La Gran Dulce: la megaferia que quiere competir con La Salada abrió y cerró al día siguiente​

El sábado próximo, si la política bonaerense no lo vuelve a frustrar, La Gran Dulce, un megaemprendimiento que pretende competirle a La Salada, proyectada incluso por sus organizadores como el centro comercial más grande de América latina, hará su enésimo intento por lo más elemental en este rubro: abrir. Arde el Mercado Central de Buenos Aires. Ahí, a metros del Puente La Noria, se erige esta feria, inaugurada fugazmente el sábado pasado y clausurada el domingo porque, según varias denuncias, está floja de papeles.

La Gran Dulce explica de algún modo a la Argentina. Son 17 hectáreas y 57.000 metros cubiertos en las que, probablemente, como en La Salada, el negocio consistirá en lo que los comerciantes llaman “venta no controlada”. Es decir, lo que se le escapa a la AFIP. Con la particularidad de que esta vez todo ocurrirá en un ente oficial, el Mercado Central. Informalidad dentro del Estado. Los organizadores lo niegan. Los pocos que dan la cara, en realidad: hay entre los inversores del proyecto desconocidos encolumnados detrás de un nombre que no dice nada, Patricia Alejandra Fernández, y que figura al frente de esta sociedad anónima simplificada que se originó en 2019 y cuyo apoderado, Rubén Eduardo Gómez, es un empresario con presencia en distintos puntos del conurbano.

Gómez tiene años en negocios múltiples. Según confió alguna vez a empresarios, empezó a trabajar a los 7 años ahí mismo, en una verdulería del Mercado Central que después tuvo el orgullo de comprar, y ha tenido en general una buena relación con dirigentes del peronismo. Un “feriante de guante blanco”, se definió a sí mismo hace tiempo en privado. Está en Vicente López, por ejemplo, con locales en derredor de la estación Aristóbulo del Valle del Belgrano Norte, o dentro en Nordelta, Tigre, y hasta en algún proyecto inmobiliario a la vera del río.

Según los registros públicos de LN DATA, Gómez y Patricia Fernández tienen o han tenido presencia conjunta en al menos cuatro sociedades: Celtic Rose Enterprises, un mayorista que vende desde artículos para la construcción hasta cosméticos; Salama, una inmobiliaria; Club Náutico Conrad, un emprendimiento sobre la costa, y Holilandia, un predio en Nordelta de juegos para chicos que hace honor al sobrenombre del emprendedor, “Holi”.

La Gran Dulce abrió el sábado, pero se encontró al día siguiente con los patrulleros de la Policía Bonaerense y la Municipalidad de La Matanza, bloqueando la puerta y tuvo que cerrar. Hace años que el municipio que conduce Fernando Espinoza objeta la iniciativa, que tampoco entusiasma demasiado al gobernador Axel Kicillof. Por eso meterse en la historia de esta feria es hacerlo en la interna del PJ bonaerense. Hasta el episodio en Bandido, el yate del escándalo, uno de los que la impulsaba era Martín Insaurralde, todavía hoy aliado de Máximo Kirchner en el territorio. También algunos gremios del transporte y Los Pablo, una cooperativa de descarga que pisa fuerte en el Mercado Central y que la semana pasada volvió a comunicarse con miembros del directorio para transmitir apuro por la inauguración. ¿Les darán locales? ¿Acaso la seguridad del predio, que estará abierto las 24 horas? Misterio. Pero es evidente que Los Pablo tienen poder. Incorporados en 2022 por Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, a la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (Ugatt) para hacerle frente a los Moyano, Los Pablo apoyaron también la candidatura a presidente de Sergio Massa. “Elijo creer”, decía en noviembre una gigantografía que, con el rostro del líder del Frente Renovador y la firma de la agrupación, decoraba una de las paredes de Villa Celina.

Pero nada es del todo permanente en la zona. Hace un mes, por ejemplo, al concesionario gastronómico de La Gran Dulce le robaron los equipos de cocina y hubo que reponerlos. Se entiende que Espinoza dude de todo.

El año pasado, La Matanza envió a la Inspección General de Justicia un documento que planteaba que La Gran Dulce tenía “todo el aspecto de ser una sociedad vehículo creada para el ocultamiento del verdadero dueño, como negocio indirecto, en el margen de la legalidad o, lisa y llanamente, para su violación”. A raíz de aquella presentación, la IGJ emitió el 1° de agosto una resolución en la que recomendaba promover “acciones de nulidad por simulación”. La Matanza fue además a la Justicia, y tiene desde 2023 un fallo de la Cámara Federal que le da la razón. Cuestiona, por lo pronto, la jurisdicción de la feria, y eso también se explica: como el Mercado Central es un ente autónomo, algo así como un distrito dentro de otro, no puede cobrarles a los inversores un solo impuesto.

