Leandro Paredes y el gran presente de Boca: “Si los grupos están bien, las cosas salen mejor”
El universo de Leandro Paredes cambió en un puñado de meses. Después de 12 años en Europa y una vida familiar junto a Camila Galante y sus hijos Victoria (11) y Giovanni (8), en marzo se sumó Lautaro (siete meses). Y en el medio de ese rocanrol que implica en cualquier hogar volver a cambiar pañales, el mediocampista tomó una decisión que venía macerando desde hace tiempo: volver a Boca, en plena vigencia.
Así se llegó a esta actualidad en la que todo fluye como hacía tiempo que no sucedía en el club azul y oro, en el final de un año agitado que arrancó con caras largas y frustraciones y se acerca al epílogo con sonrisas, distensión y entusiasmo.
Por todo eso, cuando en la charla con LA NACION a Paredes se le consulta acerca de cómo fue su regreso a la Argentina después de tanto tiempo en Europa, de cómo encontró el club que lo formó y cómo se encontró él volviendo al fútbol argentino, aquel pibe que se fue a Roma sin hijos y con la valija llena de sueños, y ahora volvió campeón del mundo y con una familia consolidada responde con la frescura de siempre.
“Yo me encuentro bien. Espectacular. Obviamente, haciendo los procesos que tiene que hacer cada uno, personal y futbolísticamente, en esa adaptación. Pero bien, feliz. Muy feliz. Volví al club de mis amores, volví a mi casa”, dice el capitán de Boca con una sonrisa. Y agrega: “Encontré obviamente todo cambiado, porque cuando yo arranqué este Predio no estaba, así que feliz. Ojalá podamos seguir disfrutando”.
Leandro Paredes, entrevista con LA NACION
– El domingo se desbloquearon varios niveles a la vez: le ganaron a River, se clasificaron a la Copa Libertadores y se metieron en los playoffs del Clausura. ¿Cómo se sigue por el camino de los triunfos?
– El primer objetivo era clasificar a la Libertadores. Lo hicimos de la mejor manera y contra River, que aún le da un gustito más lindo todavía. Pero los objetivos siguen muy claros; tenemos que pensar en el partido que viene, que será seguramente muy importante.
– Durante el Superclásico diste dos abrazos muy simbólicos. Uno a Marchesin, después del 1 a 0, y otro a Ubeda, cuando terminó el partido. ¿Qué significado tuvieron?
– Los dos fueron genuinos porque salieron en el momento. Ninguno estuvo pensado de antemano. En el gol busqué a Agustín y cuando terminó el partido lo crucé también a Claudio para abrazarlo. Obviamente, son personas que nos pueden ayudar muchísimo. Agustín, por lo que representa para nosotros siendo el arquero titular de nuestro equipo. Trato de que cada compañero se sienta de la mejor manera, que tenga la mayor confianza posible, porque eso seguramente nos hace crecer a todos. Y lo mismo aplica a nuestro entrenador.
El Capitán va a abrazar al jugador que corresponde, al que necesita apoyo. Excelente, líder positivo.
Hay equipo!!! 💙💛💙 pic.twitter.com/ITQRfLKBEu
— Pato (@Pato_Bocaa) November 9, 2025
– ¿Volver a jugar la Libertadores es algo que ya te da vueltas por la cabeza?
– Yo no puedo pensar en la Libertadores ahora que se viene primero Tigre y después los playoffs. Siempre viví muy tranquilo mi vida y mi carrera en el día como para estar pensando ya en la Copa.
– Algo así decías durante toda la negociación, antes de que se concrete tu regreso. ¿Cómo viviste aquel proceso?
– Con mucha tranquilidad. Yo soy de los que piensan que, si las cosas tienen que pasar, van a pasar. Soy consciente de eso. La idea inicial era volver en enero pasado, pero con el embarazo avanzado no se pudo. De hecho, queríamos que Lautaro naciera acá, pero finalmente nació en Roma. Pasó así y estoy feliz, y ojalá pueda seguir haciéndolo de esta manera.
– ¿Qué sentiste al volver a jugar contra River?
