“Reconstruiremos Gran Bretaña”: asumió Starmer tras obtener una enorme mayoría
PARÍS.– “Ahora reconstruiremos Gran Bretaña”, prometió este viernes sir Keir Starmer, inmediatamente después de asumir como primer ministro, tras las elecciones legislativas que dieron al Partido Laborista una aplastante mayoría en la Cámara de los Comunes.
“Hayan votado ustedes por el laborismo o no –en realidad, si no lo hicieron–, les prometo que mi gobierno estará a vuestro servicio. La política puede ser una fuerza para el progreso. Nosotros lo demostraremos”, agregó, apenas regresó de entrevistarse con el rey Carlos III, que lo nombró jefe de gobierno.
“¡Debe estar usted absolutamente exhausto, casi sobre las rodillas!”, exclamó el rey al recibir a Starmer para encargarle formar el futuro gobierno. Ambos hombres se conocen bien y, según el periódico The Daily Mail, sus respectivos gestos, en esa primera reunión tête-à-tête en el Palacio de Buckingham, indicaron que también se aprecian.
El líder laborista, que el jueves provocó una revolución en el panorama político británico al obtener 412 bancas para su partido de las 650 de la Cámara de los Comunes –una mayoría absoluta de 168 diputados–, es el tercer primer ministro que el soberano británico conoce en dos años, luego de Liz Truss, que dirigía el gobierno cuando subió al trono, y Rishi Sunak, que la reemplazó pocas semanas después. Su madre, Isabel II, vio pasar a 15 jefes de gobierno en 70 años de reinado.
Pocos minutos antes de ese encuentro, el soberano británico había aceptado la renuncia de Rishi Sunak, luego de que el Partido Conservador sufriera el jueves la peor derrota de su historia, en unas elecciones anticipadas que él mismo decidió.
Durante un discurso de despedida al frente del 10 de Downing Street, el primer ministro saliente asumió ese fracaso con un “I am sorry” (lo lamento). “He dado todo a esta tarea. Pero ustedes enviaron una clara señal de que el gobierno de Gran Bretaña debe cambiar”, dijo, antes de partir de la mano de su esposa, la multimillonaria diseñadora india Aktasha Murty.
Sunak agregó que dejaría el liderazgo del partido una vez que los detalles para el ingreso del nuevo equipo gubernamental estuvieran decididos, describiendo a su sucesor, Keir Starmer, como un “hombre decente y animado por un espíritu de servicio público, a quien respeto”.
Tras un día de elecciones donde la participación no superó el 60% –contra el 65,5% de las legislativas de 2019–, prueba del cansancio y el desapego de los británicos tras 14 años de una política tory caótica, Gran Bretaña se despertó este viernes con las cifras exactas del tsunami laborista: el laborismo contará en la próxima Cámara con 412 bancas; los conservadores, con 121 –menos de un tercio del total en la legislatura anterior–; los Lib-Dem, con 71, y el ultraderechista Reform UK, con cuatro.
Por su parte, el independentista Partido Nacional Escocés (SNP) llegó detrás del laborismo en Escocia, con apenas diez diputados. Un resultado que significa un auténtico golpe de gracia para los sueños de independencia de la formación.
El laborismo recuperó sobre todo numerosas circunscripciones desindustrializadas del norte del país, esa red wall (pared roja) considerada durante mucho tiempo tierra conservadora, atraída por las falsas promesas del Brexit y las inversiones inexistentes del expremier Boris Johnson. El laborismo no llegó, sin embargo, a alcanzar el récord histórico de Tony Blair en 1997 (418 bancas).
Fue una victoria histórica, pero inferior al 34% que anunciaban los sondeos: solo diez puntos más que los tories, en vez de los 20 puntos anunciados por las encuestas. Y Starmer lo tendrá en cuenta.
“Podemos mirar hacia el futuro nuevamente. Caminar hacia un amanecer de esperanza. Que será muy pálido al principio. Pero se volverá cada vez más intenso durante la jornada”, dijo a sus simpatizantes.
Starmer sabe también que las escandalosas cifras del laborismo se deben en parte al surgimiento de la ultraderecha de Nigel Farage, líder de Reform UK, que dividió el voto de derecha penalizando a los conservadores gracias al sistema electoral británico mayoritario a una vuelta.
“Esto se parece más a una elección que perdieron los conservadores que a una elección donde ganaron los laboristas”, analizó el encuestador sir John Curtice a la BBC.
Tras su victoria –después de probar ocho veces–, Farage afirmó que este era “el comienzo de algo que terminará asombrando a todos”. Reform UK obtuvo apenas cuatro bancas, pero entró a la Cámara de los Comunes por primera vez. El expresidente Donald Trump se apresuró a felicitar a Farage por su “gran éxito”, mientras los líderes occidentales lo hicieron con Keir Starmer.
“La Unión Europea y el Reino Unido son socios esenciales, que cooperan en todos los terrenos de interés para nuestros ciudadanos”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Para el canciller alemán Olaf Scholz, Starmer será “un muy buen” primer ministro. “Lo conozco bien. Nos hemos encontrado numerosas veces. Tendrá mucho éxito”, afirmó.
Si bien el primer ministro saliente parece haber conservado su banca, no sucedió lo mismo con importantes figuras de los tories. Ese fue el caso del secretario de Defensa, Gran Shapps; de Penny Mordaunt, líder de la bancada conservadora; de Gillian Keegan, secretaria de Educación; de sir Jacob Rees-Mogg, exjefe de Gabinete, y de Alex Chalk, secretario de Justicia.
Este viernes se conocieron también los primeros nombres del futuro gobierno laborista. Angela Rayner será la jefa de Gabinete; Rachel Reeves será la primera mujer a cargo del Tesoro; Ivette Cooper fue nombrada ministra del Interior, y David Lamy, ministro de Relaciones Exteriores. La primera decisión del nuevo gobierno fue anular definitivamente el plan conservador de deportar indocumentados a Ruanda.
El rey Carlos III cumplió la formalidad de nombrar al líder laborista como jefe de gobierno solo unas horas después del aplastante triunfo electoral sobre los conservadores El Mundo
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