El viernes pasado, 24 horas antes de lo que sería la apertura, el municipio insistió con los argumentos. Se presentó en el predio con inspectores para labrar actas y recordar que no estaban en condiciones de abrir, algo que evidentemente tuvo efectos al día siguiente, con la clausura. Pero las razones del cierre, ordenado finalmente por el Juzgado de Garantías N°6, están todavía difusas. Entre ellas, una vieja denuncia que Metrogas hizo en el Enargas contra La Gran Dulce con el argumento de que fue construida a metros de un gasoducto.

Gómez dice que la clausura por esa demanda ya había sido levantada hace 20 días, pero que el juzgado no lo sabía. “Fue un mal trago para los trabajadores: no tienen en cuenta la generación de 10.000 empleos donde antes había un basural”, se exasperó. Lo concreto es que, horas después, la jueza se declaró incompetente. “Ya podemos abrir, probablemente lo hagamos el fin de semana”, anticipó Gómez a LA NACION. Consultado sobre los verdaderos dueños, no dio precisiones. “Hay gente que tiene el derecho de no querer aparecer”, contestó.

De ahí tantas elucubraciones sobre los socios. Dicen que entre esos nombres anónimos hay textiles, dueños de pinturerías y de empresas de grúas. Fuera del predio están preocupados. La Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), por ejemplo, se reunió hace diez días con funcionarios de la embajada de los Estados Unidos para tratar el tema de la informalidad.

Del lado de los feriantes, en cambio, hay alguna cara conocida. La de Marixa Balli, por ejemplo, dueña de la marca de indumentaria Xurama y una de las más indignadas en la tarde de la clausura. “¡Es La Matanza!”, atribuyó la exbailarina en un posteo en Instagram. “Una vergüenza. Yo soy una inquilina más, una mina que labura. Lamentablemente, los éxitos provocan calentura, envidia. Podrían haber cortado ayer, pero no: había que cagar el domingo. Este un país que nunca va a salir adelante. ¿Quieren tener a la gente honesta, laburando, o tener chorros en la calle?”, agregó mientras señalaba los patrulleros.

Marixa Bali denuncia cierre ilegal de su local en La gran Dulce

La estructura ya está terminada. El certificado final de obra, dice el Mercado Central, todavía no. En el frente se exhiben varias marcas, algunas de ellas sin producción en el país. Las españolas Bershka y Pool & Bear, las norteamericanas H&M y Forever 21 aparecen al lado de Nike o Dulce Hogar. Gómez dice que las extranjeras son outlets, no franquicias. Según la página web, el objetivo es tener 2200 locales que se alquilarán a un precio que empieza en los 450.000 pesos por mes. Si todo funcionara bien, entonces, la recaudación sería de al menos 1000 millones de pesos por mes. Ya hay instalada una sucursal del Banco Macro y, dicen los organizadores, se está en conversaciones con YPF.

Nada de este proyecto, que fue aprobado por el directorio del Mercado Central en noviembre de 2019, días después de que Macri perdió las elecciones con Alberto Fernández, tendrá ningún futuro sin aval político. La inauguración sorprende todavía al gobierno de Milei sin funcionarios propios con experiencia en el tema. El Mercado Central, un ente tripartito en cuyo directorio hay tres representantes que responden a la Nación, a la provincia y a la ciudad de Buenos Aires, está presidido ahora por Fabián Miguelez, un dirigente del Pro que ya estuvo ahí durante la administración de Macri. Lo secundan por la provincia Aníbal Stella, referente de La Matanza pronto a ser reemplazado por Alberto Olmos, otro histórico de ese municipio, y por la ciudad Ezequiel Capelli.

¿Y qué piensa Milei? Hasta ahora no ha dicho una palabra. El único antecedente al respecto es un debate que tuvo en mayo de 2022 en el canal Net con Juan Grabois. Ahí, el ahora presidente dijo que, siempre y cuando trabajaran honestamente, siempre estaría en favor de “las saladitas, los manteros y los vendedores ambulantes”, a quienes considera una “respuesta del mercado ante tanta presión y agobio fiscal”. Grabois le preguntó entonces si, en el caso de ser gobierno, dejaría a los manteros. “Obviamente”, contestó Milei. “Tenemos una alianza táctica”, celebró el de la UTEP. Pero hablaban de la calle. La Gran Dulce está, en cambio, dentro de una dependencia oficial. Ahí donde, con frecuencia, la manta es el sistema.

​ La feria, construida dentro del Mercado Central con el respaldo de gremios y dirigentes, se inauguró el sábado pasado, fue clausurada al día siguiente por una denuncia y pretende abrir el próximo fin de semana; Espinoza y Kicillof se oponen  Economía 

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