Qué dice la ciencia sobre esta planta ancestral que ayuda a aliviar el insomnio​

Conocida también como verbena común o “hierba santa”, la Verbena officinalis es una planta nativa de Europa –y naturalizada en distintas regiones de América y Asia- usada con fines medicinales desde tiempos históricos. Sus principios activos: principalmente aceites esenciales, flavonoides, mucilagos, saponinas, heterosidos y monoterpenos, le atribuyen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, ansiolíticas, expectorantes y cicatrizantes, explica Clara Fuchs, fitoterapeuta.

“Su uso como planta medicinal se remonta a la antigüedad clásica, con evidencias de que los antiguos egipcios la empleaban y los griegos la dedicaban a la diosa Eos. También hay registros de su empleo en la Europa medieval temprana, asociada con propiedades curativas divinas, y por pueblos celtas como una planta sagrada”, comparte Fuchs. “Tradicionalmente ha sido empleada para tratar resfriados, tos, bronquitis, cólicos, distensión abdominal, inflamaciones, dolor de cabeza, ansiedad e insomnio”, agrega.

Cómo saber si tenés un trauma y qué hacer para superarlo

Con más de 20 compuestos vegetales beneficiosos, varias investigaciones publicadas en los National Institutes of Health (NIH) hablan de los beneficios que tiene esta planta. Entre los principales se destacan los siguientes:

1. Posible antioxidante

Aunque todavía faltan estudios clínicos en humanos, los flavonoides y ácidos fenólicos presentes en la verbena muestran actividad antioxidante, ayudando a neutralizar radicales libres. Un estudio en Phytotherapy Research (2008) destacó que los extractos de verbena tienen capacidad para proteger contra el estrés oxidativo.

Por otro lado, investigaciones hechas en ratas sugieren que el extracto de verbena podría beneficiar ciertas condiciones neurológicas o relacionadas con el cerebro y mejorar el daño cerebral tras un ACV. Esto, explican, se debe a que este compuesto promueve el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro —que lo abastecen de oxígeno— y mejora la función mitocondrial (las mitocondrias son responsables de la producción de energía en las células, y necesitan oxígeno para hacerlo).

2. Propiedades antiinflamatorias

Estudios preliminares y ensayos in vitro han identificado que la verbenalina y los flavonoides de la planta tienen efectos antiinflamatorios en modelos animales y celulares, inhibiendo mediadores inflamatorios como las citoquinas, señala Milagros Sympson, nutricionista (M.N. 12067). “Se recomienda para tratar dolores de cabeza leves y dolores menstruales”, agrega.

3. Relajante

La verbena se ha utilizado durante mucho tiempo en la medicina popular como relajante o tónico nervioso, y las investigaciones en animales actualmente respaldan este uso. Algunos estudios en animales le han atribuido a la verbena efectos sedantes y ansiolíticos leves. Esto, explica Sympson, se debe a la verbalina, que podría interactuar con el sistema nervioso central. “Las infusiones de verbena se han usado tradicionalmente para promover la relajación, aliviar síntomas de ansiedad e incluso tratar el insomnio”, dice la nutricionista.

Un estudio en ratas determinó que dosis de 0,1–0,5 gramos de extracto de verbena por kilo de peso corporal tuvieron un efecto ansiolítico comparable al diazepam, un fármaco ampliamente utilizado para reducir la ansiedad. Los investigadores vincularon este efecto al contenido de flavonoides y taninos de la planta, ambos conocidos por poseer propiedades ansiolíticas y sedantes.

Otros estudios en ratas concluyeron que el extracto podría ayudar a controlar convulsiones o crisis en personas con enfermedades neurológicas como la epilepsia, al prolongar su tiempo de inicio y acortar su duración. Esto se atribuyó a la verbenina, un componente esencial de la verbena. La verbenina incluso fue preferida sobre el bromuro, un compuesto que se usa habitualmente en el tratamiento de la epilepsia.

Así y todo, aún faltan ensayos clínicos robustos en humanos que confirmen la eficacia de la planta para tratar este tipo de cuadros.

Consumo y recomendaciones

La forma recomendada de consumo, por su accesibilidad y aprovechamiento de propiedades, es la infusión. “Conviene usar las sumidades floridas de la planta (la rama con flores o botones florales)”, señala Fuchs. La dosis sugerida aproximada para un adulto es de cinco gramos por litro, que se dejan reposando en agua hirviendo durante cinco a 10 minutos, para luego filtrar y beber.

Su consumo, advierte la fitoterapeuta, está contraindicado en mujeres embarazadas y niños menores de dos años.

​ Usada por egipcios, griegos y pueblos celtas, esta hierba originaria de Europa contiene más de 20 compuestos activos que podrían tener efectos beneficiosos para la salud  Nutrición 

Leave a Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *