Estados Unidos despliega tres destructores en la costa de Venezuela para combatir a grupos narcotraficantes​

Estados Unidos envió tres destructores a la costa de Venezuela en el marco de una operación militar contra los cárteles de la droga en Latinoamérica. La decisión se suma a un conjunto de medidas impulsadas por la administración de Donald Trump para reforzar la presencia naval en el mar Caribe y ampliar la persecución de organizaciones criminales que Washington considera una amenaza para su seguridad nacional.

Según informó la agencia Reuters, los buques que llegarán en las próximas horas a Venezuela son el USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, todos equipados con el sistema Aegis, un complejo de radares y misiles guiados diseñado para detectar y neutralizar amenazas aéreas y navales.

El Departamento de Defensa estadounidense había comenzado días atrás, como informó LA NACION, el despliegue de fuerzas aéreas y navales en esa zona marítima, luego de que el presidente Trump firmara en secreto una orden que autoriza al Pentágono a utilizar operaciones directas contra grupos narcotraficantes en el exterior. La medida incluyó también a las organizaciones declaradas como terroristas globales, entre ellas el Cartel de Sinaloa en México y el Tren de Aragua en Venezuela.

La presencia de los destructores en aguas cercanas a Venezuela se suma a otra medida adoptada por Washington: la recompensa de US$50.000.000 ofrecida a principios de agosto por información que permita la captura de Nicolás Maduro. El mandatario venezolano está acusado por la justicia estadounidense de mantener vínculos con el narcotráfico.

Como respuesta, Maduro anunció este lunes un despliegue interno de gran magnitud. Según recogió la agencia AFP, el presidente venezolano ordenó la activación de más de 4,5 millones de milicianos en todo el territorio. “Esta semana voy a activar un plan especial para garantizar la cobertura de todo el país con milicias preparadas, activadas y armadas”, afirmó en un acto.

La Milicia, creada durante el gobierno de Hugo Chávez, está integrada por unos cinco millones de reservistas según cifras oficiales y se convirtió en uno de los cinco componentes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

Con el nuevo anuncio, Maduro dispuso que las bases políticas de su gobierno avancen en la organización de milicias campesinas y obreras para incorporarlas a la defensa del país. Pidió que en todas las fábricas se conformen grupos armados con obreros, y reiteró consignas como “fusiles y misiles para la clase obrera” y “fusiles y misiles para la fuerza campesina”.

La reacción se produjo apenas horas después de conocerse el movimiento militar estadounidense hacia las costas venezolanas. Maduro evitó referirse directamente a la recompensa anunciada por la fiscal general estadounidense Pamela Bondi, pero insistió en que su país enfrenta lo que calificó como “amenazas extravagantes y estrafalarias”.

En una conferencia de prensa reciente, el secretario de Estado y asesor de seguridad nacional, Marco Rubio, subrayó que los cárteles de droga latinoamericanos representan “una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos”.

Semanas atrás, Washington también había sumado al denominado Cartel de los Soles de Venezuela a la lista de organizaciones terroristas extranjeras y lo señaló como un actor central en la expansión de redes criminales en la región, con impacto en la seguridad estadounidense. En ese mismo acto, la administración republicana vinculó al grupo con Nicolás Maduro y con altos funcionarios de su gobierno, al que más tarde calificó de ilegítimo.

Con información de Reuters y AFP.

​ El gobierno de Donald Trump busca neutralizar a los cárteles y fortalecer su presencia en el mar Caribe; Nicolás Maduro respondió con el despliegue de 4,5 millones de milicianos en todo el país  El Mundo 

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