Miguel Ángel Russo quedó internado y se ausentó de la práctica de Boca en la Bombonera

Miguel Ángel Russo pasará la noche del miércoles internado en la clínica Fleni, donde le sugirieron que quedara en observación, luego de realizarle estudios programados. Por esta razón, el entrenador no pudo estar al frente de la práctica vespertina de Boca, realizada en la Bombonera. De no mediar inconvenientes, regresará a su domicilio este jueves.
Este escenario es similar al que se dio dos días antes, cuando el director técnico pasó la mañana del lunes en observación en esa clínica, donde fue estabilizado luego de que ingresara con un cuadro de deshidratación. La diferencia es que entonces, poco después del mediodía, sus médicos le dieron el OK para que estuviera presente en ensayo vespertino, en Ezeiza.
El hecho ocurrió en medio de la puesta a punto del plantel xeneize para al compromiso del sábado frente a Defensa y Justicia, a las 19 en Florencio Varela. Allí Boca contará con respaldo de 3000 hinchas, como parte de la tendencia progresiva del regreso de público visitante.
La preocupación por el estado físico de Russo crece cada vez. A principios de septiembre el DT permaneció internado durante casi una semana en el instituto Fleming por una infección urinaria que lo obligó a delegar varios entrenamientos. Aquella situación derivó en rumores que el propio entrenador desmintió con firmeza.
“Hubo muchos que dijeron tonterías. El que sabe sobre su salud es uno mismo”, lanzó en una conferencia de prensa en el día de su regreso, visiblemente molesto por lo que consideró un exceso de especulaciones. Esa frase hoy retumba, con otra fuerza.
El 5 de septiembre recibió el alta, pero el cuerpo técnico y la dirigencia coincidieron en darle más tiempo para recuperarse antes de que retomara la rutina. Russo volvió a encabezar un entrenamiento recién cinco días después, antes de la visita a Rosario Central. Con la aprobación de los médicos, Russo viajó a Arroyito.
Como ya contó LA NACION, desde el club ya dieron señales en relación con la situación. Siempre que Russo no pueda estar presente, Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez quedarán en la conducción del equipo, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Esto sucederá al menos hasta que concluya la actividad de Boca en el torneo Clausura.
Mientras se aguarda por el regreso del entrenador, Boca sigue adelante con su preparación, en medio de una preocupación ligada con lo futbolístico: la ausencia de Edinson Cavani. El delantero uruguayo padece una distensión en el psoas derecho y, a esta altura, su presencia frente al Halcón parece prácticamente descartada.
La planificación es hecha entre la necesidad de ganar por la liga y por el acceso a la Copa Libertadores, y la incertidumbre de no saber qué sucederá con Russo. Lo que ocurre con el preparador atraviesa al club. Mientras Boca depende de su entrenador para proyectar un camino deportivo, debe velar por el bienestar del DT.
Entonces, sobrevuela una pregunta: ¿está Russo en condiciones de asumir todas las responsabilidades que demanda dirigir a Boca? Porque si bien el propio Miguel insiste en adjudicárselas (“me hago cargo de todo”), el domingo, durante el 2-2 con Central Córdoba en la Bombonera, se lo vio desprovisto de la intensidad que la situación requería, y luego llegaron los episodios clínicos: la internación del lunes por deshidratación y la de este miércoles por observación.
El DT se realizó estudios programados, pero los médicos le sugirieron que permanezca en observación Fútbol
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