La ruleta de candidatos para dirigir a Boca en un momento de crisis tras la salida de Diego Martínez
El dato es elocuente y explica muy bien la realidad que transita Boca: por segunda vez en el siglo, el club tendrá siete entrenadores al cabo de cinco años. Diego Martínez dio el portazo tras la caída 2-0 ante Belgrano y el Xeneize se quedó sin DT cuando aún resta disputarse el 40% de la temporada. Juan Román Riquelme ofreció disculpas a los hinchas y, en medio del domingo libre del plantel, ya definió quién dirigirá el entrenamiento de este lunes y comenzó a barajar algunos apellidos de cara a lo que viene. Todo un desafío para un Riquelme cuestionado y sin margen de error que atraviesa su peor presente como dirigente de Boca.
En su etapa de futbolista, Riquelme jugó 388 partidos y ganó 11 títulos con la camiseta de Boca. 174 de ellos fueron con Carlos Bianchi, el técnico que más lo marcó, y con quien conquistó además la mitad de sus trofeos ganados, incluidas dos Libertadores y una Copa Intercontinental. Sin embargo, desde su asunción como directivo del club, Riquelme menospreció el cargo de entrenador y los resultados están a la vista: cero títulos internacionales y una sucesión de directores técnicos impropia de la historia de Boca.
De 1930 a la actualidad, solo una vez desfilaron por el banco azul y oro más de seis entrenadores distintos. Fue entre 2005 y 2010, cuando se sucedieron Alfio Basile, Ricardo La Volpe, Miguel Ángel Russo, Carlos Ischia, otra vez Basile, Abel Alves, Roberto Pompei y Claudio Borghi. “Se pierden dos o tres partidos y estamos pidiendo que el técnico de un paso al costado, no debe ser así”, decía por entonces el Riquelme jugador, cansado de los cambios de timón. Pero ahora es el propio Román quien no logra dar en la tecla.
A excepción de Russo, su primer DT, y Jorge Almirón, quien condujo a Boca a la final de la Copa Libertadores, el resto de los entrenadores nombrados fueron todas apuestas del 10: Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra, Mariano Herrón (dos interinatos, Román siempre lo miró con buenos ojos) y Diego Martínez. Battaglia tenía poca experiencia como DT: siete partidos en Almagro y luego ayudante de Julio Falcioni en Banfield. Ibarra y Herrón solo habían dirigido a la Reserva. Y Martínez, de largo bagaje en el Ascenso, a Tigre y Huracán. Este último dejó Boca luego de tres derrotas consecutivas: Racing, River y Belgrano, y tras quedarse afuera de la Sudamericana en los octavos de final. El hincha exige un técnico de jerarquía, que en este contexto de crisis rescate a un plantel abatido. Un entrenador con carácter que renueve el aire en el vestuario y trabaje con libertad, y no a la sombra del controversial Consejo de Fútbol.
En ese sentido, Riquelme decidió que Mariano Herrón lidere la práctica de este lunes en Ezeiza pero su idea es avanzar en estas horas en la contratación del nuevo entrenador. Candidatos hay muchos, pero pocos en condiciones de asumir. Los nombres que pican en punta son los de dos exjugadores de Boca que compartieron plantel con el presidente: Guillermo Barros Schelotto y Fernando Gago.
El Mellizo se impone por peso propio, aunque aún no fue llamado y, si bien su relación con Riquelme mejoró en el último tiempo, resulta difícil imaginar la convivencia con el 10 y con los miembros del Consejo. Vive en Estados Unidos y está libre luego de su mala experiencia en la selección de Paraguay y también suena como candidato en Racing en caso de que Diego Milito se imponga en las elecciones. Incluso, desde el entorno del propio DT hicieron saber que está con ganas de escuchar ofertas. Aunque la final de Madrid quedó lejos, aún está bajo la lupa por su cercanía a Mauricio Macri (principal opositor a la gestión Riquelme) y su poco feeling con la actual conducción. Guillermo sueña con volver a Boca, aunque no está convencido de que sea su momento, y bajo estas condiciones. Pero se sentaría a charlar con Riquelme en caso de que lo llame. Después, que se pongan de acuerdo o no sería otra historia.
