“Sorprendente”: identifican al principal responsable de las variaciones climáticas de los últimos 485 millones de años​

MADRID.– La relación entre la temperatura en la superficie de la Tierra y las concentraciones en la atmósfera del planeta de dióxido de carbono (CO₂), el principal gas de efecto invernadero, está en la base de la ciencia sobre el cambio climático desde hace décadas. Pero un nuevo estudio publicado este jueves en la prestigiosa revista Science, que reconstruye la evolución de las temperaturas del planeta en el actual eón (un período de tiempo que abarca los últimos 540 millones de años), afianza más ese vínculo. Porque sitúa al CO₂ como el factor “dominante que controla las variaciones climáticas globales en todo el Fanerozoico”, como se llama el actual eón.

Los investigadores reconstruyeron la evolución de las temperaturas de los últimos 485 millones de años y encontraron una correlación clara. El vínculo es tan consistente y sostenido a lo largo de los millones de años analizados que los propios autores lo califican de “sorprendente” en el artículo publicado hoy. Porque a lo largo de todo ese inmenso período de tiempo, que incluye glaciaciones y momentos mucho más cálidos que el actual, los autores esperaban localizar otros factores dominantes e impulsores del cambio climático no relacionados con el dióxido de carbono, como las variaciones en la luminosidad del sol u otros gases de efecto invernadero. En cualquier caso, los autores admiten que la naturaleza de este vínculo es probablemente “compleja” y requerirá más investigaciones.

Los autores de la investigación combinaron datos geológicos indirectos procedentes del hielo, los sedimentos marinos o los anillos de los árboles con simulaciones de modelos del sistema terrestre para poder así trazar la evolución de las temperaturas en este estudio desde que apareció la vida no microscópica en el planeta.

El otro gran hallazgo de este estudio, liderado por Emily J. Judd, investigadora del Museo Nacional Smithsonian de Historia Natural, es la amplia variación de las temperaturas que se dio en el período de tiempo evaluado, con diferencias de hasta 25 grados Celsius. En esos 485 millones de años, la curva de temperaturas medias va de los 11 grados en el Pleistoceno tardío (hace entre 129.000 y 11.000 años) a los 36 grados en el Turoniense (hace unos 90 millones). Se trata de una oscilación mucho mayor de la identificada hasta ahora en los estudios paleoclimáticos anteriores. Además, la mayor parte de la historia de la Tierra transcurrió en climas más cálidos que fríos, añade el estudio.

En estos momentos, la temperatura media del planeta ronda los 16 grados Celsius, con lo que se estaría en la parte baja de la horquilla del actual eón. Sin embargo, el planeta está incurso en un cambio climático que está provocando un rápido calentamiento global. La diferencia con los anteriores cambios climáticos de los últimos 500 millones de años es que en esta ocasión el incremento de las concentraciones de CO₂ en el aire está motivada por la acción del ser humano, según dejó claro ya el IPCC, el panel internacional de expertos que sientan las bases científicas sobre el calentamiento global. La principal razón es el uso masivo de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), que al ser quemados para producir energía liberan el dióxido de carbono que termina en gran parte en la atmósfera.

Cuanto mayor es la presencia de CO₂ en el aire, más calor se queda acumulado en la superficie del planeta, con lo que son mayores las temperaturas. Es la base del efecto invernadero que está detrás del calentamiento global. Pero otra de las grandes diferencias con los cambios climáticos vividos en el planeta es la rapidez con la que está aumentando ahora esa concentración de dióxido de carbono. Apenas pasaron siete décadas desde que el ser humano empezó a quemar masivamente los combustibles fósiles, lo que derivó en un incremento drástico de la acumulación de este gas en el aire.

Hay que retroceder alrededor de dos millones de años (antes de la aparición del ser humano) para encontrar una concentración similar de este gas en la atmósfera terrestre como la actual, según señaló la última gran revisión del IPCC. Y hay que viajar también miles de años atrás para encontrar una temperatura media tan alta de la superficie terrestre como la de ahora. Mientras el ser humano no deje de emitir gases de efecto invernadero, no se detendrá un aumento de la temperatura que se aceleró en las últimas décadas.

El actual cambio climático se puede medir en una escala de siglos y milenios, mientras que el estudio publicado este jueves hace un retrato de 500 millones de años (el período de tiempo en el que en la Tierra se desarrollaron los organismos macroscópicos: plantas, hongos, animales y algas). Según sus autores, conocer la evolución del clima de la Tierra de una forma tan amplia puede ayudar a pronosticar como será su desarrollo futuro en un contexto de cambio climático como el actual.

Por Manuel Planelles

©EL PAÍS, SL

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