Resuelven el misterio de la huella dactilar más antigua del mundo: tiene 43.000 años y es un símbolo de su pensamiento

La comunidad arqueológica de España atraviesa uno de sus momentos más importantes en lo que va del año al descifrar el misterio de la huella dactilar más antigua del mundo impregnada en una roca en Segovia. Después de diversas investigaciones, los expertos concluyeron en que se trataría de una muestra simbólica de pensamiento y ahora esperan conocer en profundidad más sobre el contexto en que se hizo.
Este rastro es único en su tipo y tiene 43.000 años, por lo que su resistencia al paso de los milenios le permitió a los científicos conocer su origen. La misma fue hecha con un mineral rojo ocre y su aspecto pasa desapercibido en el entorno natural de la región de Castilla-León.
Sin embargo, el ojo minucioso de los amantes de la historia detectó este punto caracterizado en la actualidad como el elemento simbólico más viejo de toda Europa.
La huella dactilar corresponde a un hombre de neandertal, último pariente lejano del ser humano que se extinguió hace 40.000 años. A pesar de que convivieron ambas subespecies, la primera llegó primero al continente europeo y se expandió con demasía.
Los científicos implicados en la investigación remarcaron que se trata de un punto rojo que representa a una nariz en una roca con rasgos faciales. Gracias a este hallazgo, se desestimó que los neandertales eran incapaces de crear arte simbólico.
Sin embargo, de la vereda del frente, algunos historiadores y antropólogos se mostraron reacios a la capacidad que pudieran tener para dejar un elemento simbólico a conciencia. La revista Live Science consultó con diversos expertos en el tema y que no participaron del análisis y remarcaron que este tipo de pintura se hizo por fuera de un carácter simbólico de pensamiento.
Los neandertales no tenían la intención de dejar marcas artísticas para la posterioridad que identificaran su paso por la historia, sino que simplemente aquella huella pudo haber quedado fija de casualidad o por error.
Así lo dio a entender el arqueólogo y antropólogo Bruce Hardy y destacó: “Claramente, el ocre se aplicó intencionalmente con la huella dactilar. Pero no vi ningún rostro; el simbolismo está en el ojo del observador”.
Este estudio se publicó el 5 de mayo en la revista Archaeological and Anthropological Sciences. Allí se explicó que el descubrimiento de la huella sucedió en 2022 en San Lázaro, a las afueras de la ciudad de Segovia.
Los científicos e historiadores subrayaron que esa zona estuvo densamente poblada por neandertales entre 44.000 y 41.000 años atrás, por lo que es probable que alguna de estas manifestaciones se haya hecho con un fin expresivo artístico, aunque existan voces disonantes. Además, no hay evidencia de que los primeros seres humanos hayan vivido allí.
Acerca del aspecto de la roca, los arqueólogos la describieron como una papa redonda que mide 15 centímetros de largo y tiene hendiduras con forma de cejas. En tanto, el punto rojo en el centro simula la nariz y este fue impregnado con uno de los dedos del neandertal.
El símbolo se ubicó de manera uniforme, pero los análisis forenses indicaron que “diferentes longitudes de onda de luz revelaron que fue creado por una huella dactilar con un patrón de espiral distintivo”, probablemente el de un adulto.
“Este hallazgo representa la evidencia más completa y antigua de una huella dactilar humana en el mundo, inequívocamente atribuida a los neandertales, lo que pone de relieve el uso deliberado del pigmento con fines simbólicos”, dijo en un comunicado oficial el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.
Después de distintas investigaciones, los científicos conocieron el origen de la marca de Segovia impregnada en una roca en el pasado por un hombre de neandertal En las redes
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