Darío Peña y Juan Ozino Caligaris se conocieron por casualidad o, mejor dicho, por accidente. A finales de los ‘80, plena época de furor del bicicross, ambos bajaban por la largada de una improvisada pista junto a otros chicos, durante una fría y ventosa tarde en Santa Rosa, La Pampa. Uno se enganchó con la bicicleta de otro, cayeron, y un tercero que venía detrás no pudo frenar y les pasó por encima. Para ese entonces, tenían alrededor de 10 años y vivían a unas cuadras de distancia, aunque no tenían vínculo entre sí. Tiempo después, ya adolescentes, Peña y Caligaris se reencontraron, se hicieron amigos y arrancaron juntos una nueva carrera.

Finalizado el secundario, ambos se instalaron en la ciudad de Buenos Aires. Peña se graduó de ingeniero en Sistemas, y Ozino de ingeniero industrial. Para 2003, le dieron forma a su primer emprendimiento: Ipaddress, enfocado en servicios de hosting y de tecnología. Y una década después consolidaron el negocio y lo rebautizaron bajo el nombre Nubity,

“La empresa surgió de las necesidades que visualizamos en las compañías, por la falta de conocimiento y experiencia de los desarrolladores y equipos de IT en todo lo relacionado al diseño, a la migración de aplicaciones, y a la posterior administración de esa infraestructura en la nube”, explicó Ozino Caligari, country manager para la Argentina en Nubity. Entre sus principales clientes figuraban firmas que ya habían adoptado la tecnología cloud o que estaban interesadas en incorporarla. Tal era el caso de compañías de e-commerce, de base tecnológica, de marketing digital y start-ups.

Expansión regional: bandera en México

Inicialmente, la oficina de Nubity fue instalada en el Polo Industrial y Logístico de General Pico, en La Pampa. Se trata de una zona franca productiva del país, con incentivos para la radicación de empresas de tecnología.

Identificado el potencial del negocio, Peña y Ozino pusieron el ojo sobre México a fin de dar el primer paso hacia la internacionalización. “Consideramos que era el mercado óptimo, debido a la fortaleza de su economía, al tamaño del mercado y a temas vinculados al idioma y a la cultura. Además, siempre pensamos en el futuro desembarco en Estados Unidos, por lo que se consolidaba como una plataforma de despegue cercana. Y a esto se sumó que ya contábamos con ciertos contactos que nos permitían el networking inicial”, explicó Peña, quien se instaló junto a su familia en la capital azteca y hoy lleva el escritorio de CEO. “Aprendimos sobre las diferencias culturales, que se traducen en la forma en que se hace negocios, tanto en lo comercial como en lo personal”, precisó.

Momento bisagra

Después de varias etapas de inversión semilla y de aceleración, en octubre de 2016 levantaron US$2 millones mediante una ronda Serie A, que destinaron en su totalidad al crecimiento de la compañía.

Años más tarde, cuando el negocio ya parecía consolidado, este dio un nuevo giro. “Nuestro pitch, poco marketinero pero efectivo, era: ‘Administramos servidores asegurando que no se caigan y no se detenga su negocio’. Sin embargo, en un summit de Amazon Web Services nos topamos con un concepto clave: ‘Los servers van a desaparecer’”, señaló Peña. Y aclaró: “No caímos en pánico porque estábamos en la industria y ya sabíamos de la tendencia. Pero nunca lo habíamos escuchado de una forma tan explícita, lo que lógicamente nos llevó a un replanteo de visión”.

A partir de entonces, incorporaron tecnologías y herramientas y redefinieron su foco: hoy apuntan a ayudar a que las empresas sean más eficientes, apoyadas en la tecnología de la nube. “Ayudamos a nuestros clientes con migración, el desarrollo y la modernización de aplicaciones, integrándolas a herramientas de Machine Learning, Gen AI, Business Intelligence y Customer Experience, que pasaron de ser un ‘nice to have’ a un ‘must have’ en cualquier área de una empresa”, explicó Ozino Caligaris.

Actualmente, de acuerdo con los emprendedores, más de 11 millones de empresas en América Latina enfrentan el desafío de mejorar sus procesos y resultados con recursos limitados. “El mercado de servicios en la nube es sumamente dinámico, exigente y de mucha competencia, pero también se encuentra en franca expansión, ya que las empresas cuentan con la necesidad creciente de adaptar sus viejas tecnologías y hacerlas más eficientes. Por eso, en Nubity, apostamos a duplicar el crecimiento en el transcurso de estos dos años”, añadió Peña.

Hacia la certificación de AWS Connect

Para Peña y Ozino Caligaris, el norte siempre estuvo claro. “Todos los que estamos en esta industria, reconocemos a Amazon Web Services (AWS) como el líder en tecnología cloud; y desde el momento cero, apuntamos a ser partners. Este no es un camino fácil, ya que requiere validar constantemente los conocimientos, casos de éxito y buenas prácticas, pero valió la pena”, coincidieron. A la fecha, Nubity se posiciona como una de las pocas empresas certificadas por AWS en la región

Entre estas validaciones, la firma dispone de competencias de Migración, DevOps y Seguridad Administrada, como también en Amazon Connect – la solución de omnicanalidad que ofrece AWS. Esta última fue implementada, por ejemplo, para el grupo Bimbo, que logró así reducir un 75% los abandonos de llamada y los tiempos un 40% en su centro de contactos, lo que se tradujo en una mejora de la satisfacción de los clientes, según precisaron.

Desde su oficina ubicada en General Pico -a la que luego le siguió otra en la Ciudad de Buenos Aires-, Nubity opera para Amazon México y para el grupo Bimbo desde el inicio de sus operaciones, a quienes les brinda servicios en más de 20 países. La firma de origen pampeano reúne a un equipo de 70 profesionales, distribuidos en la Argentina, en México y en otros países.

​ Darío Peña y Juan Ozino Caligaris crearon Nubity una década atrás, enfocada en tecnología cloud; con oficinas en La Pampa, en Buenos Aires y en México, trabajan para gigantes como Amazon y el grupo Bimbo  Negocios