– Lo disfruté mucho porque era mi primer Superclásico de titular, siendo capitán, seguramente con un rol más importante. No tuvo punto de comparación con aquellos de mi primera etapa, en los que arranqué de suplente y había jugado unos pocos minutos.
– ¿Cómo surgió la idea de organizar todas las semanas un asado con el plantel en tu casa? ¿Cómo son esos encuentros? ¿Por qué lo propusiste?
– Porque creo que para lograr cosas importantes se necesita un grupo fuerte, un grupo unido, un grupo de gente que quiere alcanzar cosas importantes. Intentamos estar más juntos por ese lado. Nos empezamos a juntar una vez por semana en mi casa y las cosas comenzaron a salir mejor, así que eso no lo vamos a cambiar. Vamos a seguir por ese camino.
– ¿Buscás emular en Boca el clima de camaradería que vivís en la selección?
– Sí, pero no solo en la selección. Me ha tocado estar en clubes importantes, en grupos importantes, y en los grupos que mejor estaban, las cosas salieron mejor. Creo que es algo muy importante para nuestro deporte.
El fallecimiento de Miguel Ángel Russo impactó emocionalmente a todo el plantel xeneize. Un momento triste que, en cierto modo, terminó de unir a las partes. En ese proceso, la función de Paredes fue fundamental, con charlas constantes con Miguelo, con Ubeda y con Juvenal Rodríguez para que la inevitable transición fuera lo más armónica posible.
Incluso, con el peso de la experiencia y la jerarquía de haber jugado 12 años en la élite europea, desde su arribo a Boca el campeón del mundo asumió el papel que tanto esperaba el club de él. Y así como afuera de la cancha está atento a cada detalle de cada uno de sus compañeros, adentro se erigió como el que ordena y acomoda al equipo. A la vez, contagia su profesionalismo en cada entrenamiento, en cada concentración y en cada partido.
– ¿Qué análisis podés hacer del cuerpo técnico? ¿Se puede trazar un paralelismo con Scaloni?
– Destaco la tranquilidad que manejan. Aun con la poca experiencia que quizás tiene Claudio (Ubeda), él es muy importante para nosotros. Nos da mucha tranquilidad, mucha confianza, es gente que comunica muy bien, que nos puede ayudar muchísimo y ojalá lo sigamos haciendo de la mejor manera. Estamos felices, porque Claudio lo está haciendo muy bien. Está llevando adelante un grupo de personas y es muy cercano al jugador. Eso es importantísimo. En ese sentido creo que tenemos una relación parecida a la que tenemos con Lionel (Scaloni). Ojalá los resultados en Boca también sean parecidos.
– Se habla mucho de tu injerencia en el día a día acá con los chicos, con lo que viene. Se dice que estás convenciendo a Paulo Dybala para que venga el año que viene. ¿Cómo lo manejas y qué hay de cierto en todo lo que se puede armar rumbo al Boca copero 2026?
– Últimamente no hablé con Paulo. Ojalá que viva su vida tranquilo y tome la decisión que tenga que tomar. El deseo y la ilusión de volver a jugar juntos siempre van a estar, pero son decisiones personales (e incluso familiares), y ahí no me puedo meter.
– ¿Y Neymar?
– Hablo mucho con Ney. La verdad es que tengo una relación muy buena. Somos amigos. Estamos siempre en contacto, pero él está en su club (Santos) y eso siempre hay que respetarlo, por los otros clubes y por la decisión de los demás jugadores… Pero si quiere venir, lo esperamos (risas).
– ¿Pensás que Boca tiene que reforzarse mucho?
– Yo pienso en lo que está ahora, en lo que tenemos ahora. Vivo mi vida y mi carrera día a día y ojalá pueda seguir ayudando a la gente que está acá porque así me crié y así me criaron. Trato de ayudar todo el tiempo. Tuve la suerte de tener referentes cuando éramos chicos que lo han hecho de la mejor manera, y de ellos seguramente saqué todo lo mejor.
El capitán xeneize está feliz con su regreso y banca a Ubeda; “Volví al club de mis amores y lo estoy disfrutando”, le dijo a LA NACION Fútbol


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