Silvia Lospennato, la rebelde de Pro que enfureció a Cristian Ritondo por su rechazo a los vetos de Milei​

Pro, el principal aliado de Javier Milei, atraviesa una situación de extrema fragilidad. Si bien la crisis de identidad del partido fundado por Mauricio Macri se engendró hace un largo tiempo y la fragmentación se profundizó durante los últimos meses por la alianza electoral con La Libertad Avanza (LLA) en la Capital o la provincia de Buenos Aires, el bloque de diputados que conduce Cristian Ritondo exhibió hoy como nunca antes sus diferencias internas.

Fue durante la tensa sesión de la Cámara baja en la que la oposición le asestó un nuevo golpe al Gobierno con el rechazo de los vetos presidenciales a las leyes de emergencia pediátrica (Garrahan) y de financiamiento universitario. Una vez más, Silvia Lospennato, una de las dirigentes de Pro que resistió el entendimiento con los libertarios, volvió a marcar distancia con la mayoría de sus compañeros de bancada a la hora de votar y actuó en contra de los intereses del oficialismo.

Lospennato, a quien Milei pasó de elogiar por su performance durante el debate de la ley bases a bastardear por sus críticas al Gobierno por la caída del proyecto de ficha limpia en el Senado, había anticipado que no acompañaría a la Casa Rosada durante la jornada de hoy. Ella se había ausentado en la sesión en que ambas leyes recibieron la media sanción. Pero este miércoles asumió un rol protagónico.

Decidió pedir la palabra para explicar las razones de su voto. Lo hizo luego de que Alejandro Finocchiaro, exministro de Educación de Macri y actual candidato a diputado nacional de LLA en Buenos Aires, apuntara elípticamente contra María Eugenia Vidal y la propia Lospennato, entre otros legisladores de Pro o exintegrantes la bancada de Ritondo, por votar en la misma sintonía que el kirchnerismo.

Finocchiaro, uno de los fieles a Ritondo, apeló a la ironía. Dijo que “sería magnífico” que el Congreso cambiara su hemiciclo para emular el sistema de “gradas enfrentadas” del parlamento inglés. “Así algunos colegas podrían sin pudor cruzar hacia las gradas de enfrente donde habita la alegre banda populista que quiere tumbar a este gobierno”, lanzó Finocchiaro. A menos de un metro, Lospennato lo escuchaba sentada en su banca.

Justo después de que el exministro fustigara a los díscolos, Lospennato quedó en condiciones de exponer su postura. “Es una buena oportunidad hablar después de otro compañero de bloque para mostrar que no siempre todos pensamos lo mismo”, arrancó.

Apenas terminó su discurso, la diputada de Pro, una de las más elogiadas por Macri, se trenzó en una fuerte discusión con Finocchiario y Fernando Iglesias, a quien tenía al lado suyo. Ella le reprochó a Finocchiaro su mensaje. Le dijo que no podía tildarla de “kirchnerista” y que no iba pasarse para el bando de Fuerza Patria. “No te voy a permitir que me digas kirchnerista porque no voto como vos querés”, le espetó.

En ese momento, Ritondo se dio vuelta para increparla. Le dijo que estaba “cansado” de su actitud y que no podía quejarse de que otros hablaran cuando ella se movía con autonomía. Le recriminó, sobre todo, que haya actuado con indisciplina frente a la decisión conjunta del bloque de respaldar a los vetos de Milei. Fue un tenso intercambio, en un tono elevado. “Calmate”, le decía Iglesias a Lospennato. Y Silvana Giudici intentaba apaciguar a Ritondo.

A Lospennato la vieron visiblemente molesta por el altercado en los pasillos del Congreso. Lo describió como un mal momento y deslizó que no le sorprendían los modos de Ritondo. Quienes la frecuentan señalan que estaba indignada por los reproches de Ritondo y el resto de los macristas más cercanos a Milei. Según deslizan en su entorno, ella presume que la atacaron por haber puesto en evidencia el quiebre del bloque cuando tomó la palabra. Es que, en rigor, Vidal o Germana Figueroa Casas o Ana Clara Romero, entre otros, tampoco respaldaron a la Casa Rosada su pulseada política con la oposición.

Fuentes del macrismo afirman que Lospennato estaba indignada porque Ritondo la cuestionó por no haber acompañado los vetos presidenciales, cuando varios diputados de Pro se desmarcaron. Incluso, afirman cerca de los díscolos del macrismo, varios alfiles de gobernadores aliados electorales de LLA no apoyaron. Es el caso de los diputados de la UCR Pamela Verasay y Lisandro Nieri, del riñón de Alfredo Cornejo (Mendoza), que votaron a favor de la ley de financiamiento universitario y se ausentaron a la hora de manifestarse sobre la ley de emergencia pediátrica. Tampoco ayudó a blindar los vetos Francisco Morchio, cercano a Rogelio Frigerio.

