Francia se convirtió en un problema que desvela a toda Europa
PARÍS.- Francia inquieta a Europa. Los resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas, donde la extrema derecha de la Reunión Nacional (RN) llegó primera con 33,15% de los votos, demostró al mismo tiempo que la figura de “gran europeo” de Emmanuel Macron es rechazada por los electores y que el presidente francés tendrá dificultades para conservar su papel de “motor” en el Consejo Europeo en caso de cohabitación. Ante esta inédita situación, Bruselas no oculta su preocupación, sobre todo en cuanto a los programas económicos propuestos tanto por la extrema derecha, como por el Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierda.
“Nadie puede permanecer indiferente si (…) en Francia, nuestro socio más cercano y nuestro mejor amigo, un partido que ve en Europa el problema y no la solución llega ampliamente primero”, declaró el domingo después de la primera vuelta la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock.
“El resultado de las elecciones legislativas del 30 de junio y 7 de julio tendrá consecuencias importantes para el futuro de Francia, pero también de Europa”, afirmó por su parte Pieyre-Alexandre Anglade, diputado macronista saliente de los franceses en el extranjero del Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo).
A su juicio, tanto Francia como la UE enfrentan actualmente “una multitud de dificultades y desafíos”, que van desde la “competencia económica” a la “transición climática”, pasando por la “guerra en las fronteras de la Unión Europea (UE)” y “el aumento de los extremos”.
La situación de Francia está en el centro de la atención de sus socios europeos. El domingo 23 de junio, el canciller alemán, Olaf Scholz, se declaró “preocupado” por la perspectiva de una victoria de la extrema derecha en las legislativas francesa, subrayando que esperaba que “los partidos que no sean el de [Marine] Le Pen, por decirlo de alguna forma, ganen las elecciones”.
Todos miran con preocupación, en efecto, la eventual pérdida de influencia que el presidente francés, ardiente europeísta, tuvo hasta ahora en la mesa del Consejo Europeo, que reúne a los jefes de Estado y de gobierno de los 27. En Bruselas, Macron, que nunca dudó en consagrar extensos discursos sobre el futuro de Europa, encarnaba hasta ahora una forma de “estabilidad”, asegura una fuente europea para la cual “ese adjetivo cuenta, frente a un mundo que tambalea con la guerra en Ucrania, el conflicto de Medio Oriente, la amenaza de un retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y una China cada vez más agresiva”.
Emmanuel Macron es miembro del Consejo Europeo desde 2017 donde poco a poco asumió la posición de figura de proa. Europa le debe, en parte, el plan de reactivación post-Covid -con un empréstito común por primera vez en la historia del bloque- o el nacimiento de un círculo de debate inédito de la Comunidad Política Europea (CPE) entre los 27 y sus numerosos vecinos extra-europeos.
El dúo formado por Emmanuel Macron y la ex canciller alemana Angela Merkel y, en menor medida, con Olaf Scholz, permitió a Europa avanzar e innovar. ¿Qué podría suceder ahora?
“Cualquier sea el resultado, Macron no saldrá fortalecido. Esa realidad se acompaña con el temor europeo de que termine atrapado políticamente entre la extrema derecha y la extrema izquierda, y que esto le haga la tarea aun más difícil en Bruselas”, estima Jean-Dominique Giuliani, presidente de la Fundación Robert Schuman.
“Desde que está bajo presión a nivel nacional, no consigue el mismo eco en la escena europea”, detalla, lamentando una “severa falta de liderazgo en la UE”.
Y no habrá que contar con Alemania o Polonia, dirigida por el proeuropeo Donald Tusk, para llenar el vacío dejado por Emmanuel Macron: “La coalición alemana ya está en campaña electoral, y al gobierno polaco le preocupa más que las promesas realizadas para enderezar sean respetadas por Europa”, agrega.
Por parte del Parlamento Europeo, la inestabilidad tricolor complica el trabajo de los eurodiputados franceses. Si bien los 30 representantes del RN se frotan las manos, así como los pertenecientes a la ultraizquierdista La Francia Insumisa (LFI), aquellos venidos del arco republicano se preocupan. Y esto no escapa a sus colegas de otros Estados miembros. El ecologista alemán Daniel Freund reconoce que “organizar elecciones nacionales tres semanas después de las europeas es lo peor para preservar la influencia francesa en esta casa (el Parlamento Europeo): es el momento en que los grupos se constituyen, cuando los puestos son distribuidos, sobre todo las presidencias de las comisiones parlamentarias. El problema es que los eurodiputados franceses estaban en campaña en su país, lo que no ayuda para pesar en Bruselas”.
Ursula von der Leyen, presidenta saliente de la Comisión Europea que acaba de ser confirmada para un segundo mandato, podría haber aprovechado de la inestabilidad francesa.
“Aun cuando Emmanuel Macron tenía otro nombre en la cabeza -el italiano Mario Draghi-decidió no bajar a la arena. Estaba más preocupado por la situación interna del país y, en su calidad de liberal, no estaba en condiciones de imponer a alguien más, teniendo en cuenta que centristas y liberales en las europeas fueron superados por los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE), la formación de Von der Leyen”, analiza Janis Emmanoulidis, director del European Policy Centre (EPC).
Camino difícil
No obstante, durante la cumbre del 27 y 28 de junio, Francia y Alemania cumplieron como siempre su rol: trataron de instalar sus ideas comunes en materia de competitividad para Europa, desmintiendo así una eventual “desaceleración” del dúo franco-alemán, considerado históricamente como “el motor de Europa”. Pero, ¿qué pasará ahora?
¿Francia, país fundador y segunda potencia económica del bloque seguirá jugando su papel de motor de la Unión Europea? ¿Cuál será el poder desestabilizador del RN si accede al poder?
Eric Maurice es analista en el Centro de Estudios de Política Europea (EPC) y reconoce que nada será fácil.
“Todos saben que nada se hace en Europa sin un acuerdo franco-alemán y que un gobierno de la Reunión Nacional adoptará una oposición frontal con la Unión Europea y con sus políticas. Es ese doble aspecto que inquieta enormemente a Bruselas y a los socios de Francia”.
La victoria de la extrema derecha en la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas genera preocupación en Europa, ya que podría dificultar el papel de Emmanuel Macron en el Consejo Europeo El Mundo
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