Malas noticias en Los Ángeles: el reclamo de Karen Bass ante el aumento de redadas contra migrantes latinos

Las redadas migratorias que se intensificaron en Los Ángeles durante los últimos meses desataron una fuerte reacción política y social. La alcaldesa Karen Bass expresó públicamente su rechazo a la estrategia implementada por las autoridades federales y advirtió que estas medidas no solo generan miedo en la comunidad, sino que además dañan la economía local.
Karen Bass critica las redadas de ICE en Los Ángeles por su impacto económico
Bass publicó un mensaje contundente en su cuenta oficial en el que condenó los operativos. “Sectores enteros de nuestra economía local se han visto afectados negativamente por las redadas imprudentes e injustificadas del ICE. Esto no mejora la seguridad de nadie”, escribió la alcaldesa de Los Ángeles.
El planteo de Bass puso en primer plano el impacto de las redadas en sectores vulnerables de la economía, particularmente en los trabajadores de origen latino que sostienen con su esfuerzo gran parte de la oferta gastronómica callejera. Su advertencia apuntó a un doble efecto: por un lado, la pérdida de ingresos de miles de familias; por otro, la ruptura del tejido comunitario en barrios donde la vida cotidiana depende de la circulación de vendedores ambulantes.
Redadas en Los Ángeles: caída en ventas callejeras por miedo al ICE
En un artículo firmado por Eva Recinos en The Guardian, citado luego por Bass, se expuso el panorama de miedo e incertidumbre que atravesó la ciudad durante el verano boreal. Los operativos migratorios se ejecutaron a toda hora, desde la madrugada hasta la noche, y afectaron especialmente a vendedores de comida que ofrecen tamales, pupusas, tacos, frutas frescas o los tradicionales hot dogs envueltos en panceta.
Según explicó Shannon Camacho, integrante de la organización Inclusive Action for the City, muchos comerciantes se vieron obligados a elegir entre arriesgarse a perder el único ingreso que tenían o enfrentar una posible detención por parte de agentes del ICE.
“Los vendedores están en una situación particularmente vulnerable, ya que dependen del tráfico peatonal y de calles concurridas. Esto fue algo intencional del Departamento de Seguridad Nacional: apuntaron a quienes trabajan al aire libre, sabiendo que en su mayoría son inmigrantes y muchos de ellos indocumentados”, declaró Camacho.
La situación fue tan grave que LA Street Vendor Campaign (Lasvc), coalición que agrupa a varias organizaciones comunitarias, organizó asistencia directa. Juntaron alrededor de 100 mil dólares en ayuda económica, pero advirtieron que los recursos alcanzaron apenas para cubrir una fracción de las necesidades.
Qué dicen los comerciantes sobre el efecto de los operativos en Los Ángeles
Las crónicas de pequeños emprendedores recogidas por The Guardian mostraron en detalle cómo las redadas alteraron el pulso cotidiano de la ciudad:
Juan Carlos Guerra, dueño de Taquería Frontera, explicó que las calles se vaciaron en plena temporada de ventas. Había planeado abrir un local en Silver Lake a comienzos de junio, pero decidió suspender la inauguración. En medio de la crisis, impulsó un Taco Tuesday solidario y donó las ganancias de sus trompos de carne a la organización CIELO, destinada a ayudar a familias inmigrantes. Bulmaro, comerciante ambulante de tamales, contó que su familia dependía por completo del negocio. Durante un mes dejaron de trabajar, sin ingresos ni pedidos telefónicos, porque la clientela había desaparecido. Cuando lograron volver a vender, la situación ya no fue igual.Alejandra Rodríguez, dueña de Alex Foods y Cemitas Poblanas, relató que la caída de ventas superó el 70%. En West Hollywood, incluso trabajadores con visa dejaron de asistir por miedo a ser deportados. Se vieron obligados a cerrar diez días y, al no poder cubrir los costos, despidieron a uno de sus dos empleados.
Karen Bass reclama en Los Ángeles por el aumento de redadas del ICE contra migrantes latinos, que afectan la economía local y generan temor. California
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