Luis Majul: “Los ‘dos golpes de mercado’ que evitó Javier Milei”​

Javier Milei está convencido de que evitó un golpe de mercado. O, lo que técnicamente se denomina un “ataque especulativo contra la moneda en curso legal”. Es más: dice que no fue un solo ataque, sino que fueron dos. Sostiene el Presidente: “El primer golpe de mercado se produjo hace 15 días. Y el otro, el de la semana que pasó. Querían llevar el Contado con Liquidación a $1800”.

El Dólar Contado con Liquidación cerró el viernes pasado a $1330. Es decir: hubiera implicado una suba de un 50% en unos pocos días. “Si les salía bien, explotaba toda la economía: la macro, la inflación, y todos los índices se hubiesen ido al diablo. Pero les salió mal. Y les quedó el culo como el de un mandril”, insistió, Milei, con la categórica metáfora que usó el viernes en la entrevista con Alejandro Fantino.

¿Pero cómo supo el jefe de Estado que lo querían llevar a $1800 y no a $1700 o a $2000? ¿Y quiénes lo querían “hacer subir” hasta ese nivel? “Sabemos que lo querían llevar a $1800 y la identidad de los banqueros y los empresarios porque contamos con buena información”, nos aclaró.

De hecho, Milei dice que uno de los que deseaban o especulaban con una nueva suba del dólar es Teodoro Karagozian. Al empresario textil lo acaban de despedir del Consejo de Asesores Económicos inmediatamente después de la nota que le dio el miércoles a Eduardo Feinnman, en la que opinó que el dólar estaba atrasado.

¿Echaron a Karagozian porque el Gobierno no soporta a los libres pensadores o porque Milei, junto con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, interpretaron sus declaraciones como un “ataque especulativo contra la moneda en curso”? El Presidente asegura que fue más por lo segundo que por lo primero. De hecho, con Fantino, llamó a Karagozian el “osito traidor”. El equipo económico sostiene que la que acaba de pasar fue otra buena semana para el Gobierno.

Ahora Milei pide a los argentinos que se detengan en un dato en particular. El de la inflación mayorista de junio. Porque dio “muy bajo”: 2,7%. Y acumula, durante el primer semestre, “apenas” un 50,5%. “Nos dejaron una inflación mayorista viajando al 17.000% y la bajamos a este nivel. ¿Tanto les cuesta reconocer a los econo-chantas que estamos teniendo un éxito rotundo en el laburo más difícil de todos, que es bajar la inflación?”, se pregunta.

El Presidente sigue con obsesión la evolución de la inflación de alta frecuencia. Tiene la expectativa que los datos de julio sean más alentadores que los de junio. Es más: trabaja para que sean menores, todavía, al 4,2% de mayo, el más bajo de toda la era Milei-Caputo.

Milei lanza epítetos irreproducibles contra una economista que viene alentando sobre la baja acumulación de reservas del Banco Central. No la menciona, pero todo parece indicar que se refiere a Marina Dal Poggeto. “Lo que dice una economista que no quiero nombrar es otra burrada de marca mayor. ¿Quiere que emita dinero para comprar dólares? Porque si emito dinero vuelve a subir la inflación. Y si vuelve a subir la inflación los que pierden son los pobres”

Para defender a su ministro favorito, Luis Caputo, a quien Cristina Kirchner aludió durante las últimas horas diciendo que parecía “más perdido que turco en la neblina”, el Presidente ni siquiera se detuvo en los argumentos de la expresidenta. Solo sentenció que ella no puede hablar.

Pero Milei también despotrica contra los expertos que dicen que la economía no crece. Pide que lean el último dato del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC. En efecto: la actividad económica aumentó 2.3% en mayo con respecto al mismo mes del año pasado. Eso representa 1.3% con respecto a abril. Lo que mas subió fue agricultura y ganadería, con más del 103%.

También los sectores de electricidad, gas y agua, con más 11%, junto a la explotación de minas y canteras, que se explica por el aumento en la producción de Vaca Muerta.

Sin embargo, cayó la construcción, más del 22%; y el comercio minorista, mayorista y reparaciones, con más del 11%. Milei insiste: “La economía está creciendo. De a poco. Crece por cuestiones coyunturales, como la suba de los salarios y las jubilaciones. Y estructurales, como el tema de los stocks que las empresas se habían reservado y que tienen que salir de nuevo a acumular. La actividad también va a crecer por el ahorro del 15 por ciento de déficit que implica un Estado más eficiente. Eso, tarde o temprano, se trasladará al sector privado”.

Milei no quiere volver a hablar en público sobre el controvertido tuit de la vicepresidenta Victoria Villarruel. Pero está claro que no le gustó verla dando clases de colonialismo a los franceses ni sobreactuando su defensa hacia el futbolista Enzo Fernández, quien apareció en un vivo de Instagram cantando frases consideradas racistas y xenófobas contra Francia.

De hecho, el viernes, el primer mandatario pareció dar por finalizado el desaguisado con una frase de ocasión: “No fue un tuit feliz. Lo arregló Kari”. ¿Pero qué piensa de verdad Milei?

Que la vice expresó el pensamiento típico de un “demagogo populista de derecha”. Que no evaluó que se estaba metiendo con uno de los países, integrantes del G7, que más inversiones tiene en la Argentina. Que encima empeoró y dio más visibilidad a una situación que estaba saliendo de la agenda, mientras el gobierno nacional hacía un trabajo secreto, de buenos oficios, para que la sanción del Chelsea contra Enzo Fernández no fuera tan dura. De hecho, el club inglés está analizando dejarlo 12 partidos sin jugar.