“¿Con qué cara pueden exigirnos lo que no hacen ni sus candidatos?”, despotricaron allegados a Lospennato. En ese sector asumen que el enojo de Ritondo se debió más a que no pudo contener fugas de su bloque en un momento crucial para Milei.

En la cúpula de la bancada macrista, en cambio, no ocultan su “bronca” con la actitud de Lospennato y el resto de los rebeldes, como Vidal. Son las abanderadas de la resistencia, que pujan por evitar que Pro termine siendo absorbido por LLA. Prefieren conservar una identidad propia y no calzarse el buzo violeta de Milei.

“En cada reunión de bloque se discute, se debate y se fija una postura común. Después, en el recinto, ella elige votar con el kirchnerismo”, señalan entre los acuerdistas de Pro.

A Lospennato, legisladora porteña electa, la acusan de obrar con “incoherencia”. Es que ella era una de las principales colaboradoras de LLA en el Congreso. Había construido un vínculo de confianza con Martín Menem y se había ganado los elogios de Milei. Pero el frustrado debate por ficha limpia –la denuncia de un supuesto pacto con Carlos Rovira, de Misiones, para que se cayera el proyecto en el Senado- y los cruces por la campaña porteña, marcaron un punto de quiebre.

“Lospennato pasó de ser la defensora número uno del equilibrio fiscal a pararse del otro lado. Votar distinto a lo que resuelve el bloque en temas centrales para el Pro, como el equilibrio fiscal, es darle aire al kirchnerismo”, insistieron los aliados de Ritondo.

Es más, le achacan que el año pasado había votado a favor de sostener el veto de Milei a la ley que incrementaba los fondos para las universidades. Pero Lospennato le había avisado a Macri que esa era la última vez que votaría en contra de la universidad pública. “Algunas personas no tienen conciencia cuánto le cambia la vida a gente como Silvia ir a la universidad”, dicen cerca de la diputada. No estaba dispuesta a hacer otro sacrificio, aseguran, y Macri lo sabía.

Por ahora, el titular de Pro, quien intenta reconstruir un partido que se fracciona en diversas tribus, que muestran movimientos autónomos desde la llegada de Milei al poder, hace silencio. Ni condena ni elogia la rebeldía de Lospennato o Vidal. Su mano derecha, Fernando De Andreis, que consiguió un lugar en la lista de diputados de LLA en la ciudad, habla de recuperar el Pro “liberal” y eliminar el “tufillo socialista”.

Aún es un enigma si Macri intervendrá para forzar a Lospennato a asumir como legisladora. Ella por ahora estira una definición. Desde que cayó derrotada frente a Manuel Adorni, todo cambió. “Si asume a Adorni, no va a tener margen para no asumir la banca”, señalan en el círculo de confianza de Macri.

En un enérgico discurso que ofreció antes de que se iniciara la pelea en Pro, Lospennato había desglosado los motivos que la llevaron a distanciarse de Milei. Dijo que nadie podía llamarla “golpista” por ejercer un rol constitucional y legitimado por el mandato popular y despotricó contra la lógica binaria de amigo o enemigo. Es decir, arguyó que debe haber espacio para una alternativa entre el kirchnerismo y los libertarios.

“Ni es cierto que quienes votemos para sostener el veto queramos voltear al gobierno, como tampoco es cierto que quienes apoyen el veto lo hagan porque recibieron coimas del gobierno”, puntualizó. Y recordó que el Ejecutivo decidió no presentar el proyecto de presupuesto ni en 2024 ni en 2025, por lo que no puede hablar de “degenerados fiscales”, ya que esa es la “primera violación de la ley de administración financiera”.

Enseguida, enumeró por qué cree que el Gobierno atraviesa una instancia crítica, en la que no logra defender los vetos presidenciales. Dijo que se rompió la confianza con la sociedad, el sistema político y los mercados. Puntualmente, Lospennato habló del “ausentismo” que se registró en las últimas elecciones provinciales. “La gente nos está diciendo basta de hacernos elegir entre pasta o pollo, prefiero no comer. No me hagan elegir entre lo malo y lo peor, denme una opción superadora”, afirmó.

​ La diputada fue increpada en pleno recinto por el jefe de la bancada macrista tras una discusión con Alejandro Finocchiaro  Política 

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