Ideal para la ciudad, el más barato del mercado y con cambios en seguridad: cómo es el Renault Kwid​

Renault atraviesa hace un tiempo una reconfiguración profunda de su portfolio. El foco, en un inicio, estuvo en la electrificación con grandes banderas como el Kwid, Megane y Kangoo E-Tech. Con el tiempo, la motorización tradicional, acompañada de un cambio estético, de seguridad y confort se hizo presente con modelos como Arkana o Kardian.

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Pero en medio de novedades tan resonantes como lo son siempre modelos nuevos, hubo espacio para la vuelta de un pequeño gran éxito: el Kiwd naftero.

Durante un tiempo, la marca dejó de ofrecerlo porque, ante las dificultades para importar unidades, decidió priorizar otros ingresos. A sabiendas de que, cuando se pudiera, el Kwid volvería, un acérrimo grupo de fanáticos de este citycar esperó pacientemente y lo que recibió al verlo de nuevo fue una grata sorpresa.

El “SUV de los compactos” volvió al país con 3.680mm de largo, 1.481mm de alto, 1.579mm de ancho y un despeje al piso de 185mm. Pesa poco más de 800 kilos y tiene un tanque de combustible de 38 litros. Sus dimensiones, acompañadas de una carrocería bitono, llantas de 14″ y, en esta oportunidad, un azul que le sienta muy bien, lo convirtieron en un éxito instantánteo en el segmento.

Según reporta la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), el Renault Kwid lleva 4022 unidades patentadas en lo que va del año y se convierte, así, en uno de los más vendidos de la marca y el líder en su categoría.

Y tiene con qué. Más allá del exterior, que no difiere tanto —a simple vista— de lo que es la versión anterior, por dentro se evidencian notorias transformaciones. Hay un cuidado del espacio mucho más adaptado a la nueva estética de la marca, similar a lo visto en la alternativa E-Tech, pero con un diseño de colores en los tapizados que lo diferencian.

Completa el equipamiento interior una pantalla multimedia de 8″ compatible con Android Auto y Apple CarPlay, puerto USB, entrada auxiliar de sonido y toma de 12 voltios. El paquete de seguridad también es acorde: control de estabilidad, frenos ABS, cuatro airbags, asistencia de arranque en pendiente, anclajes ISOFIX y cámara de retroceso. Como punto extra a favor: saco tres estrellas de seguridad en las pruebas que Latin NCAP hizo en 2017.

Un andar destacable

Mantiene su motor tricilíndrico que ofrece 66 CV de potencia y 93 Nm de torque asociado a una caja manual de cinco relaciones.

Entonces, con los cambios estéticos, de seguridad y confort y con la misma mecánica que ya había triunfado en su momento, el resultado es más que positivo. Es un citycar, un auto pensado para el manejo en ciudad y es ahí donde se aprovecha al máximo.

Tiene un andar dócil, un consumo promedio (mixto) de siete litros cada 100 kilómetros, es ágil y adaptable a los rincones citadinos. Sencillo para maniobrar, reacciones acorde al segmento que representa y esa versatilidad que un auto de sus dimensiones brinda.

Es en resumidas cuentas una gran opción para los que buscan acceder al mundo 0km y aprovechar su condición de ser el más barato del mercado. Si bien los precios de los autos siguen siendo un aspecto a corregir en el mercado argentino, la propuesta del rombo en este caso es cumplidora. Más aún si se contemplan los planes de financiación que impulsan las ventas en este contexto de reacomodamiento económico.

​ En el marco de un nuevo contacto en formato audiovisual, LN Movilidad testeó al Renault Kwid, el 0km más barato de la Argentina  Autos 

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