Inter Miami y Messi se frustraron ante la contundencia de Seattle en la final de la Leagues Cup​

La Leagues Cup dibujó la primera sonrisa de Lionel Messi en los Estados Unidos hace un par de años, y la misma competencia lo dejó vacío en 2025. Seattle Sounders derrotó por 3 a 0 a Inter Miami y selló la suerte de las Garzas, que jugaron de menor a mayor y en el final recibieron una doble estocada que sentenció la historia. La caída frenó la cuenta de 46 títulos del capitán, el futbolista con más coronas en el planeta, que el martes se unirá a la selección para completar la última ventana de las eliminatorias, ante Venezuela y Ecuador, rumbo a la Copa del Mundo de 2026. El caótico final, con empujones y manotazos, una mancha para un partido que resultó intenso, pero sin malas intenciones.

El icónico estadio Lumen Field, uno de los campos seleccionados para la Copa del Mundo del próximo año y la sede en donde River tuvo su bunker en el reciente Mundial de Clubes, enseñó en sus ventanillas el cartel de sold out. El ambiente, con 79 mil espectadores, era un infierno que para Inter Miami ofrecía un plus en su contra: el césped sintético.

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Pedro de la Vega se llevó TODO en #LeaguesCup2025 con @SoundersFC 🏆 pic.twitter.com/f0KaYV2Tiq

— Leagues Cup (@LeaguesCup) September 1, 2025

La experiencia de los caciques, con Messi al frente, junto a los compinches Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, animó a tomar el pulso, tras sentir la presión y la dinámica de un rival que se caracterizó por su despliegue y juventud. Messi posicionado entre la derecha y el medio del ataque –donde en el segundo tiempo marcó diferencia–, apenas encontró un hueco, intentó enfocar el arco que defendió Andrew Thomas, que recibió solo dos goles en toda la competencia.

No mostró señales de dolor Leo de las molestias que en las semifinales con Orlando City encendieron las alarmas en el primer tiempo. Pero sí sintió la incomodidad de no encontrar espacios, porque los volantes rivales ensayaron una marcación en zona –Obed Vargas y Cristian Roldán, los encargados de repartirse la función– y siempre recibía con un volante esperándolo para encerrarlo en las celdas que armó el galardonado entrenador Brian Schmetzer.

El DT asumió en 2016 y, desde entonces, la franquicia es protagonista en todas las competencias nacionales y de la Concacaf; también participó en el Mundial de Clubes: compartió el grupo con Paris Saint-Germain, Atlético de Madrid y Botafogo.

Dos franquicias que nacieron grandes, porque Seattle Sounders se fundó en 2007 y ya suma dos títulos de la Major League Soccer y es el único equipo del país que conquistó una Concachampions, al vencer en 2022 a Pumas, de México. Once temporadas después, Inter Miami irrumpió con grandeza y la contratación de Messi provocó la revolución que imaginaron Jorge y José Más, con David Beckham como figura deportiva de excelencia del proyecto. Para Seattle Sounders la conquista es el moño del ciclo, porque con el galardón tiene en sus vitrinas todos los trofeos que se ponen en disputa en los Estados Unidos: Leagues Cup, MLS y la Supporter’s Shield.

Sin foules violentos ni groseros, Messi fue víctima de un par de infracciones que desataron la protesta del capitán, la reacción del banco de los suplentes –el entrenador Javier Mascherano ya fue expulsado en esta competencia ante Tigres– y también la reprobación de los simpatizantes de Seattle Sounders, que estuvieron lejos de mostrarle pleitesía.

De un pase imperial, con efecto para la incursión ofensiva de De Paul, Inter Miami tuvo quizás la mejor oportunidad para desequilibrar en un primer tiempo en el que controlar la pelota fue un rubro que no se tradujo en riesgo para el rival.

La ausencia de transiciones de defensa-ataque, porque las Garzas se sienten a gusto juntando pases y acelerando recién a la altura del área grande, es un ítem que Seattle Sounders tiene aceitado. El colombiano Jesús Ferreira es un lanzador que detecta con rapidez a sus compañeros, mientras que el argentino Pedro De la Vega es un extremo veloz y con habilidad para ensayar el desborde –el 10 fue elegido MVP de la Leagues Cup–; el estadounidense Osaze de Rosario –de padre canadiense, aunque él juega para la selección de Guyana– demostró en el recorrido ser un definidor de jugadas y en la final explotó la virtud: conectó de cabeza y dejó desairado a Oscar Ustari.

La acción fue una repetición del desbalance defensivo que aqueja a Inter Miami. Los zagueros centrales quedan a mitad de camino entre recortar metros o retroceder y esas desatenciones Seattle Sounders las detectó, como en el remate de Ferreira que devolvió el poste derecho y el balón cayó rendido en la espalda de Ustari.

El resumen de la final entre Seattle Sounders e Inter Miami

Doce goles en 10 partido de la Leagues Cup, 33 festejos en la misma cantidad de juegos finales –además de 13 asistencias–, son las estadísticas que reflejan la capacidad y el valor de Messi en los momentos de importancia de sus clubes. El cambio de actitud, pararse unos metros más adelante y la necesidad del resultado, provocó que Inter Miami tomara las riendas. Messi, después de una combinación entre Alba y Suárez –que hizo de asistente en lugar de rematador– elevó el remate de frente al arco; Leo y Suárez armaron una nueva jugada, pero Allende tampoco estuvo acertado ante el arquero.

Ante el dominio, Seattle Sounders activó las modificaciones para oxigenarse, aunque perdió jerarquía; igualmente, conectó las piezas y en un error de Ustari, compartido con Maximiliano Falcón, pudo aumentar la ventaja, la que se hizo indescontable con el penal que anotó Roldán y se convirtió en goleada con la definición de Paul Rothrock para que la Leagues Cup tenga un nuevo dueño: Seattle Sounders.

​ Las Garzas perdieron ante un rival que resultó eficaz en ataque y un muro en defensa  Fútbol 

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