Los beneficios de sumar molleja de pollo a la dieta de tu perro
Tener un perro en la familia implica una gran responsabilidad que abarca más que simplemente proporcionar cariño y entretenimiento. Uno de los aspectos fundamentales en el cuidado de nuestras mascotas es asegurar que su alimentación sea adecuada y balanceada para promover un crecimiento saludable y robusto. En este sentido, las mollejas de pollo aparecen como una opción de alimento saludable y sabroso, pero que pueden generar algunas preguntas respecto a su inclusión en la dieta canina.
La recomendación surge del espacio Bienestar del Canino en TikTok. Explican que las mollejas, que forman parte del sistema digestivo del ave, están cargadas con vitaminas esenciales como la A, B3, B9, B12, y minerales críticos como potasio, fósforo, sodio, hierro y zinc. Además, contienen niacina, una vitamina del complejo B que es crucial para regular los niveles de triglicéridos y aumentar el colesterol bueno, lo que contribuye a la salud cardiovascular del perro.
Sin embargo, hay aspectos a considerar sobre este tipo de alimento. Los especialistas sugieren incluir mollejas de pollo en la dieta de los perros al menos una vez por semana debido a su alto valor nutricional e indican que es crucial ajustar la cantidad adecuadamente para evitar cualquier desequilibrio que pueda perjudicar la salud del animal. Y si el plan es sumar este alimento en la dieta diaria, solo debe constituir el 10% del total de la alimentación.
Cómo incorporar mollejas de pollo en la dieta de tu mascota
Antes de incluir las mollejas de pollo en la dieta de tu mascota, es crucial asegurar una cocción adecuada. Lo recomendable es hervirlas, hornearlas o saltearlas ligeramente sin añadir condimentos o aceites. Cocinarlas bien es esencial para eliminar cualquier riesgo de contaminación bacteriana.
Debido a su textura, las mollejas de pollo pueden ser difíciles de masticar para algunos perros, especialmente si se ofrecen enteras. Cortarlas en piezas pequeñas va a ayudar a tu mascota y digerir mejor estos bocados nutritivos. La introducción de este alimento en la dieta del animal debe ser en un principio en pequeñas cantidades, para observar cómo reacciona el animal antes de hacerlo un componente regular de su alimentación.
Es siempre prudente supervisar a tu mascota mientras consume mollejas de pollo o cualquier otro alimento que se quiera introducir a su dieta. Esto es importante para asegurar que el perro mastique adecuadamente y no ingiera trozos grandes que podrían causar asfixia. Si tenés alguna duda sobre la inclusión de mollejas de pollo en la dieta de tu perro, o si tu mascota tiene condiciones de salud preexistentes, es aconsejable consultar con un veterinario para obtener orientación personalizada.
Otros alimentos para compartir con tu perro
Además de las mollejas de pollo, hay varios alimentos nutritivos que se pueden compartir con tu perro para diversificar y enriquecer su dieta. La manteca de maní, rica en proteínas y grasas saludables, es ideal para rellenar juguetes interactivos y mantener a tu mascota ocupada.
También podés añadir pollo cocido a su comida regular para un extra de proteína o utilizarlo como un reemplazo rápido en situaciones apuradas. Las zanahorias, bajas en calorías y ricas en fibra y beta-caroteno, no solo son buenas para su salud dental sino también para su bienestar general.
Otra excelente opción es la calabaza, que ayuda a mantener la salud gastrointestinal gracias a su contenido de fibra y beta-caroteno. Los huevos, por su parte, son una fuente fácil de digerir de proteínas adicionales, riboflavina y selenio.
La víscera puede ser una inclusión positiva en la dieta de tu mascota; los especialistas recomiendan que no supere al 10% de del total de la alimentación diaria del animal Mascotas
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