Sábat y el humor, una relación para reír y reflexionar​

Hermenegildo Sábat y el humor fue la charla que convocó esta tarde a los artistas Alfredo Sábat, Ariel Tarico y los Les Luthiers Horacio Tato Turano, Roberto Antier y Martín O´Connor, moderados por Mariana Arias en el marco de la exhibición Hermenegildo Sábat: Maestro del retrato, en el Museo Nacional de Arte Decorativo. “Recorrer esta muestra es recorrer nuestra historia y la historia del mundo”, abrió la conversación Mariana Arias. “¿Qué es el humor? Una vez que te reíste, tu cerebro quiere más. El poder de la risa te mejora. El humor es poner una cosa allí donde no va. Está ligado a la sorpresa y al contraste. Es una forma de crítica social”, reflexionó frente a un público atento. Y “Menchi” Sábat hacía todo esto con su humor gráfico.

Para Martín O´Connor, el humor es el medicamento que cura todas las enfermedades. Es necesario para vivir. Recordó cuando un espectador le dijo que Les Luthiers le había salvado la vida. “Para el humorista, esa es la tarea más importante que tenemos”.

Roberto Antier dijo que nada que ver y las risas fueron instantáneas. Y luego habló de las diferentes capas del humor: el blando, el irónico, el sutil. Por su parte, Tato Turano le dio importancia a estar de buen humor y recordó que tenía un grupo de amigos con el que hacía radionovelas y la alegría de esos encuentros le duraba toda la semana.

Apenas empezó la charla, Alfredo Sábat contó que en pandemia fue a la casa de su madre para que no estuviera sola durante los quince días que duraría el aislamiento. Las risas no se hicieron esperar. Aprovechó para revolver y encontró obras de su papá. Eso le sirvió para volver a sentirlo cerca, y ahí fue surgiendo la idea de organizar esta exposición, que es la primera muestra grande que se hace desde que falleció.

Entre risas y recuerdos que denotan una gran admiración, fueron turnándose la palabra. “Uno nunca termina de conocer la cara de una persona por completo”, le comentó Hermenegildo Sábat hace mucho a Tarico, que reconoce en Sábat la observación como una característica de su humor.

Hablaron de los distintos tipos de humor, de las diferencias entre trabajar en un teatro con la respuesta inmediata y la risa de los espectadores y la de trabajar como ilustrador y caricaturista en una redacción, por ejemplo.

“Creo que hay un humor argentino y siempre me pregunté cómo puede ser que Mafalda se venda en Grecia o en Canadá o que Les Luthiers se vaya de gira por toda Latinoamérica o España y sea un éxito”, dijo Sábat. “El humor político en cada país es diferente” y recordó que su padre tuvo la oportunidad de trabajar en otro país, pero no se mudó porque su cabeza estaba formateada para trabajar en Argentina.

Se puede visitar la muestra hasta mediados de julio, con entrada gratuita. “Menchi era periodismo gráfico pero había toda una faceta y una producción de artista. Era editor de libros, era músico, fotógrafo, es como una especie de hombre del Renacimiento que hacía muchas cosas. Entonces, la idea fue descubrir las facetas ocultas de Sábat”, detalla Hugo Pontoriero, actual director del Decorativo y curador de la muestra junto a Cristina Santa Cruz.

“La mejor de las obras es el retrato de Marta Minujin y Jorge Romero Brest. Me parece que es un cuadro inédito que estuvo guardado muchos años porque es una colección privada y familiar, pero esa conjunción entre Minujin y Romero Brest que era el director del Museo de Bellas Artes en esa época es un hallazgo, sobre todo para los que nos gusta la historia del arte argentino. Esa sería como una de las perlitas a descubrir”, recomienda Pontoriero.

Por su parte, Alfredo Sábat se emociona con el retrato de Marilyn Monroe, un papel que está prácticamente en blanco, tiene cuatro líneas y algunos rasgos que están hechos en un estilo medio fotográfico. “Con tampoco dijo tanto, tanta profundidad. Me emociona muchísimo. Descubro detalles: el pelo parece un cuerpo de mujer y eso me impresiona. ¿Lo habrá pensado al hacerlo? ¿Le salió solo o fue instinto o nosotros estamos completando con nuestra interpretación lo que él no tuvo ninguna intención de hacer?”

Otra obra que destaca es un retrato al óleo que pintó de Borges. “Me parece tan profundo, tan profundo. Prácticamente es la cara de él y una elección de colores. Nada más. Pero está todo el clima de su literatura y está tan bien pintado y tan bien técnicamente el manejo de la pincelada que es apabullante para mí”, concluye con orgullo.

​ Un panel de humoristas conversó en Museo de Arte Decorativo, en el marco de la exposición Maestro del retrato, que continúa hasta julio con entrada gratuita  Cultura 

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