Juegos Olímpicos 2024: la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting, cuestionada por su género, ganó y se aseguró una medalla
Tras el escándalo con la boxeadora argelina Imane Khelif -a la que le cuestionaron su género cuando su rival abandonó una pelea a los 46 segundos-, la taiwanesa Lin Yu-ting, la otra deportista que había fallado la prueba de género en el Mundial de Boxeo de 2023, le ganó decisión unánime a la búlgara Svetlana Staneva en los cuartos de final de peso pluma y así se aseguró una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024.
A pesar de la estrategia ofensiva que planteó su adversaria, Yu-ting se mantuvo y aprovechó el cansancio progresivo de su rival para imponerse sobre el ring y posicionarse un paso más cerca del sueño olímpico. ”Hoy aseguré una medalla frente a una rival muy respetable. Ganar esta pelea no significa que pueda relajarme, por supuesto. Necesito perfeccionarme a cada paso para derrotar a todas mis rivales y conseguir el oro”, afirmó la taiwanesa de 28 años al bajar del cuadrilátero.
Este no fue el primer encuentro que mantuvieron Lin y Staneva, ya que habían sido rivales previamente en los cuartos de final del Mundial de 2023. Allí la taiwanesa se había impuesto, pero al ser descalificada cuando detectaron que presentaba un número mayor de hormonas masculinas de las permitidas, la medalla de bronce que le correspondía fue a parar a Staneva.
De esta forma, y al igual que sucedió con la argelina Khelif (que también clasificó a las semifinales en la categoría de 66 kilos), la taiwanesa continúa su participación en los Juegos tras el revuelo mediático y político que se generó luego de que se conociera que ambas habían sido descalificadas del Mundial femenino por no haber superado una “prueba de elegibilidad de género”. La decisión fue tomada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), un organismo al que el Comité Olímpico Internacional (COI) le retiró la organización del torneo olímpico por falta de transparencia.
La participación de ambas en los Juegos Olímpicos de este año generó una serie de quejas, reclamos y controversias de parte de otros deportistas, especialmente al tratarse de un deporte en el que la fuerza y la potencia de los golpes marcan la diferencia a la hora de los resultados.
Sin embargo, los comentarios -en su mayoría agresivos y ofensivos- no quedaron relegados solo a personalidades del ámbito deportivo. Las imágenes del triunfo de Khelif contra la italiana Angela Carini fueron compartidas por figuras políticas de derecha como la presidenta italiana, Giorgia Meloni, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, y hasta el presidente Javier Milei. Todos ellos pidieron que se revea la autorización del COI para que las deportistas compitan en París y comenzaron a replicar la noticia falsa de que se trataba de mujeres trans.
Por su parte, el COI defendió la participación de las boxeadoras, ninguna de las cuales se identificó como persona transgénero. El propio presidente del organismo, Thomas Bach, aseguró este sábado que “nunca hubo ninguna duda de que son mujeres”. “Los ataques que recibieron en redes sociales son un discurso de odio que está alimentado por un agenda política”, consideró.
Este mismo fin de semana, la boxeadora argelina Khelif también ganó y se encaminó hacia una medalla en los Juegos. Tras la polémica generada en los últimos días cuando su rival abandonó con lágrimas su pelea a los 46 segundos, Khelif volvió a subirse al ring este sábado y superó por puntos a la húngara Anna Luca Hamori, en un combate del peso welter. De esta manera, la africana avanzó a las semifinales -es decir que al menos se aseguró la medalla de bronce-, donde se encontrará con la tailandesa Janjaem Suwannapheng.
“Estoy muy orgullosa de conseguir una medalla para mi país aquí en París. He trabajado muy duro para estar aquí. Doy las gracias a todos los que me han apoyado. Es una victoria para todas las mujeres”, dijo emocionada luego del triunfo.
Si bien comenzó a boxear hace varios años, en 2023 la IBA (el organismo que rige el boxeo amateur) le prohibió participar entre las mujeres, ya que no pasó el estudio de género por dar altos niveles de testosterona. Más allá de la discusión científica sobre este tema, Khelif vio imposibilitada seguir su carrera. Sin embargo, ya que en los Juegos Olímpicos la IBA no tiene injerencia, el COI determinó que al haber nacido como mujer tenía derecho a competir y la argelina pudo participar del torneo de este año.
Agencia AFP
La deportista quedó envuelta en la polémica de género que también involucró a la argelina Imane Khelif; ambas habían sido descalificadas del Mundial el año pasado Deportes
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