“Te adoran”: la devoción de Juliette Binoche y la revelación de Meryl Streep al recibir la Palma de Oro de Honor en Cannes​

Anoche, el mundo del cine se puso de pie para ovacionar a Meryl Streep. La célebre actriz fue la protagonista absoluta de la gala inaugural del Festival de Cannes: apenas apareció en el escenario del Gran Teatro Lumière para recibir la Palma de Oro de Honor todos comenzaron a aplaudirla. Durante los dos minutos que duró el reconocimiento, Streep hizo un despliegue de emociones: recorrió al público con la mirada incrédula, agradeció con los brazos, tiró besos a quienes logró identificar en las plateas, intentó contener las lágrimas, se asombró y se abrumó, y finalmente amagó a irse por donde entró antes de que se hiciera silencio. Pero allí estaba Juliette Binoche para devolverla al centro de la escena. “Te adoran”, le aclaró, como si hiciera falta una explicación. Lo que siguió fue una presentación y un discurso de agradecimiento que explican a la perfección por qué la actriz estadounidense es una de las figuras más destacadas en la historia del mundo del espectáculo.

Binoche fue la elegida para darle la bienvenida a Streep al evento. Parada junto a la homenajeada, la actriz francesa, presidenta de la Academia de Cine Europeo, no pudo -ni quiso- ocultar su devoción por la intérprete de La amante del teniente francés. Luego de definirla como “un tesoro internacional”, explicó lo que siente cada vez que ve una película donde actúa. “Cuando te veo en la pantalla no te veo a ti. ¿De dónde viene? ¿Naciste así?”, se preguntó mirando a Streep a los ojos. “No lo sé, pero hay algo en ti que me permite creer –continuó–. Cambiaste la forma en que miramos a las mujeres en el cine, y también nos ayudaste a vernos a nosotras mismas de otro modo”, la celebró, ya con la voz quebrada por la emoción. Junto a ella, sentadas en sus asientos, otras tantas mujeres centrales de la industria compartían sus lágrimas, entre las que se contaba la presidenta del jurado del festival, Greta Gerwig.

Un esperado regreso y una revelación

Con el galardón en sus manos, sus clásicos lentes de marco negro y un vestido blanco satinado hasta el piso que recortaba su figura del resto del decorado, Meryl Streep se paró en el centro del escenario. Primero, agradeció a Cannes por la bienvenida luego de 35 años de ausencia: su última vez en el encuentro había sido en 1989, cuando se alzó con el premio a la mejor actriz por Un grito en la oscuridad. Luego habló del clip retrospectivo de su carrera que se pudo ver antes de su aparición. “Fue como mirar por la ventana de un tren bala, ver mi juventud volar hacia la mediana edad, justo donde estoy parada en este escenario esta noche. Tantas caras y tantos lugares que recuerdo”, reconoció.

Streep volvió el tiempo atrás y utilizó su anterior paso por Cannes para hacer una revelación y explicar lo importante que fueron sus colegas para que su carrera fuera un extenso y celebrado éxito. “Yo ya tenía tres hijas, estaba por cumplir 40 años y pensé que mi carrera había terminado –reveló, sobre aquel 1989–. Esa no era una expectativa irreal para las actrices en ese momento. Y la única razón por la que estoy aquí esta noche y que esto continuó es por los artistas talentosos con los que he trabajado, incluida Madame la President”, continuó, señalando a Greta Gerwig, quien la dirigió 2019 en su versión del clásico Mujercitas.

Por último, Meryl se despidió con un agradecimiento al público, una referencia a su madre y un chiste para distender el ambiente. “Estoy muy agradecida de que no se hayan cansado de mi cara y no se hayan bajado del tren. Mi madre, que suele tener razón en todo, me dijo: ‘Meryl, cariño, ya verás. Todo va muy rápido. Muy rápido’. Y así fue. Excepto por mi discurso, que ya fue demasiado largo”, dijo, y se despidió.

Con este galardón, Streep se sumó a la lista de pesos pesados de la industria que este año ocuparán un lugar central en el prestigioso festival: George Lucas recibirá una Palma de Oro honorífica en la ceremonia de clausura; Francis Ford Coppola presentará en competición su nueva película Megalópolis; y Paul Schrader también competirá por el premio mayor con su última obra, Oh, Canada.

​ La célebre actriz recibió una ovación de dos minutos cuando apareció en el escenario del Teatro Lumière  Personajes 

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