La oscura fascinación que despierta el acusado del asesinato del director de la mayor aseguradora sanitaria de EE.UU.
Apenas unos días después de que Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare, fuera asesinado en una acera de la ciudad de Nueva York, estos jóvenes se habían congregado en Washington Square Park para competir en un concurso de imitadores del hombre buscado por el asesinato del alto ejecutivo.
El evento tuvo escasa asistencia y los que fueron lo vieron como una broma, dijo Talia Jane, una periodista que estuvo allí.
Pero este encuentro subrayó la obsesión de algunos con el sospechoso del asesinato, que se ha apoderado de las redes sociales desde el 4 de diciembre, en parte por la ira latente que existe en EE.UU. contra las aseguradoras de salud privadas.
“Ya había mucho mucho descontento, mucha frustración, y (esto) en cierto modo avivó el fuego”, dijo Jane.
Y la obsesión no ha hecho más que crecer desde que se nombró al sospechoso como Luigi Mangione, un miembro de una prominente familia de Baltimore de 26 años, educado en una prestigiosa universidad.
En videos, memes y chats grupales de TikTok, el joven acusado de disparar por la espalda a Thompson ha sido adulado y elogiado como una especie de héroe popular.
Esta fetichización no se limita a los rincones radicales de internet, lo que preocupa a muchos analistas.
“No matamos a personas a sangre fría para resolver diferencias políticas o expresar un punto de vista”, dijo Josh Shapiro, gobernador de Pensilvania, estado en el que Mangione fue arrestado en un restaurante McDonald’s
“En una sociedad civilizada, todos estamos menos seguros cuando los ideólogos se toman la justicia por su mano”, aseguró.
La importancia de su apariencia
Casi inmediatamente después de que Thompson fuera asesinado a tiros, algunos en internet comenzaron a ensalzar a su presunto asesino. En TikTok, la gente publicó vídeos del recorrido que hizo el asesino por Nueva York y en Spotify empezaron a aparecer listas de reproducción dedicadas al sospechoso. Una vez arrestado Mangione, estos fans salieron en su defensa.
El inicio de su batalla legal llevó a donantes anónimos a aportar miles de dólares para su defensa a través de varias actividades de recaudación de fondos en línea. La plataforma Etsy se vio inundada de prendas con mensajes a favor de Mangione, mientras que Amazon retiró productos similares de su sitio.
El trabajador de McDonald’s que supuestamente lo reconoció y llamó a la policía se ha convertido en blanco del odio en línea, mientras que la propia franquicia de comida rápida ha recibido malas críticas en internet.
El departamento de policía de Altoona, Pensilvania, responsable del arresto del sospechoso, incluso recibió amenazas de muerte. Gran parte de esta reacción en línea se ha centrado en su apariencia. En internet lo apodaron el “asesino sexy”.
De hecho, la apariencia de Mangione, que antes de ser arrestado había compartido en sus redes sociales imágenes sin camisa, ahora es claramente parte de su atractivo, dijo el crítico cultural Blakely Thornton.
Los estadounidenses están efectivamente “programados” para confiar y empatizar con hombres que se parecen a Mangione, señaló Thornton. “Por eso son los protagonistas de nuestras películas, libros e historias”.
La adoración pública por los hombres guapos acusados de crímenes no es nueva: desde Ted Bundy hasta Jeremy Meeks, muchos hombres violentos considerados atractivos han conseguido seguidores.
Pero la profesora Tanya Horeck, experta en cultura digital y asesinatos reales de la Universidad Anglia Ruskin, dice que las redes sociales han dado a esos sentimientos una visibilidad masiva y han ayudado a difundirlos.
Internet ha provocado “una confusión en la línea que separa celebridad y criminalidad”, le dijo Horeck a la BBC, añadiendo que cuando la gente ve a una persona guapa aparecer en sus redes, su primer pensamiento es lujuria, no crítica moral.
“El ambiente en torno a Luigi Mangione es de ‘sed’”, afirmó.
Más allá de su apariencia, una gran parte del atractivo en línea de Mangione es claramente su aparente ira contra la industria de la salud privada y las elites corporativas en general. Los medios estadounidenses informaron que Mangione fue arrestado portando un documento escrito a mano que decía: “Estos parásitos se lo merecían”.
El Network Contagion Research Institute (NCRI), un grupo de investigación sobre el extremismo con sede en Nueva Jersey, dijo que después del asesinato de Thompson el hashtag #EatTheRich (cómete a los ricos) se volvió viral.
Desde el arresto de Mangione, se publicaron variaciones de #FreeLuigi (libertad para Luigi) en la red X más de 50.000 veces, obteniendo probablemente decenas de millones de impresiones.
Y según algunas medidas, las interacciones con las publicaciones sobre el asesinato de Thompson en plataformas como X, Reddit y otras superaron las del intento de asesinato contra Donald Trump en julio.
Normalización de la violencia
Un análisis de una muestra de comentarios realizado por la firma de investigación de mercado OneCliq encontró que la gran mayoría (cuatro de cada cinco) contenían críticas al sistema de salud.
La cuenta X de Mangione ha conseguido más de 400.000 seguidores desde que fue detenido.
