” que se creó en 1999, en un acuerdo de divorcio en el que su exesposa, Anna Maria Torv, buscaba garantizar el bienestar económico de sus cuatro hijos de sus dos primeros matrimonios —Prudence, Elisabeth, Lachlan y James—, independientemente de si el inversor se volvía a casar o si tuviese más descendientes en el futuro, cosa que finalmente sucedió, con su ahora exesposa Wendy Deng y sus hijas, Grace Helen y Chloe.

Las comparaciones entre Murdoch, dueño de un gigantesco holding mediático News Corporation, que incluye Fox News, The Sun, The Times, The New York Times, The Wall Street Journal, Sky News Australia y otros, y el protagonista de Succession, Roy Logan, propietario del grupo ficticio de Waystar RoyCo y poseedor de prestigiosos y masivos medios de comunicación en la trama, fueron múltiples desde el lanzamiento de la serie de Jesse Armstrong en 2018, ganadora de varios premios Golden Globe, Emmys y Critics Choice Awards.

El personaje interpretado por el actor Brian Cox también es el patriarca de una numerosa familia y principal vértice de una disputa interna entre sus hijos —Connor, Kendall, Siobhan y Roman— por el control del conglomerado empresarial y una millonaria herencia.

Tal como ocurre en la ficción de HBO, Murdoch es reconocido por su influencia significativa en la política estadounidense y británica, especialmente vinculado a partidos y expresiones conservadoras. Otra similitud entre News Corporation y Waystar RoyCo es la existencia de escándalos y polémicas por corrupción que agitan al negocio familiar, como el de las escuchas telefónicas en Reino Unido, que sacudió al imperio mediático de Murdoch y provocó el cierre de uno de sus periódicos, News of the World, a mediados de la década del 2000.

La pregunta sobre quién heredará el poder y el control del conglomerado es un tema de interés público. Su hijo James parecía ser el heredero natural, hasta que sus diferencias filosóficas y políticas lo distanciaron de la compañía, una figura con la que muchos fanáticos de Succession trazan paralelismos con el personaje de Kendall Roy. Desde el distanciamiento de James, Lachlan asumió en los últimos años un mayor control sobre el holding, algo que Rupert Murdoch pareciera intentar formalizar con el juicio que inicia esta semana.

Cómo sigue el caso judicial de Rupert Murdoch y su familia

En vez de exigir parte de su fortuna, tras separarse de Murdoch en 1999, su exesposa Anna acordó la creación de un fideicomiso familiar multimillonario, destinado a dividir las acciones de News Corp y Fox News entre los cuatro hijos de sus primeros dos matrimonios, valuadas en 19.000 millones de dólares.

Aunque este instrumento adquirió en su misma creación el carácter de irrevocable, tras el distanciamiento de algunos de sus hijos, Murdoch inició en noviembre de 2023 acciones legales para modificar sus términos con el objetivo de otorgarle el control total a su hijo mayor, Lachlan, según The Conversation. Esto provocó el enojo y la resistencia de sus otros tres hermanos, que en varias ocasiones expresaron su preocupación por la inclinación conservadora del multimedio y en algunos casos acentuó las diferencias entre ellos, como James y Lachlan, quienes no se hablan desde hace cinco años.

El caso, que genera un enorme revuelo mediático, definirá no solamente quién se quedará con el control del imperio Murdoch, sino también una posible reestructuración del liderazgo que podría alterar potencialmente el curso político de estos medios de comunicación, en caso de que los otros tres hermanos ganen el litigio. De hecho, el principal argumento del magnate de 93 años es que la viabilidad de la compañía depende en gran parte de su atractivo conservador, algo que sus otros hijos podrían intentar cambiar.

​ El millonario de 93 años inició acciones legales para otorgarle el control total de su grupo de medios de comunicación a uno de sus hijos, lo que provocó un enfrentamiento con otros de sus tres descendientes  Estados Unidos 

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