El atentado que sufrió el expresidente y ahora candidato republicano Donald Trump generó repercusión dentro y fuera de Estados Unidos. El político de 78 años se encontraba frente a una multitud en un acto de campaña en la localidad de Butler, Pensilvania, cuando comenzaron a escucharse disparos y gritos entre los asistentes, y recibió el impacto de uno de los proyectiles en la oreja. El agresor fue identificado por la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, y se informó que habría disparado “múltiples veces al escenario desde una posición elevada fuera del lugar del acto”.

Según indicó el Servicio Secreto en otro comunicado, el tirador -que se encontraba en el techo de una fábrica a casi 120 metros del escenario en donde estaba Trump y disparó con un rifle de asalto semiautomático- fue abatido. Producto del tiroteo, uno de los asistentes al acto de campaña también murió, y otras dos personas se encontraban en estado crítico. Mientras tanto, el FBI, el Servicio Secreto y la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos investigan el incidente como un “intento de asesinato”.

El hombre que disparó era oriundo de la localidad de Bethel Park, también en Pensilvania, y -según expresaron medios estadounidenses– se había graduado de una secundaria local en 2022 con un “premio estrella” de aproximadamente 500 dólares por su desempeño en matemática y ciencias. Además, según un registro de inscripción, estaba registrado actualmente como votante republicano. Sin embargo, los registros federales de financiamiento de campañas muestran que realizó una donación de 15 dólares a un comité de acción política progresista el mismo día que el presidente Joe Biden asumió el cargo, el 20 de enero de 2021.

Tras identificar al atacante del intento de magnicidio, la Policía cerró todos los caminos que conducían a la casa de la familia del sospechoso en el sur de Pittsburgh, que está a aproximadamente una hora en auto del lugar en donde se realizó el acto de Trump.

Las imágenes del expresidente republicano con el rostro salpicado de sangre, rodeado de su equipo de seguridad y con la bandera de EE.UU. flameando de fondo recorrieron el mundo en cuestión de minutos. En un nuevo ataque a un líder de la nación, el tiroteo conmocionó a gran parte de la sociedad estadounidense.

Trump había quedado en un segundo plano en las últimas semanas, con la atención mediática puesta casi exclusivamente sobre el actual presidente Joe Biden y la crisis que atraviesa su campaña y su cruzada para salvar su candidatura, en medio de varios comentarios que hicieron que el arco político dudara de su capacidad para encarar una nueva gestión al frente de la presidencia.

El estado de salud de Trump

Trump estaba mostrando un gráfico con los números de los cruces fronterizos en el país cuando se escucharon los primeros disparos y gritos de terror. El exmandatario se llevó la mano a su oreja derecha y se agachó mientras los agentes del Servicio Secreto se lanzaron encima de él para protegerlo. Segundos después, fue evacuado fuera del escenario ante el fervor de toda la multitud que se encontraba en el lugar.

Un portavoz de Trump, Steven Cheung, dijo en un comunicado que el expresidente está “bien y está siendo examinado en un centro médico local” y agradeció “a las fuerzas del orden y a los socorristas por su rápida acción durante este acto atroz”.

Poco tiempo después, el mismo Trump habló a través de sus redes sociales. “Es increíble que un acto así pueda ocurrir en nuestro país”, dijo y precisó que una bala “atravesó” la parte superior de su oreja derecha. “Supe inmediatamente que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala atravesando la piel. Hubo mucho sangrado, entonces me di cuenta de lo que estaba pasando. ¡DIOS BENDIGA AMERICA!”, escribió.

Si bien el magnate fue dado de alta durante la noche y parece encontrarse bien, las investigaciones sobre la dinámica del ataque continúan y comenzó a circular la hipótesis sobre un posible segundo asesino. ”Por ahora tenemos un tirador. La investigación continuará hasta que tengamos una respuesta definitiva”, comentó uno de los investigadores en una conferencia de prensa.

Con información de AFP, ANSA y EFE

​ El tirador fue identificado por el FBI como un joven de 20 años; se encontraba en el techo de un edificio a más de 100 metros del escenario en donde estaba el ex mandatario republicano  El Mundo