La incertidumbre de miles de migrantes venezolanos que esperan retornar a su país desde la frontera entre México y EE.UU

Las recientes políticas migratorias en Estados Unidos generan un clima de incertidumbre para miles de migrantes venezolanos que se encuentran en la frontera, tanto sur como norte, de México. Ante la imposibilidad de continuar su viaje, muchos han optado por solicitar su repatriación mediante los vuelos humanitarios organizados por el Instituto Nacional de Migración (INM).
El impacto de las nuevas políticas migratorias de EE.UU.
El endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos cambió drásticamente el panorama para los migrantes venezolanos. La eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) y el fin de la aplicación CBP One, que dejó de funcionar el 20 de enero tras la asunción de Donald Trump, complicaron las posibilidades de regularización.
¿Qué sucede en México con los migrantes venezolanos?
Según datos de la Unidad de Política Migratoria de México, entre enero y agosto de 2024 se detectaron 266.846 migrantes venezolanos en situación irregular, lo que representó el 28,85% del total de 925.085 migrantes de todas las nacionalidades.
A pesar de estas cifras, solo 395 venezolanos recibieron una tarjeta de visitante por razones humanitarias, lo que equivale al 11,4% del total de permisos entregados, durante el mismo período.
Desde el inicio del programa de vuelos humanitarios para venezolanos en México, miles de personas han acudido a la estación migratoria Sub Representación Federal Zona Centro en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con la esperanza de ser incluidos en estos viajes. Sin embargo, el proceso ha sido lento y solo un pequeño porcentaje de los solicitantes logró abordar un avión de regreso a Venezuela.
La espera en los centros migratorios genera frustración entre los venezolanos, quienes afirmaron que el proceso de selección para los vuelos humanitarios es lento e incierto. De acuerdo con algunos testimonios tomados por la agencia de noticias EFE, varias personas mostraron su descontento debido a la incertidumbre sobre los trámites que aún no se resuelven.
Rafael Carreira, quien permanece varado en Chiapas desde noviembre de 2024 junto a su hija menor, relató su situación a la agencia. “Estoy perdiendo un día de trabajo, que es sagrado aquí porque me descuentan. Tengo que pagar el arriendo y la comida, y las encargadas del Instituto de Migración no nos dan detalles. Es frustrante”, afirmó.
El hombre le pidió a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, que trabajara en coordinar con el gobierno de Nicolás Maduro para aumentar la frecuencia de los vuelos humanitarios.
Por su parte, Gabriela Vargas, una migrante venezolana que logró ser seleccionada para uno de estos vuelos, expresó su alivio con el medio local El Heraldo de Chiapas tras recibir la notificación del INM. “Pasé el filtro y nos dijeron que nos llevarían a un refugio, nos darían comida y al día siguiente nos trasladarían a la Ciudad de México antes de abordar el vuelo a Caracas”, explicó.
No obstante, otras personas quedaron fuera del proceso debido a la falta de documentos. El INM solicita cédula o pasaporte para acceder a los vuelos, pero muchos venezolanos carecen de estos papeles o enfrentan largos tiempos de verificación.
El papel de México en la crisis migratoria
El gobierno mexicano ha desempeñado un papel clave en la gestión de la crisis migratoria al implementar medidas para ordenar el flujo de personas que transitan por su territorio. Según información del INM, desde 2023 se han realizado esfuerzos para facilitar el ingreso a EE.UU. de migrantes con citas previas aprobadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
No obstante, debido al cierre parcial de la frontera y la disminución de solicitudes de asilo, así como la finalización de la aplicación CBP One, se han dificultado la situación de miles de venezolanos.
Muchas de las personas que ahora buscan regresar a su país inicialmente partieron con la esperanza de establecerse en EE.UU. y mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo, la realidad fue distinta, y la falta de oportunidades lleva a algunos a reconsiderar su situación.
“Uno podría estar aquí en México, pero no tengo la capacidad de enviarle dinero a los hijos para que no pasen necesidad”, explicó Darwin González a la agencia EFE. El hombre se refirió a que percibe salarios bajos y no le es suficiente para enviar dinero a su familia en Venezuela, por lo que prefirió regresar.
Los migrantes venezolanos que esperan en las fronteras de México enfrentan un dilema complejo: intentar regularizar su situación migratoria o regresar a su país en un tiempo incierto.
Según datos de la Unidad de Política Migratoria de México, entre enero y agosto de 2024 se detectaron 266.846 migrantes venezolanos en situación irregular, lo que representó el 28,85% del total de 925.085 migrantes de todas las nacionalidades. Estados Unidos
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