¿Por qué cree Milei que Villarruel lo hizo? No para perjudicarlo a él. Sí para ganar popularidad. ¿Y para qué fue la secretaria de la presidencia, Karina Milei, casi de madrugada, a la embajada de Francia? Según fuentes cercanas a la Oficina del Presidente, para evitar que el conflicto no escale.

Pero vayamos a lo que importa. Ni el Presidente ni Villarruel ocultan que tienen proyectos diferentes y agendas paralelas. De hecho, cerca de Milei dicen que mientras el presidente renunció a su jubilación de privilegio, la vice no lo imitó. Y que mientras Martín Menem sigue la agenda de no aumentar las dietas de los diputados más allá de lo que impone la realidad, Villarruel convalida una suba desmesurada para los senadores nacionales, de espaldas al deseo de la mayoría de la sociedad. “Villarruel está más cerca de la casta que de las fuerzas del cielo”, nos dijo un miembro de la mesa chica del gobierno que está al tanto de las crecientes diferencias.

Sin embargo, ahora mismo, el Presidente está menos preocupado por la vice que por el chileno Rodrigo Valdés, director del Departamento del hemisferio occidental del FMI.

Dice que Valdés, en su momento, jugó a favor de Sergio Massa, a quien le permitió emitir los puts, y que ahora hace todo lo posible para bloquear un eventual futuro préstamo del FMI a la Argentina. “Hubo complicidad del jefe de la misión Argentina del FMI con el Gobierno anterior. Nosotros somos sobre cumplidores con todos pero prefirieron apoyar el desastre de Massa. ¿Por qué el FMI le permitía todo a Massa? Nosotros sobre cumplimos todos y todo el tiempo están poniendo peros. Avalaba todo el desastre de Massa y a nosotros nos hace los que nos hizo”, sostuvo Milei.

El jefe de Estado tampoco se siente cómodo hablando sobre la desaparición de Loan Peña y sus repercusiones. ¿No le molesta que el caso Loan lo haya sacado del centro de la agenda y la conversación pública? Dice que le preocupa, como a todos, que no se pueda llegar a la verdad. Explica que no le molesta salir de la agenda pública, mientras sus niveles de adhesión e intención de voto se mantengan como hasta ahora.

Las de gestión e imagen de ARESCO les siguen dando un 55% positiva, con un 43% de negativa.

Entre las cosas que se le critican al gobierno en general y a Milei en particular son les decisiones, algo apresuradas, que determinaron, por ejemplo, el apartamento de Julio Garro como subsecretario de Deportes. Es cierto.

Garro, como Villarruel, se había sobregirado. ¿No era demasiado decir que Messi tenía que pedir disculpas por lo que convalidó Enzo Fernández, si ni siquiera el capitán estaba ahí?

A Garro lo echaron sin compasión. Parece que por la presión de “El Gordo Dan” y sus amigos. El Gordo Dan es Daniel Parisini, un ex enfermero del Hospital Rivadavia, que ya había pedido y conseguido la renuncia de Fernando Vilela a la secretaría de Agricultura, por haber likeado un tuit de Martín Lousteau.

Dan participa del canal de streaming “Carajo” y es uno de los tuiteros mileístas más activos, junto con “Agarrá la Pala”, “Hombre gris”, “TraductorTeAma”, “El Trumpista”, “Pregonerol” y “JuanDoe”.

¿Ellos manejan a Milei o Milei los maneja a ellos? En todo caso piensan muy parecido, y no usan eufemismos a la hora de escribir o decir lo que piensan.

Apropósito: Es falso que Milei y Mauricio Macri hayan hablado para acordar que Diógenes de Urquiza fuera el sucesor de Garro. De hecho, fue una vez más, Guillermo Francos quien llamó al ex presidente para contarle que Garro ya estaba afuera, y que tenía la prerrogativa de sugerir su reemplazante.

Fue entonces cuando Macri le sugirió a De Urquiza, quien ya había trabajado con él en 2018, como titular de la Agencia de Deporte Nacional.

Macri y Milei hace mucho que no hablan, con excepción del abrazo y el saludo de la noche de la vigilia del Pacto de Mayo en julio, en Tucumán. El último contacto fue hace casi dos meses, a través un mensaje del presidente que decía, palabra más, palabra menos, que próximamente llamaría a Macri para charlar largo, o encontrarse cara a cara.

En el medio, el expresidente pidió de manera pública, a través de una carta, que el gobierno nacional le devolviera a la Ciudad el porcentaje de Coparticipación que le había quitado Alberto Fernández.

El jueves, el jefe de Gobierno, Jorge Macri, se encontró con Luis Caputo, y se pusieron de acuerdo en cómo le devolverían a la Ciudad esa enorme pasa da dinero. Si no se hubieran puesto de acuerdo habría sido muy malo para ambas partes.

Milei y Caputo habrían tenido que salir a explicar por qué el Poder Ejecutivo no cumple los fallos de la Corte. Es más: Jorge Macri tenía preparada una denuncia penal, para hacer la deuda efectiva. No hubiera habido manera de recomponer ningún vínculo. Mauricio y Jorge Macri lo hubiesen tomado como una declaración de guerra. Y el mapa político de la Argentina se hubiera puesto patas para arriba.

¿Por qué Milei y Macri no se terminan de juntar? Porque cuando Milei pide fusión, Macri interpreta “absorción”. O mejor dicho: “desaparición de Pro”. Y cuando Macri dice que lo único que pretende ser es un “armador de equipos” para que al nuevo gobierno le vaya bien, los custodios de la pureza de la Libertad Avanza como Santiago Caputo, interpretan: “Mauricio se quiere quedar con todo, incluidos los organismos que son considerados las grandes cajas de la política”.

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