El asesinato también pareció inspirar a otros a tomar medidas contra las aseguradoras de atención médica: aparecieron carteles de “se busca” con los nombres de otros directores ejecutivos en la ciudad de Nueva York, y una mujer en Florida fue arrestada después de decirle por teléfono a un agente de seguros “Retrasar, denegar, deponer. Ustedes son los siguientes”, en alusión a las palabras inscritas en los casquillos de bala encontrados en la escena del asesinato de Thompson.
Alex Goldenberg, asesor principal del NCRI, calificó la reacción en línea como un “punto de inflexión” y “un catalizador para la normalización de la violencia política que alguna vez estuvo confinada a los extremistas marginales”.
“La dinámica que estamos observando es inquietantemente similar a la actividad en plataformas como 4chan, 8chan, Discord y otros rincones oscuros de internet, donde los tiroteos masivos a menudo son recibidos con alegría”, dijo.
Tim Weninger, profesor de informática en la Universidad de Notre Dame y experto en redes sociales e inteligencia artificial, señaló que la evidencia sugiere que la oleada de solidaridad con el presunto asesino fue auténtica.
“La gente está enojada con la industria de la salud y está utilizando las redes sociales para expresar sus frustraciones”, dijo. “Están expresando esas frustraciones al apoyar a este sospechoso”.
Una investigación reciente realizada por Commonwealth Fund, un instituto de políticas de salud, encontró que al 45% de los adultos asegurados en edad laboral en EE.UU. se les cobró por algo que pensaban que debería haber sido gratuito o cubierto por el seguro, y el 17% de los encuestados dijo que su aseguradora les negó la cobertura de la atención recomendada por su médico.
Hay indicios de que el tiroteo ha provocado cierta introspección por parte de las empresas de atención sanitaria.
“Creo que todos estamos dando un paso atrás y tratando de entender qué está pasando con los pacientes y sus experiencias”, dijo la directora de sostenibilidad del laboratorio Pfizer, Caroline Roan, en una conferencia en Nueva York el miércoles, según informó la agencia Reuters.
Algunas de las personas que han estado protestando contra las compañías de seguros de salud durante años comprenden algunos de los sentimientos más oscuros que despierta el caso de Thompson, incluso si no los respaldan.
“Es un acto de violencia horrible y lo condeno absolutamente sin importar el motivo”, dijo Jenn Coffey, quien ha estado luchando para que la UHC cubra sus facturas médicas. “Pero no me sorprende la reacción”.
A Coffey, de 53 años y residente en New Hampshire, le diagnosticaron cáncer de mama en 2013 y luego enfermó con un síndrome de dolor regional complejo, una afección neurológica potencialmente debilitante. Cuando un médico le sugirió que probara la terapia con ketamina, su seguro de UHC no le cubrió el procedimiento, dijo. Desde entonces se ha involucrado en una campaña de protesta organizada por el grupo activista People’s Action.
La enfermedad de Coffey la obligó a dejar de trabajar. Dijo que inició una campaña para recaudar fondos y que tuvo que vender la mayoría de sus pertenencias para poder pagar ella misma el tratamiento.
“Puedo tener algo de normalidad. Puedo sentarme y pintar, o puedo disfrutar de una comida con mi familia” gracias al tratamiento, dijo. “Puedo tener una vida que valga la pena vivir”.
UnitedHealth Group le dijo a la BBC que no podían comentar sobre casos individuales por razones de privacidad.
El olvido de la víctima
Al mismo tiempo, gran parte de la discusión en línea ha ignorado efectivamente a la víctima, Brian Thompson, quien tenía 50 años. “Es increíblemente sombrío que no se haya informado tanto de la muerte de Thompson porque, en definitiva, una persona murió, una persona fue asesinada”, dijo Blakely Thornton.
“La rabia colectiva por (la industria de la salud) realmente supera lo que sigue siendo una tragedia”.
En su última publicación en LinkedIn, Thompson habló sobre los esfuerzos para hacer que la atención médica sea más asequible y fue criticado en los comentarios.
CBS News, el socio estadounidense de la BBC, obtuvo un mensaje que el director ejecutivo de UnitedHealth, Andrew Witty, envió al personal esta semana, recordando a Thompson y diciendo que su colega asesinado era “uno de los buenos”.
“Sin duda era uno de los tipos más inteligentes. Creo que era uno de los mejores. Lo voy a extrañar. Y estoy increíblemente orgulloso de llamarlo mi amigo”, escribió.
En el correo electrónico, la compañía compartió mensajes de clientes, incluido el de uno que escribió sobre su recuperación de un cáncer, diciendo que su tratamiento fue pagado por los beneficios de la compañía de seguros.
“Estoy agradecido a UHC y a todos los que trabajan dentro de un sistema roto por ayudar a tantas personas como puedan”, escribió, según la compañía.
Otro mensaje decía: “Es muy triste que este mundo sea tan odioso. Siempre he tenido grandes experiencias con UHC”.
“Mi corazón está con la familia y no puedo imaginar lo que están teniendo que enfrentar con ese [asesinato]. Es terrible para mí que este sea el catalizador de este debate”, dice Jenn Coffey, quien es titular de la póliza de UHC. “Hubiera preferido sentarme y conversar con él”.
Vinieron con sudaderas con capucha, máscaras y riendo nerviosamente mientras esperaban a que se anunciara el ganador. El Mundo
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