Kamala Harris busca seducir a los últimos indecisos mientras su equipo advierte que el resultado se demorará
WASHINGTON.- Kamala Harris regresó a su residencia oficial en Washihgton esta madrugada a la 1.41 a.m. luego de su sprint final en Pensilvania, el estado que podría decidir si se convierte o no en la primera mujer en llegar a la presidencia de Estados Unidos. Su último acto de campaña había terminado unas horas antes en Filadelfia, ante 30.000 personas, en las escaleras del Museo de Arte de la ciudad, donde hizo una referencia a la mística de “Rocky” al ensayar “un tributo a quienes comienzan de atrás y ascienden hasta la victoria”. Un anhelo para su propia historia.
“Estados Unidos está listo para un nuevo comienzo”, dijo Harris. “Listo para un nuevo camino hacia adelante donde veamos a nuestro compatriota estadounidense, no como un enemigo, sino como un vecino”, arengó.
We are finishing this campaign as we started: with optimism, with energy, and with joy. pic.twitter.com/lzoEr5g3GR
— Kamala Harris (@KamalaHarris) November 5, 2024
Ya a esa altura, Harris y su equipo tenían muy en claro que el desenlace de la elección presidencial más trascendental y reñida que se recuerde en Estados Unidos dependía de quiénes saldrán a votar hoy, y quienes se quedarían en su casa. Harris necesitaba una alta participación, sobre todo en los siete estados “pendulares” que decidirán al ganador, para alzarse con las llaves de la Casa Blanca.
Harris, que votó por correo, pasó la mañana encerrada con su equipo en su residencia oficial en el Observatorio Naval, abocada a hacer con estaciones de radio en algunos de los siete estados pendulares: Pensilvania, Michigan y Wisconsin en el “Cinturón del Óxido” en el medio oeste del país, y Arizona, Nevada, Georgia y Carolina del Norte en el llamado “Cinturón del Sol”, una señal de que su equipo no quiere soltarle la mano a ningún rincón del país. Sus primeras entrevistas fueron con Power 99 en Filadelfia, Pensilvania; Cappuchino, con KDKA NewsRadio en Pittsburgh, tambiénen Pensilvania; Larry Richert, en The Big Tigger Morning Show con Jazzy McBee en Atlanta, Georgia, y a Foxy 107.2 con Karen Clark en Raleigh, Carolina del Norte. Harris hará más entrevistas por la tarde.
“Nos sentimos muy bien al cerrar esta elección”, dijo Jen O’Malley Dillon, la directora de la campaña de Harris, esta mañana, en el programa Morning Joe de la cadena MSNBC, cercana a los demócratas. “Vamos a ser pacientes –continuó después–. Vamos a estar muy concentrados en lo que sucederá en la primera parte de la noche. Pero sabemos que algunos de nuestros estados más disputados no estarán completamente contabilizados hasta más tarde en la noche o temprano en la mañana.”
En la campaña demócrata descuentan que el escrutinio y el resultado de la elección se estirarán más allá de esta noche. Casi 85 millones de personas votaron de manera anticipada, ya sea por correo o entregando su boleta en persona en los centros de votación en los estados que permiten votar con antelación. El recuento de esas papeletas, sobre todo en estados clave como Pensilvania, Arizona o Nevada, quizá estire el suspenso hacia el final de esta semana.
Aunque la campaña de Harris intentaba transmitir tranquilidad, el nerviosismo y la ansiedad en su electorado era palpable en los centros de votación repartidos en todo el país, algunos de los cuales mostraron largas filas de votantes desde muy temprano. Muchas personas intentan votar a primera hora para luego ir a trabajar, y otras esperan a salir del trabajo o directamente aprovechan la hora del almuerzo.
Mary Nestler, 73 años, votó en una escuela de Arlington, en Virginia, por Harris. Creo que ella es la única opción sensata. Creo que tiene la experiencia, el temperamento y la visión de lo que necesitamos ahora mismo”, dijo Nestler a LA NACION, entusiasmada con la perspectiva de que por primera vez en la historia una mujer se convierta en presidenta del país. Pero aun si ese es el desenlace, Nestler confiesa estar preocupada.
“Estoy muy preocupada, porque pase lo que pase, creo que habrá disturbios. Espero que todos sean pacíficos, democráticos. Pero tengo miedo, y creo que siento que mucha gente tiene miedo. No creo que el señor Trump tenga el temperamento para aceptarlo si pierde, y sus seguidores no lo aceptarán si pierde, y eso me asusta”, confesó.
La campaña demócrata también apostaba a quedarse con el último tramo de indecisos, o los votantes tardíos que se deciden en el tramo final de la campaña. En el equipo de Harris se han mostrado confiados en que esos votantes están yéndose hacia el lado de la vicepresidenta más que al de Trump. Una de esas votantes es Natalie G., 32 años, quien vende insumos médicos, es republicana y votó a Trump en 2016. Ahora votó por Harris. Su tema central: los derechos de las mujeres y el aborto.
“Sinceramente, me decidí hace poco, al escuchar que ella estaba en muchos podcasts y en las redes sociales, y la estaba escuchando hablar. Y las cosas que decía Trump, y fue suficiente para pensar, me gustaría que ella estuviera en el poder, en lugar de alguien que está difundiendo narrativas falsas sobre muchas cosas”, dijo. “Trump es un poco impulsivo, hay muchas cosas sucediendo en el mundo en este momento, y con él en el poder, tomando decisiones apresuradas o polarizando el país, no”, completó.
La vicepresidenta sigue la jornada electoral junto con su equipo de campaña en medio de la ansiedad de los demócratas Estados Unidos
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