Producir más con menos y ser más eficientes, la estrategia que guía a las empresas sustentables​

Quien no se suba al tren de la sostenibilidad va a quedar afuera. Esta es la premisa y conclusión del último panel del evento anual de Sostenibilidad realizado por LA NACION, cuya meta es comunicar la importancia que está tomando la protección del ambiente en el mundo de los negocios y de las grandes empresas.

Moderó la última ronda de conversaciones Carla Quiroga, prosecretaria de Redacción, con disparadores para que los distintos speakers del mundo corporativo expongan su visión sobre el compromiso con la sostenibilidad que se empieza a ver también en un nivel estratégico.

Inauguró el diálogo Federico Garat, Líder de Relaciones con la Industria de Bayer Crop Science Conosur: “La definición corta es producir más con menos mientras restauramos el ambiente”, resumió. El entrerriano, que trabaja por sobre todas las cosas con el concepto de agricultura regenerativa, explicó que el cuidado del suelo es crucial, y que los desafíos principales son dos, y se entrelazan: combatir el cambio climático y asegurar la seguridad alimentaria.

Desde la industria de los alimentos, Verónica Rosales, directora de Comunicaciones y Asuntos Públicos y líder de Sustentabilidad de Nestlé para Argentina, Uruguay y Paraguay, pidió subrayar un aspecto principal de esta cuestión, y es que la crisis climática impacta negativamente, también, en la crisis alimentaria. “Hoy los sistemas alimentarios son responsables de un tercio de los gases de efecto invernadero. Hoy la apuesta está en la construcción de sistemas alimentarios regenerativos, con prácticas de agricultura regenerativa, porque estas permiten la regeneración del terreno y, por ende, la sostenibilidad del negocio a largo plazo”.

El aspecto colaborativo de la cadena

Todos los participantes coincidieron en que, para lograr un resultado funcional, la alianza de fuerzas y colaboración entre partes es fundamental.

Con una mirada internacional, Federico di Penta, director de Alianzas de América Latina de Delterra, señaló que, por fin, se está empezando a tomar dimensión sobre los grandes problemas ambientales (las islas de plástico en los océanos y la proliferación de los gases de efecto invernadero) y que, por eso, es un momento clave para explotar el potencial de la colaboración.

“En Argentina, la cadena de valor de los residuos -que está cada vez más de moda- no funciona y hay mucha oportunidad de optimizar y llegar al triple impacto: ambiental, social y económico”, dilucidó el ambientalista que en los últimos 10 años se dedicó a explorar el vínculo entre los sistemas sostenibles de gestión de residuos y el desarrollo social en África, Asia y Latinoamérica. “No es necesario aumentar los gastos para tener una economía circular, pero hay muchos sectores que tienen que trabajar juntos, empresarios y ciudadanos”.

Di Penta comentó que, dentro de Latinoamérica, la Argentina es el país en el que menos se recicla (entre el 1 y el 2%, mientras que en Estados Unidos se recicla alrededor del 15% y en Europa alrededor del 30%) pero está convencido de que tiene un gran potencial para mejorar.

Rosales brindó un aporte desde una perspectiva intraempresarial. “No podríamos alcanzar nuestros compromisos sin el trabajo en equipo. En nuestro caso en particular, con la industria de los lácteos, por ejemplo, tenemos un equipo de ingenieros agrónomos y veterinarios que acompañan al sector para hacer la transición a la agricultura regenerativa”, contó. “La agricultura tiene que ser rentable para ellos también. Se trata de un proceso de transición que lleva tiempo”.

Aprender, entender y escalar

Para Mariana Iribarne, gerente de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de YPF Luz, en el ajedrez global actual, resulta imperativo eficientizar. También está convencida de que hoy se necesita la energía para crecer y desarrollarse como país, pero que el cuidado del entorno ya no se puede ignorar.

“Nuestro foco está en proveer energía eficiente con la menor huella de carbono posible para las industrias”, declaró la directiva. “Argentina tiene energías renovables de las más competitivas a nivel mundial. En el sur tenemos energía eólica y en el norte energía solar, en ambos casos, súper eficiente. Somos de los países con más potencial para ser competitivos a nivel mundial”.

En la misma línea, de productividad y cuidado, Federico Landgraf, director Ejecutivo de Casafe, recurrió a la visión del productor agropecuario para exponer el modus operandi que el sector empresarial podría adoptar. “El productor agropecuario argentino se caracteriza por ser receptivo e innovador. También se caracteriza por tomar el terreno en el que trabaja en préstamo, para que las próximas generaciones también lo puedan usar y aprovechar”.

Para Landgraf, la mirada del consumidor está puesta en cómo se produce, y en que cada vez tiene que ser más y mejor. “La idea es buscar y adoptar una mirada integral”.

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