Lo acusaban de matar a su madre, su hija y su hermano, pero solo lo condenaron por un homicidio​

Pablo Damián Grottini estaba acusado de matar a su madre, su hermano y su hija, muertes ocurridas entre julio de 2019 y abril de 2022. Pero, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de San Nicolás solo lo condenó por un homicidio y, por el beneficio de la duda, lo absolvió por los otros dos fallecimientos.

Grottini, en un fallo unánime, fue encontrado culpable de la muerte de su madre, Teresita Di Martino, fallecida cuando estaba internada en el Hospital San Felipe de San Nicolás. Fue condenado a la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio calificado por el vínculo, por su comisión con alevosía y por procedimiento insidioso empleado.

La sentencia fue dada a conocer hace pocos minutos por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de San Nicolás. Grottini, de 44 años, escuchó la lectura del fallo acompañado por sus abogados Miguel Arzagot y Jorge Ingrata. No se inmutó cuando escuchó la pena de prisión perpetua.

“Soy inocente. No tengo nada que ver”, había afirmado Grottini el jueves pasado cuando se le dio la oportunidad decir sus últimas palabras antes de que los jueces María Belén Ocáriz, Laura Mercedes Fernández y Cristian Ramos se retiraran de la sala de audiencias para deliberar.

Al igual que la jornada de los alegatos, la lectura del veredicto fue transmitida por el canal de Youtube de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.

Las muertes de Di Martino, Germán Grottini y Ailén Luz, la hija adoptiva del acusado, que cuando falleció tenía 10 años y un retraso madurativo, ocurrieron entre julio de 2019 y abril de 2022

“Las muertes no fueron naturales”, había sostenido la fiscal María Belén Baños durante su alegato. Y agregó: “Hemos quebrado la presunción de inocencia”.

La investigación comenzó después de la muerte de Di Martino, ocurrida el 23 de abril de 2022, en el Hospital San Felipe, de San Nicolás.

La mujer había llegado al hospital trasladada por su hijo. Grottini sostuvo que su madre estaba descompuesta. “La paciente refirió sentirse mareada y angustiada por la muerte de otro hijo y de su nieta”, explicó en su momento la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°12 de San Nicolás, en un comunicado de prensa.

Di Martino fue sometida a una serie de estudios que dieron como resultado “parámetros normales”, pero la mujer continuó internada en observación y se le colocó un suero para su hidratación.

“Estuvo a solas al cuidado de su hijo en el box número 3 de la guardia del hospital, que es un espacio cerrado, para un solo paciente. La salud de la paciente fue controlada por el personal médico. Se encontraba estable, incluso en condiciones de ser dada de alta. No presentaba ninguna complicación clínica y tampoco patologías previas que ameritaran su internación. Tampoco se le suministró ninguna medicación más allá de la solución fisiológica”, se agregó en el comunicado.

Pero, de pronto, Grottini avisó al personal médico que el “suero perdía”. “La enfermera de turno, luego de constatar que la vía estaba pinchada, atravesada de lado a lado, cambió el suero, observando que el hijo de la paciente tenía sus prendas de vestir mojadas”, explicaron fuentes judiciales.

La ropa mojada de Grottini fue el primer indicio que alertó al personal médico y a los enfermeros. Una hora y media después, el hijo de la paciente avisó que su madre estaba dormida. En realidad, estaba muerta.

Germán Grottini, el hermano del sospechoso, murió en julio de 2019 a los 32 años. Falleció en una clínica de San Nicolás a la que había llegado con mareos, náuseas y somnolencia, según su historial médico.

“El médico que lo atendió declaró que no pensaban dejarlo internado más de 24 horas. Le habían colocado suero. El cuadro era leve y la evolución, rápida y favorable. Quedó internado en una habitación al cuidado de su hermano y su madre”, se afirmó en el comunicado de prensa difundido por el Ministerio Público Fiscal.

En determinado momento, cuando la madre del paciente volvió del quiosco, descubrió que su hijo no reaccionaba. Estaba muerto.

En el fallo dado a conocer hoy se absolvió a Grottini por el beneficio de la duda, respecto de la muerte de su hermano. “Sin autopsia médica no se pudo avanzar en el escenario posible”, se afirmó.

Dos años después, en julio de 2021, Ailén, la hija de Grottini, ingresó en el Hospital San Felipe con dolores en el pecho. Los resultados de los estudios médicos no arrojaron nada fuera de lo normal, pero se decidió dejar a la niña en observación, con suero.

“Horas más tarde, encontrándose la niña junto a su padre, se constató que el suero estaba dañado, el cual no fue cambiado por uno sano porque la menor se encontraba bien, en condiciones de ser dada de alta. A los pocos minutos, el padre dio aviso al personal de guardia de que la niña no estaba bien, constatándose de inmediato que la misma había palidecido y se encontraba débil y mareada, de manera repentina”, explicaron fuentes judiciales.

Debió ser trasladada a terapia intensiva. Quedó al cuidado de su padre. La niña, poco después, falleció. Tampoco se le hizo autopsia.

“Tropiezo con el escollo de no poder concluir sobre la muerte de Ailén Grottini. Son muchas las dudas… No se conoce la causa de la muerte de Ailen y manifiesto lo mismo que ante la muerte de Germán Grottini”, se afirmó en la sentencia.

Es decir que en las muertes de Germán y Ailén Grottini no se pudieron determinar las causas de las muertes.

Búsquedas en Internet

En la investigación posterior a la tercera muerte, cuando Grottini ya había sido acusado por homicidio, se descubrió que había hecho búsquedas en Internet relativas a distintas formas de causar la muerte a una persona a través de la inoculación de aire o algún tipo de fármaco en el torrente sanguíneo a través de una vía de suero. Entre otras cuestiones, Grottini había buscado “qué pasa si inyecto aire en las venas”, “qué medicamento se puede tomar para causar la muerte” y “cuánto después de introducir aire se produce el infarto”.

Durante su indagatoria en el juicio, el acusado, además de declararse inocente, habló de esas búsquedas que había hecho en Google desde distintos dispositivos.

Como había sostenido en la instrucción, en el debate afirmó que había hecho esas búsquedas en Internet para saber cómo podía suicidarse, no para matar a su madre, su hermano y su hija adoptiva.

“Era para quitarme la vida sin dejar rastros”, sostuvo en esa audiencia, donde declaró durante dos horas.

En su alegato, la fiscal Baños retomó la cuestión de las búsquedas en Google. “Fueron búsquedas muy puntuales: ‘aire en las venas por suero’; no lo pudo explicar porque, claramente, lo que hacía era ver si lo que le había hecho a su madre se iba a detectar en la autopsia. El acusado dijo que las búsquedas las había hecho porque tenía la intención de quitarse la vida. Pero, en simultáneo, buscaba autos cero kilómetro, teléfonos celulares y dietas antioxidantes, búsquedas incompatibles con las de una persona que no quiere vivir. Dice que se quería suicidar, pero lo que ha ocurrido durante estos años en que el señor dice que buscó métodos para suicidarse es que ha muerto su familia por causas compatibles con sus búsquedas y el señor Grottini sigue vivo”, concluyó la fiscal Baños en su alegato, en el que solicitó la pena de prisión perpetua.

​ En un fallo unánime, Pablo Damián Grottini, de 44 años, recibió la pena de prisión perpetua  Seguridad 

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