Fin a la luna de miel de León XIV: surgen los reclamos, las presiones y las críticas de progresistas y conservadores

ROMA.- A poco más de cuatro meses de su elección, el 8 de mayo pasado, la luna de miel se terminó. Desde un lado y del otro, conservadores y progresistas han comenzado a tironear de la sotana de León XIV, el primer papa estadounidense, y también con nacionalidad peruana.
Aunque el medido, cauto y, según quienes lo conocen, decidido y estratégico Robert Francis Prevost aún no ha mostrado las cartas, no ha hecho designaciones importantes y tan sólo ha esbozado cuáles son sus planes -seguir las huellas de Francisco, intentando “no seguir promoviendo la polarización en la Iglesia”, como dijo en su primera gran entrevista-, ya empezaron los reclamos.
Un colectivo ultraconservador, formado por distintos grupos, entre ellos, “Tradición Familia y Propiedad”, le escribió al pontífice hace unos días una “Filial y aprensiva súplica”, misiva en la cual le pidió que dijera palabras definitivas sobre el magisterio de la Iglesia sobre la Familia, escandalizado sobre todo porque a principios de mes unas mil personas de grupos LGBT participaron de lo que se bautizó el primer “Jubileo Arco Iris”.
Organizado por “La Tenda di Gionata” y presente en el calendario del evento por el Año Santo 2025, algo inédito, el peregrinaje de centenares de personas homosexuales de todo el mundo, junto a familiares y activistas, incluyó charlas, algunas misas y, por supuesto, también el cruce de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Algo que este grupo ultraconservador consideró “impactante”.
“Ante la descarada ofensiva de quienes exigen la legitimidad moral de las relaciones y uniones homosexuales, un grupo de 25 asociaciones se dirige hoy al Papa León para pedirle respetuosamente que confirme y reitere la enseñanza perenne de la Iglesia expresada en el Catecismo, a saber, que tales relaciones son ‘objetiva e intrínsecamente desordenadas’, recordando que la Sagrada Escritura las caracteriza como ‘graves depravaciones’”, indicó un comunicado que dio a conocer la “Súplica filial y aprensiva a Su Santidad León XIV”, carta abierta que fue enviada al Pontífice el martes pasado, 16 de septiembre.
La misiva recordó que, hace casi diez años, el 29 de septiembre de 2015, en medio del sínodo sobre la familia, el mismo grupo le envío una similar “Súplica a Su Santidad papa Francisco sobre el futuro de la familia”.
“En esa época, esa primera súplica, formada por más de 800.000 personas, incluso 211 prelados entre cardenales y obispos, imploraba al papa Francisco que reiterara claramente el magisterio católico perenne, en modo de ‘superar la creciente confusión entre los fieles’ e impedir ‘la relativización de la enseñanza de Jesucristo’, porque circulaban voces de que habría cambiado la doctrina de la Iglesia en ciertas materias como la comunión a los divorciados vueltos a casar y hasta un nuevo juicio moral sobre la homosexualidad”, recordó el mismo comunicado.
En el punto 351 de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia de Francisco -posterior al sínodo-, hubo una apertura, caso por caso y tras consultas y discernimiento con un obispo, a la comunión a los divorciados vueltos a casar, pero ningún cambio de doctrina. En la “súplica”, se le pidió a León corregir ese “abuso”, así como “la aprobación pontificia a la interpretación de los obispos de la región pastoral de Buenos Aires”.
La misiva critica, además, el hecho de que el Papa hubiera recibido en audiencia al reconocido sacerdote estadounidense jesuita James Martin, muy activo en una pastoral contra la discriminación y en favor de la inclusión de este colectivo, a quien alentó a continuar con su ministerio. Y le reclama a León otro acto concreto: que revoque la Declaración Fiducia Supplicans (de diciembre 2023). Este documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que encabeza el cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández -más que cercano al papa Francisco-, le dio luz verde a bendiciones pastorales -no rituales ni sacramentales- a parejas del mismo sexo e irregulares. Pero causó enorme revuelo y gran rechazo en los sectores más conservadores.
En la primera entrevista que concedió, que fue publicada este jueves en el marco de la salida a la venta de una biografía escrita por la periodista estadounidense Elise Ann Allen, el papa León se mostró muy al tanto de las polémicas en torno de “Fiducia Supplicans”. Y aseguró que “la enseñanza de la Iglesia continuará como está”.
Además, respaldó a la familia tradicional, compuesta de padre, madre e hijos. Y también dejó en claro que, más allá de respaldar el ascenso de mujeres en roles de liderazgo, al igual que su predecesor tiene muchas dudas en cuanto al diaconato femenino. Y que tampoco piensa hacer cambios.
Descontento progresista
Como no podía ser de otra manera, estas definiciones dejaron descontentos a los sectores más progresistas, que las interpretaron como un freno al reformismo de Francisco.
“A menos que la doctrina sexual católica cambie, las personas no heterosexuales o que no se ajusten al modelo binario de género no serán bienvenidas en esta iglesia”, dijo un vocero de la iniciativa alemana “Out in Church” -que defiende a las minorías sexuales-, a la Agencia Católica de Noticias (KNA). Este lamentó que una iglesia “abierta a todas las personas como un hogar” aún no es una realidad.
Los católicos liberales alemanes reaccionaron también, como era esperable, con decepción. El movimiento “Somos Iglesia” consideró este viernes las declaraciones “extremadamente decepcionantes” del Papa. Esto afecta a muchas personas, no solo en Europa occidental, dijo un vocero a KNA. El discurso sobre la familia tradicional “no se corresponde con la realidad de la vida humana”.
León está cayendo en la trampa de hacer que el cristianismo dependa de la moral sexual, subrayó el mismo vocero. Este es un camino “que los movimientos conservadores y las iglesias evangélicas, en particular, quieren consolidar”. Esto conduce a la marginación de las personas, incluso si el Papa afirma que la Iglesia está abierta a todos.
Los activistas eclesiásticos exigieron que “los obispos, teólogos y fieles, que durante años han abordado de forma intensa y argumentativa estas cuestiones existenciales de la construcción de la comunidad eclesial en el Camino Sinodal en Alemania”, mantengan sus posiciones y las desarrollen.
Desde un lado, esperan que el Papa continúe con la línea reformista de Francisco, mientras que del otro le exigen que se pronuncie con más firmeza sobre cuestiones como la familia y que corrija algunas decisiones de su antecesor El Mundo
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