Se confirmó el día y horario de River vs. Racing por la Copa Argentina

Después de una semana marcada por la Copa Libertadores, Racing y River protagonizarán un enfrentamiento de alta tensión por los cuartos de final de la Copa Argentina. Se espera un duelo vibrante, con los focos puestos en el reencuentro de la Academia y Maximiliano Salas, que pasó de uno a otro en el último mercado de pases.
A una semana exacta del encuentro, la cuenta oficial de la competición confirmó el día y horario del cruce, a disputarse en el estadio de Rosario Central, con transmisión televisiva de TyC Sports: será el jueves 2 de octubre, desde las 18, en el denominado Gigante de Arroyito. Será el último partido de la instancia y definirá al rival de Independiente Rivadavia de Mendoza, que espera en semifinales.
La organización optó por fijar la fecha en la primera semana de octubre, pese al pedido de Racing de postergar el duelo una semana más, debido a que el domingo anterior disputará el clásico de Avellaneda frente a Independiente.
🚨 SEDE Y HORARIO CONFIRMADOS@RacingClub 🆚 @RiverPlate
🥇 Cuartos de Final
🗓️ Jueves 2/10
⌚ 18 hs
🏟️ Estadio Gigante de Arroyito (@RosarioCentral)#CopaArgentinaAXIONenergy 🏆🇦🇷#NuestraCopa 🙌 pic.twitter.com/zK27LLd17T
— Copa Argentina AXION energy (@Copa_Argentina) September 25, 2025
El encuentro llega en un momento clave para ambos clubes. La Academia, que atraviesa un presente competitivo y en alta, viene de superar a Vélez y clasificarse a las semifinales de la Copa Libertadores. River, en cambio, quedó eliminado del certamen continental tras caer como visitante frente a Palmeiras, un golpe duro para el equipo de Marcelo Gallardo.
En su camino por la Copa Argentina, Racing avanzó con autoridad: superó 2-0 a Santamarina de Tandil, 3-1 a San Martín de San Juan y 3-0 a Deportivo Riestra. River, en tanto, dejó atrás a Ciudad de Bolívar (2-0), San Martín de Tucumán (3-0) y Unión, al que venció por penales tras igualar sin goles en los 90 minutos.
Será el primer cruce entre ambos en esta competencia desde su creación. Pero el dato estadístico se vuelve anécdota frente al verdadero condimento del partido: el regreso de Maximiliano Salas al universo racinguista, ahora con la camiseta de River, tras una salida que todavía deja rastros en Avellaneda. El delantero ejecutó su cláusula de rescisión y partió hacia Núñez, en medio de tensiones internas y opiniones divididas entre los hinchas.
La transferencia agitó el clima en Racing. Gustavo Costas no ocultó su incomodidad al ser consultado públicamente: “Si se quieren ir porque piensan que van a ganar más plata en otro lado o en clubes más grandes… Racing siempre es el más grande. Yo no le cierro la puerta a nadie”. Y, con la misma sinceridad que lo caracteriza, anticipó el reencuentro: “Salas me va a venir a saludar él, ¿cómo no me va a saludar? Estoy agradecido siempre. Ojalá que juegue mal, eso sí”.
El morbo, sin embargo, no se agota en ese reencuentro. También genera expectativa lo que pueda suceder con Adrián “Maravilla” Martínez, su excompañero de ataque. En medio del revuelo por la salida de Salas, Martínez fue tajante: “Nunca iría a los clásicos de nuestro equipo. No iría por respeto a la gente”. Sin embargo, el tiempo pareció suavizar los ánimos: días atrás, ambos compartieron un mate y una foto en redes sociales, imagen que funcionó como gesto de reconciliación.
El conflicto por la salida de Salas no solo dejó marcas entre el cuerpo técnico y el plantel. También sacudió las estructuras dirigenciales y provocó un cruce directo entre Diego Milito, presidente de Racing, y las autoridades de River. El exfutbolista, referente institucional de la Academia, no dudó en señalar con nombre y apellido a los responsables de lo que consideró una traición a la palabra dada.
“La palabra que resume todo es decepción, sobre todo con River como institución: su presidente y su secretario general no pudieron honrar su palabra”, sostuvo Milito hace unos meses. Explicó que semanas antes del desenlace había conversado con Jorge Brito y Stefano Di Carlo, quienes —según él— le garantizaron que no ejecutarían la cláusula. “No lo queríamos negociar, aunque el jugador decidió por propia voluntad irse”, agregó. Además, advirtió sobre los efectos de romper ciertos pactos no escritos entre dirigentes del fútbol argentino: “Hay un código, una convivencia. Espero que esto no se convierta en una selva”.
La respuesta de River no tardó en llegar. Di Carlo, secretario general del club de Núñez, negó rotundamente la versión del presidente de Racing: “Las cosas que dijo Milito están muy lejos de la realidad. Siempre dijimos que queríamos evitar una situación así, pero nunca descartamos ejecutar la cláusula. Para eso hace falta diálogo, y Racing lo cortó”. En el mismo tono, remarcó que no hubo promesas ni acuerdos: “Si vos creés que es buena idea, con un club con capacidad económica cuatro veces mayor, cerrar el diálogo, no te tenés que enojar con River. Te tenés que enojar con vos mismo”.
En medio de esas declaraciones cruzadas, fue el propio Salas quien decidió romper el silencio y publicar un extenso comunicado en redes sociales. Allí apuntó directamente contra la dirigencia de Racing y su trato hacia él: “Desde que llegué tuve el mismo contrato que firmé libre, con el pase en mi poder. NUNCA me ofrecieron algo mejor. Cuando River me llamó, y a Racing también, todavía no me habían mejorado el contrato. Recién ahí se dieron cuenta de que yo ‘existía’”.
Salas defendió su decisión apelando al sacrificio personal: “Desde muy chico me hice solo. Nadie me regaló nada. Decidí irme por dignidad, tras su destrato durante meses”. Y cerró el texto con una disculpa a los hinchas: “Seguramente cometí muchos errores y pido perdón, pero no fui el único responsable en esta historia”.
Ya con la camiseta de River, el delantero reiteró su versión en distintas entrevistas. En ESPN, confesó que su “sueño era jugar en River” y que la adaptación en el club fue inmediata. De cara al choque con su exclub, el atacante buscó descomprimir: “Voy a estar contento de volver a ver a mis compañeros. Ellos tienen buen equipo, nosotros también. Va a ser un lindo partido. Que gane el mejor”.
Racing y River se enfrentarán por un lugar en las semifinales, pero el contexto excede lo deportivo. El desgaste de las competencias internacionales, la cercanía de partidos clave y una carga simbólica evidente le añaden tensión a un duelo ya de por sí atractivo. Mientras la Academia buscará sostener el envión de la Libertadores, el conjunto millonario intentará reponerse del golpe que significó la eliminación en Brasil.
En Rosario, todo se condensará en 90 minutos: la historia, los enojos, los reencuentros y el deseo de seguir en carrera en el certamen más federal del país. Racing y River, otra vez frente a frente. Esta vez, con más que un pase a semifinales en juego.
El duelo es el único pendiente de los cuartos de final del campeonato Fútbol
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