Mendoza: se conocieron las fotos de las agresiones que recibió la mujer que denunció a los rugbiers franceses​

Luego de que los dos rugbiers acusados de abuso sexual en la provincia de Mendoza viajaran este martes con destino a Buenos Aires para esperar su sobreseimiento en la causa, la mujer que los denunció dio a conocer una serie de fotos que muestran los golpes y las agresiones que recibió el día en que se encontró con los deportistas en el hotel Diplomatic.

La mujer de 39 años, identificada como Soledad, debía comparecer también ante la Fiscalía de Datos Sexuales, donde los peritos psicológicos y psiquiátricos debían presentar sus conclusiones y determinar la veracidad de la denuncia contra Hugo Auradou y Oscar Jegou, ambos de 21 años. Sin embargo, no se presentó ante en la Justicia para avanzar en la audiencia clave (que se pasó para el próximo viernes), y dejó una carta en las oficinas del Ministerio Público Fiscal en la que afirmó que sufre un “apriete psicológico”. “Me mataron en vida” y “me sacaron las ganas de vivir”, afirmó.

Tras este hecho, la defensa de los rugbiers pidió el sobreseimiento definitivo de los dos jóvenes jugadores del seleccionado galo, que llegaron a Aeroparque este martes por la tarde. Semanas atrás, ambos habían sido beneficiados con la libertad condicional, aunque pende sobre ellos una prohibición de salir de la Argentina hasta que se completen las medidas de prueba.

Según detalló el medio local UNO, uno de los grandes pilares que había motivado el pedido de detención de los deportistas fue el informe que realizó el Cuerpo Médico Forense (CMF) sobre la mujer. La presunta víctima presentaba “lesiones en sus partes íntimas” y otras 15 heridas que partían de la denuncia de haber sido “golpeada y sujetada en forma violenta” por los dos hombres.

En la zona del rostro, se constataron un moretón en el párpado izquierdo y dos moretones en la parte baja del mentón, según detallaron fuentes ligadas al expediente. Las lesiones pueden verse en las fotos que compartió.

Además, los médicos informaron sobre hematomas en los glúteos y piernas; moretones y raspones en las clavículas y en el pecho; y cinco “escoriaciones lineales” en el omóplato, que corresponde a un rasguño con los dedos.

Los audios

En las últimas semanas la causa dio un giro inesperado que complicó a la presunta víctima cuando se conocieron públicamente los mensajes de audio que intercambió con una amiga horas después de que ocurrieran los hechos que fueron denunciados.

En ese intercambio, la mujer relató los hechos previos y posteriores a la noche en el hotel con los deportistas que conoció en un reconocido boliche mendocino el sábado 6 de julio, luego del partido de Los Pumas contra Francia. “Me fui con un rugbier de afuera, estoy en su hotel, así que no cuentes conmigo, ¿si?”, dice uno de los mensajes previos a la agresión.

El resto de la charla corresponde a la mañana siguiente al ataque, cuando la víctima ya había regresado a su hogar: “Loca, gracias por el aguante, por todo. Conocí a un rugbier francés altísimo, el chabón re lindo y llegué a mi casa a las 9. O sea, te debo la vida, me hiciste el aguante de dejarme acá en mi casa. Siempre la misma historia, una vez que salgo, aproveché”.

Luego, el tono de la conversación cambió y la mujer comenzó a relatar las lesiones que presentaba: “Me cagó a palos, me agarró del cachete, me dejó machucones en la cara, en la mandíbula, en la cola, rasguños en la espalda, no sabés, tremendo. Son muy culiados boluda, me hizo mierda el chabón”. Y marcó: “Tengo un ojo morado, gorda, me tuve que tomar un diclofenac porque me hicieron mierda. La mandíbula la tengo toda moretoneada”.

Por otra parte, el informe completo del peritaje psicológico de los jóvenes determinó que no presentan patologías de índole sexual, y los estudios preliminares de salud mental también indicaron que no presentan conflictos ni alteraciones en la conducta.

​ Las imágenes muestran los golpes y rasguños que presentaba la presunta víctima; los deportistas llegaron a Buenos Aires a la espera del sobreseimiento  Seguridad 

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