Locomotora Oliveras: una pelea perdida por puntos contra la Tigresa Acuña y una enemistad que duró 16 años

Con los resultados deportivos en su favor, Alejandra “Locomotora” Oliveras comenzó a ganar visibilidad mediática, sobre todo luego de consagrarse campeona mundial supergallo del Consejo Mundial de Boxeo en 2006, y se convirtió en la figura antagónica de Marcela “Tigresa” Acuña, la pionera del boxeo femenino en Argentina. Entre ellas nació una rivalidad que fue más allá del alcance de los guantes.
Pero antes de que eso sucediera, la popularidad y los títulos de ambas generaron la posibilidad de un combate en diciembre de 2008. El mítico Luna Park fue el lugar elegido para un enfrentamiento que resultó histórico y acaparó la atención no sólo de los argentinos, sino de los amantes del boxeo mundial. La ajustada victoria por puntos de la Tigresa fue el punto de partida de una enemistad que se prolongó por 16 años y que privó a los argentinos de verlas nuevamente cara a cara en un ring.
Según algunos especialistas, fue Oliveras quien no quiso volver a combatir. Sin embargo, Locomotora siempre culpó a la propia Acuña de poner excusas para no concretar el segundo capítulo. “Que pongan la plata que hay que poner y hacemos la revancha”, expresaba, por aquellos años, Alejandra. Una declaración de principios acorde con muchos de sus actos arriba del ring.
El final de Locomotora Oliveras vs. Tigresa Acuña
Ni la sabiduría y el profesionalismo de Amílcar Brusa pudieron con el espíritu indomable de Oliveras. A pesar de haber ganado su segundo cinturón mundial con el maestro santafesino en su rincón, ella decidió emigrar a México en busca de mejores oportunidades, en una excursión corta y sin éxito, bien lejos de Acuña.
Tras el retiro, la Tigresa dejó al desnudo las diferencias entre ellas en una entrevista en Canal 9. “Apenas me nombra a mí, me agrede, y más cuando hay cámaras prendidas. Busca promocionarse conmigo. Se cuelga de mis guantes”, señalaba por entonces como invitada en un programa dedicado a referentes del deporte que conducía Moria Casán. “No lo necesita porque ha sido una gran campeona, pero de esa pelea de la que ella dice que se la robaron, todos los críticos y especialistas de boxeo coinciden en que la perdió. Es muy buena, pero esa noche conmigo perdió”, amplió Acuña.
La versión de Acuña sobre Oliveras
En los últimos días, no obstante, la formoseña conmovió a la comunidad del boxeo al publicar un mensaje lleno de esperanza y fuerza para Oliveras, al conocerse el accidente cerebrovascular (ACV) de la jujeña. “¡Fuerza Ale! Nunca me imaginé que estarías en esta situación. La vida te puso entre las cuerdas, pero sólo es… ¡un round más!”, escribió Acuña, que comentó que la noticia le cayó “muy, pero muy mal”. Y agregó: “Que a una persona tan joven y saludable como ella le ocurra eso, te hace pensar que le puede ocurrir a cualquiera. Es una lástima que le pase eso a alguien realmente tan joven y fuerte”.
Contrariamente, meses atrás, en medio de su recorrida motivacional por diversos canales, Oliveras recordó el conflicto que nació aquella noche después de ese golpe en la nuca que la derribó y cambió el curso de la pelea. “Me robaron la pelea. Yo seguí peleando y había ganado por puntos, pero había un acomodo. Fue sucia. Yo le gané”, recordó en la mesa de Juana Viale.
La versión de Oliveras sobre Acuña
Sexta de siete hermanos, en su camino fuera de los rings Oliveras terminó descomprimiendo la disputa entre ellas en octubre pasado, cuando volvieron a verse cara a cara al coincidir en un evento pugilístico, como comentaristas. “Perdonar es olvidar y sana el corazón”, dijo Locomotora. Aquella noche se dieron un abrazo y ante las cámaras destacaron la capacidad competitiva de la otra. Un reconocimiento que hoy, en medio del desenlace inesperado, pareció una convocatoria del destino justo a tiempo.
“Es sabido que durante mucho tiempo hemos tenido idas y vueltas, mediáticamente hablando nos tirábamos bombas. Pero el año pasado nos encontramos nuevamente cara a cara, dimos vuelta la página y ahí empezó otra clase de relación, tras un beso y un abrazo. Locomotora es una revolucionaria del boxeo. Sentiría mucha culpa si hubiésemos seguido peleadas”, agregó Acuña días atrás, nuevamente convocada en diversos medios periodísticos para recrear la relación entre ambas que mutó y las tenía hoy por hoy más cercanas.
Tras enfrentarse en diciembre de 2008, las campeonas no volvieron a estar cara a cara en el ring; se reencontraron en octubre pasado Boxeo
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