Se hacía pasar psiquiatra, atendía a adictos y para “estirar” la terapia citaba a las familias de sus pacientes​

Todavía resta determinar desde cuándo había montado su farsa y a cuántas personas engañó con sus falsos títulos de psicóloga y psiquiatra. En las últimas horas, personal de la Policía de la Ciudad y del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) de la Fiscalía de la Ciudad allanaron un departamento del barrio porteño de Monserrat donde una mujer de 61 años había instado un consultorio y se dedicaba a atender a personas con problemas de adicciones a pesar de no tener habilitación para ejercer las profesiones matriculadas.

Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales y del Ministerio Público Fiscal porteño. La falsa psicóloga y psiquiatra atendía en su departamento, situado en Hipólito Yrigoyen al 700, en Monserrat.

La investigación, a cargo de la fiscal en lo penal, contravencional y de faltas porteña Andrea Scanga, comenzó después de una denuncia presentada por un familiar de una persona que se atendía con la falsa profesional.

“La persona que presentó la denuncia empezó a sospechar que algo raro sucedía porque su familiar no mejoraba, es más, desde que se atendía en ese consultorio, estaba peor de sus adicciones”, dijo a LA NACION un detective policial que participó de la investigación.

Para estirar la terapia y “mejorar su recaudación”, la sospechosa citaba a los familiares de sus “pacientes” y les decía que era necesario que participaran de las sesiones.

La primera señal de alerta para la persona que hizo la denuncia fue la falta de exhibición de los títulos de grado. “Es común que los psicólogos y psiquiatras tengan colgados en la pared sus diplomas, pero esta mujer no los tenía. Cuando un familiar de un paciente le preguntó por la situación, la respuesta lo dejó más preocupado: ‘Me suspendieron la matrícula porque tuve un problema con un político´, fue la explicación que dio la sospechosa”, sostuvieron a LA NACION detectives policiales y judiciales.

Durante la investigación, detectives de la División Delitos contra la Salud y la Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad pudieron determinar que la sospechosa usaba un sello con su nombre y apellido, pero con el número de matrícula de una psiquiatra que se encontraba suspendida.

“Suponemos que la psiquiatra suspendida no tenía conocimiento de que la sospechosa utilizaba su número de matrícula”, agregaron las fuentes consultadas.

Una calificada fuente judicial afirmó a LA NACION que se pudo establecer que, por lo menos, desde marzo de 2023 la sospechosa “atendía” en el departamento donde había montado su consultorio.

La fiscal Scanga imputó a la sospechosa por el delito de ejercicio ilegal de la medicina, dispuso el secuestro de todos los elementos hallados para profundizar la investigación y la clausura del consultorio.

En el departamento de la sospechosa se secuestraron tres teléfonos celulares, una tablet, un sello con un número de matrícula y varios cuadernos con registros de pacientes

“Como durante el allanamiento se hicieron presentes dos pacientes con turnos agendados, se resolvió implantar una consigna policial a los fines de identificar eventuales nuevas víctimas”, dijeron fuentes judiciales.

La sospechosa será indagada después de analizar los elementos de pruebas secuestrados durante el allanamiento.

​ La investigación comenzó a partir de la denuncia de una persona que notó que un familiar, en vez de mejorar, empeoraba  Seguridad 

Leave a Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *