La Casa Rosada ahora evalúa la posibilidad de un Pacto de Mayo sin gobernadores, pero “con la ciudadanía”​

La incertidumbre es total. El Gobierno sigue recalculando minuto a minuto el camino a seguir con el mentado Pacto del 25 de Mayo que Javier Milei anunció con una aspiración refundacional. Cuando faltan diez días exactos para el Día de la Patria -que se planteó como un “día D” para los libertarios- muy cerca del Presidente hoy deslizaron un nuevo plan: la posibilidad de que el jefe de Estado asista a Córdoba en soledad, sin gobernadores ni otros actores políticos, para firmar los diez puntos del pacto como un compromiso “con la ciudadanía”.

Las idas y venidas en torno del evento de Córdoba suceden cuando el debate de la Ley Bases y el paquete fiscal en el Senado entra en momentos culminante. Es que, si mañana no hay dictamen de comisión, los tiempos ya no alcanzan para que los proyectos se voten en el recinto antes de la fecha patria, porque el reglamento de la Cámara alta (que en principio no se puede forzar) exige que pasen siete días para que un dictamen sea tratado por el pleno del cuerpo, excepto que sea aceptado por una mayoría especial.

La Casa Rosada sigue dando giros en su discurso conforme las negociaciones en el Congreso se iban dilatando. El 1º de marzo Milei convocó a los gobernadores, a los expresidentes y a los líderes de los demás partidos políticos a firmar un gran acuerdo nacional de diez puntos en Córdoba, y puso como condición sine qua non que antes de esa fecha se aprobara la Ley bases y el paquete fiscal. Ese sería, en palabras del Presidente, el “preacuerdo” para pasar al Pacto del 25 de Mayo.

Conforme pasaron las semanas, en una segunda instancia, en la Casa Rosada comenzaron a decir que el Pacto se haría con o sin leyes, y que Milei iba a estar solo en el escenario si hiciera falta. Un mensaje en medio de las negociaciones para generar presión a los legisladores.

Ayer Milei sorprendió al habilitar la posibilidad de que el pacto político se postergara a “junio o julio”. “Si no es mayo, será en junio o en julio. No hay problema. Las reformas estructurales son para el largo plazo. Tarde o temprano las reformas las vamos a hacer”, dijo el Presidente minutos después de inaugurar el busto de Carlos Menem en la sede de gobierno. Por su parte, el ministro del Interior, Guillermo Francos, manifestó en declaraciones radiales: “Puede ser que algunos no estén proclives a terminar esto para el 25 de mayo, tampoco me parece tan importante. Si se termina, bien; y si no se termina, veremos qué hacemos con el Pacto de Mayo: si lo hacemos en mayo, si lo postergamos o si lo hacemos sin que esté la ley”.

Así, en Casa Rosada comenzó a instalarse que el Pacto de Mayo quedaba descartado y que la foto en Córdoba pasaba al archivo. Que la puesta en escena que venían prometiendo los libertarios no se iba a hacer.

Sin embargo, este miércoles el evento en Córdoba volvió a aparecer en las conversaciones de palacio. Cerca de Milei deslizaron la posibilidad de un nuevo formato. Dijeron que si las leyes no se votan en general en el Senado la semana próxima, el Presidente viajará igual a la provincia mediterránea, sin invitados, para firmar el Pacto “con el apoyo de la ciudadanía”. Es decir, plantearon que puede haber una cita entre el líder libertario y la gente de a pie, sin el resto de la política. Esa puesta en escena sería, ya no en el Palacio de Justicia como se dijo originalmente, sino en el Cabildo de la capital cordobesa.

Justo cuando este nuevo plan comenzaba a circular por los corrillos de la Casa Rosada, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro (UCR) confirmó su presencia a la ciudad de Córdoba el día 25. “Tenemos que aprender a escucharnos pero fundamentalmente a escuchar la posición del otro”, dijo.

A esta altura, con semejante zigzagueo oficial, nadie cree que la última palabra esté dicha. En principio, parece difícil que el Senado emita dictamen en las próximas horas. En el Gobierno creen que ya tienen las voluntades para la votación en general. Pero aún no ven resuelta la instancia previa, ya que en las comisiones todavía no tienen asegurada la mayoría para emitir dictamen.

En la Casa Rosada también están dispuestos a consensuar cambios en los textos en varios capítulos (RIGI, Ganancias y blanqueo), aún cuando esto implique que las leyes deban volver a Diputados, la cámara de origen. Pero aún así no tienen garantizado el trámite parlamentario y mucho menos en los tiempos originalmente previstos.

En Balcarce 50 hoy se volvió a percibir enojo con la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Muy cerca de Milei señalaban que la presentación del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, hoy en el Senado “hizo perder un día” al debate de las leyes. Y apuntaban que, si había voluntad, el informe de gestión del ministro coordinador se podría haber aplazado.

En el Senado aseguran que eso no era viable porque la fecha de la presentación de Posse fue votada en labor parlamentaria y no fue una decisión que dependiera de la presidencia del cuerpo.

​ Después de amenazar con aplazarlo, ahora plantean esta posibilidad como una manera de presionar a los senadores para que avancen con la Ley Bases y el pacto fiscal  Política 

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