Fernando Gago jugó poco y nada con Riquelme: apenas nueve partidos entre 2013 y 2024, aunque también coincidieron en la selección. Pintita se fue mal de Boca tras la derrota en el Bernabéu y construyó su carrera como técnico en Aldosivi, Racing y Chivas de Guadalajara, su club actual. En la Academia le ganó dos finales al Boca de Román: la Supercopa Internacional en Abu Dabi y el Trofeo de Campeones en San Luis. Tiene contrato en México hasta mayo de 2025 y la dirigencia de Chivas le ofreció renovar por un año más, aunque todavía no hubo avances. “De Boca no hubo nada”, dijo este domingo, sin mayores precisiones. Quienes conocen al DT lo ven, por ahora, lejos de dirigir a Boca.
Cristian González también se anota en la carrera. El Kily y Riquelme fueron compañeros en la selección argentina y forjaron una gran relación. De hecho, González fue uno de los invitados a la despedida de Román y negoció con Riquelme la contratación de varios futbolistas del Xeneize. Aun así, el Kily respetaría su vínculo con Unión, donde pelea los primeros puestos, y recién escucharía ofertas a partir de enero de 2025. La otra contra de González es que no dirigió a ninguno de los cinco grandes y en Central cosechó 25 victorias, 14 empates y 29 derrotas: un 43,6% de efectividad.
Por ese motivo, y salvo que el Kily decida ponerle fin a su etapa en el Tatengue la búsqueda también está orientada a otros lares. José Pekerman, quien dirigió a Riquelme en la selección y actualmente se encuentra sin trabajo, fue uno de los técnicos apuntados por Boca a finales de 2023. En aquel momento, Román y José mantuvieron una charla telefónica, pero las charlas no prosperaron. Pekerman dirigió tres Mundiales (2006, 2014 y 2018) y condujo a Argentina, Colombia y Venezuela. El tema con José, al igual que con Carlos Bianchi, es su edad: ambos tienen 75 años y en Boca preferirían, a priori, un técnico joven y con mayor llegada al plantel.
Es ahí donde emerge el nombre de Luis Zubeldía, de irregular presente en San Pablo de Brasil. El pampeano estuvo varias veces en el radar del Xeneize. Por ejemplo, en abril de 2023, previo a la llegada de Almirón, pero su camino nunca coincidió con el de Boca. San Pablo está lejos de la punta en el Brasileirao y quedó afuera con Botafogo en los cuartos de final de la Libertadores. Tiene 43 años (dos menos que Martínez), apuesta por los juveniles y estilo intenso y ofensivo calzaría perfectamente con la idiosincrasia del Xeneize. Además, dirigió a Racing (2012 a 2013), a otros grandes del continente como Barcelona de Guayaquil, Cerro Porteño y Liga de Quito (campeón de la Sudamericana 2023), y hasta tuvo un breve paso por España como DT del Deportivo Alavés. Su contrato en San Pablo vence en diciembre de 2025, pero su cláusula de rescisión (tres salarios completos) está al alcance de un club como Boca. ¿Será?
¿Eduardo Domínguez? No sería prioridad, como tampoco Antonio Mohamed ni Eduardo Coudet, hincha de Boca de chiquito pero ligado a los colores de River. Rodolfo Arruabarrena (muy bien pago en Arabia) y Gustavo Quinteros, de excelente campaña en Vélez, son otros de los apellidos que se sonaron en estas horas. El exentrenador de Bolivia y Ecuador tiene contrato hasta fin de año y no le cerró la puerta a una posible llegada a Boca: “Hoy pienso en Vélez, quiero terminar mi contrato acá y si renovamos voy a estar muy contento. Si aparece la oportunidad o la oferta de algún club en algún momento, que todavía no llegó, la analizaré y veré con mi familia y la gente de mi cuerpo técnico”, admitió, aunque ratificó que seguirá al frente del Fortín al menos hasta diciembre.
La lista la cierra Fernando Ortiz, exdefensor surgido en Boca que fue campeón con Riquelme del Apertura 98 y que en agosto fue despedido de Rayados de Monterrey. También dirigió en Paraguay (Sol de América y Sportivo Luqueño) y al América de México. Es del gusto del presidente, pero no sería del agrado de los hinchas, que esperan soluciones de fondo para terminar con un modelo agotado.
Suenan muchos nombres, pero la única certeza es que Mariano Herrón volverá a ser el técnico interino desde este lunes Fútbol
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